15

14.3K 747 1.8K
                                    



Lauren

Me detengo frente al local de comida italiana que está cerca del hospital donde trabaja mi papá y apoyo mi espalda en unas plataformas de madera antes de entrar porque necesito pensar. Me quito la bufanda que disminuye un poco mi alergia al clima que ya comienza a ser más caluroso y vuelvo a encender mi teléfono para leer por segunda vez el mensaje que acaba de enviarme Nicholas.

''Nos vemos hoy??? 8 PM?"

Llevo más de cuarenta minutos tratando de encontrar alguna respuesta que me haga sentir menos culpable respecto a lo que hice estando con Camila. Pero no la encuentro porque no existe y no sé cómo ordenar mis ideas porque las cosas no han cambiado... tanto. Es decir, Nicholas sigue gustándome. El problema es que también algo me pasa con Camila y no voy a fingir no darme cuenta.

No sé si con ella sea mutuo porque es difícil estar segura, pero quiero suponer que sí. Se me hace difícil imaginar que todo lo que pasa entre nosotras sea sólo para confundirme y en realidad no le pase nada conmigo. Por algo sigue yendo a mi departamento, ¿verdad? Puede que necesite ayuda para estudiar porque su examen es en unos días, pero también es parte de todo lo que pasa mientras estudiamos.

Leo el mensaje por tercera, cuarta, quinta vez. Se me aprieta el estómago cada vez que lo hago y mi mente sigue en blanco, vacía y a mil por hora, y hasta tengo la garganta seca porque me siento muy culpable y me frustra mucho estar sintiéndome así porque salir con Nicholas era todo lo que quería hace unos días, pero pensar en Camila no me deja disfrutarlo como yo quisiera.

Apago el teléfono y suspiro, guardándomelo en el bolsillo. No voy a contestarle ahora porque aunque siempre intento ser directa, no sé qué decirle. No quiero mentirle al responder que puedo verlo ni tampoco rechazarlo cuando todavía no tomo una decisión. Necesito pensar.

Froto mis manos en mi pantalón para quitarme el sudor y me aclaro la garganta antes de entrar al restaurante donde se suponía que me encontraría para comer con mi papá hace ya varios minutos. De hecho, no me sorprende ver que frunce el ceño al reconocerme y niega lentamente con la cabeza porque odia la impuntualidad casi tanto como odia cuando respondo sus llamadas cada vez que salgo con mis amigas.

— ¡Perdóname! ¡Soy la peor! —Exclamo al caminar hasta su mesa, pero el arrepentimiento me dura hasta ver que su orden está pedida y me hago la ofendida antes de sentarme—. ¿Ya empezaste a comer? ¿Sin mí? ¡No te creo!

Dejo caer la mochila en la silla frente a él y hago una mueca cuando veo que su plato ya está casi vacío. Me cruzo de brazos mientras me siento.

—Es de mala educación invitarme a comer si luego no vas a esperarme.

—Sabes que luego tengo que ir a trabajar y que no puedo esperarte tanto. —Me responde sin siquiera mostrar arrepentimiento.

—Si hubiera sabido que estabas con tanta prisa habría venido antes —le digo—. ¡Hasta me hiciste correr para llegar a tiempo!

Él se limpia la boca y entrecierra los ojos al ver el reloj de su muñeca.

—Quedamos en vernos a las dos y ya casi son las tres, Lauren. Mi descanso no dura para siempre y tengo que ser puntual en mi próximo turno si quiero tener esta noche libre.

—Pero estaba en medio de una ducha cuando me avisaste que tenías tiempo para comer conmigo, no puedes culparme. —Trato de defenderme aunque sé que tiene razón—. ¿A qué horas llegarás hoy si no trabajas en la noche?

—Como las once, todavía no lo sé. —Aparta la mirada al responderme y no me pasa desapercibido que está un poco reacio a responderme—. Pedí tu pasta favorita cuando me dijiste que habías tomado el autobús, así que no creo que tarde en llegar.

más de ti [camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora