CAPÍTULO 10.

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Capítulo 10.

Disparos.


FRIEDRICH.

—¿Qué mierda haces aquí, Erika?

—Ya te lo dije, por la galería de Alemania. 

—¿Y tuviste que viajar veintiún horas desde allá hasta acá para decirme el importe del mes?—levanto una ceja—¿En serio?

—Oye, no te estreses—dice y se acerca a mi, me pone una mano en el pecho obligándome a sentarme en el sofá, ella hace lo mismo mientras masajea mis hombros.

—Erika, ¿qué haces?

Ella sonríe.

—Nada, calmandote como lo hacía antes. Tienes mucha tensión acumulada ¿No crees?

Entrecierro mis ojos.

—Cuando entre ¿Interrumpi algo?

—Sí. 

—¿Una nueva conquista?

—No, no lo es.

—Mhm, pues parecía que sí. 

Recuerdo que interrumpió nuestro casi beso y me vuelvo a enojar.

Lo cual es extraño, porque no soy una persona fanática por los besos. De hecho, no recuerdo cuando fue la ultima vez que bese a una mujer. Sin embargo, hay algo en Kaela que me empuja a querer probar sus labios, una incertidumbre que quiere ser calmada.

Me pregunto si habrá llegado bien a casa. Cuando se fue de la oficina, la seguí hasta la entrada y luego perdí su rastro.

Decido enviarle un mensaje.

¿Llegaste a casa?

Escribo y antes de enviarlo, Erika toma mi celular y lo deja sobre el escritorio.

—Oye...—ella pone un dedo sobre mis labios, impidiendome hablar.

—Calla—dice y se sienta a horcajadas sobre mis piernas y pasa un brazo por mi cuello.

La miro fijo, sé lo que intenta hacer. En Alemania ella es mi administradora y quien deje a cargo de la galería en mi ausencia. 

Pero también nos acostamos unas reiteradas veces, no lo voy a negar. Erika es una hermosa mujer alemana, cualquiera caería en sus encantos.

Podria ceder a lo que ella me ofrece, ¿pero justo ahora?

No estoy de humor.

—Mira a quien tenemos aquí. 

La voz de Edik logra que me sobresalte aún con Erika en mi regazo. Ella mira con curiosidad a Edik, cosa que me da igual.

Con un poco de mala gana la quito de mi regazo haciendo que se siente a mi lado.

Obviamente no tengo el mas mínimo cuidado al hacerlo, ciertamente un caballero no soy.

El arte de la tentación [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora