El arte de la tentación [En edición]

CAPÍTULO 11.

Capítulo 11.

Mi complemento.

KAELA.

Hoy me encuentro en la cama de Lou.

Anoche vine corriendo a su departamento después de ese casi trágico suceso y básicamente dormimos juntas en la misma cama. 

Ella es mi complemento, mi consejera y la persona que más me entiende en este mundo. Sin ella no sé qué haría, realmente. 

Por eso recurrí a ella después del suceso del casi beso. 

Aún me siento estúpida por casi caer.

—¿Qué tal todo hoy?—dice Lou a mi lado estirando los brazos. 

—Bien—murmuro aún acostada, boca arriba

—¿La culpa ya está recorriendo tu cuerpo?

Niego.

Puedo sentir muchas cosas, pero creo que la culpa no es una de ellas.

Al menos no ahora.

Al fin y al cabo no hice nada.

—Habría sido interesante si se hubieran besado.

—¿Por qué?

Se incorpora sobre un hombro y apoya la cabeza en su mano.

—No sé, sería un poco más de drama en tu aburrida vida.

Bufo.

—Dime una cosa, si hoy—enfatiza la última palabra—no tuvieras novio, ¿habrías aceptado el beso? 

Lo pienso un momento, me gustaría negarlo, pero mentirosa no soy.

Bueno, depende.

—Tal vez.

—¿Tal vez? Esto no es un tal vez, Kaela.

Ruedo los ojos.

—Lo habría aceptado—admito.

Aunque, creo que si no nos hubieran interrumpido, ese beso habría sido inevitable. 

—¿Si?, interesante...

—No te lo voy a negar, Friedrich de alguna manera me atrae, no solo su físico, también su cerebro, su forma de pensar, la manera en la que ve las cosas...

Ludovica me ve atentamente, arruga su entrecejo, supongo que mi respuesta la dejo recalculando.

—Oye, ¿Para qué te invitó a la galería ayer?—cambia de tema.

¿Debería decirle?

No.

No es lo correcto, si Friedrich mantiene su anonimato, supongo que es por algo en particular. 

—Para mostrarme algunas cosas de la galería, unas obras que iban a presentar en este mes.

La miro fijamente para que se trague el cuento y no siga haciendo preguntas. Supongo que lo hace ya que me ignora y se levanta de la cama.

Hoy ya es sábado, por lo que no tengo nada que hacer. Ya estoy al día con la facultad. Tengo casi todas las materias cerradas, excepto la que está suplantando Friedrich. Se supone que él debería corregir mis trabajo. 

Si todo está bien, supongo que me debe cerrar la nota final con los trabajos.

Mierda.

Eso quiere decir que lo debo ver dos veces más en la semana.