CAPÍTULO 27.

9.9K 505 382
                                    

Capítulo 27.

Año nuevo: parte dos.

2/2

KAELA.

Yo no soy una persona fanática del alcohol, sin embargo, a mi me gusta esa sensación que le produce a mi cuerpo cuando éste entra en él. Me siento más divertida, suelta y atrevida. Hasta ahora lo he ingerido con moderación, pero después de todo, no estoy acostumbrada a ingerirlo, por eso me afecta más rápido que a otras personas.

Y ahora mismo no estoy ebria, pero un poco de alcohol está corriendo por mis venas.

Friedrich también dice que no bebe mucho alcohol, pero he notado que cuando lo hace, se ve bastante fresco, como si no hubiese bebido ni una gota.

Quisiera tener esa capacidad.

Mientras sonrío por absolutamente ningún motivo, unos labios se pasean por todo mi cuerpo causándome estremecimiento.

Me gustan los labios de Friedrich sobre mi. Me gusta que él esté encima mío sin camisa besándome cualquier parte de piel que esté a su alcance. Y me gusta que a él también le guste. Porque se que lo hace, sino, ya hubiera dicho lo contrario hace tiempo en vez de experimentar cada vez más conmigo.

Sus labios y el calor de su cuerpo se despegan de mi, obligándome a incorporarme para ver a donde demonios se va. Pero no me da tiempo ya que vuelve a la habitación con algo en sus manos.

-¿Eso es...?

-Pintura- responde y por un momento creo que se va a poner a pintar un lienzo en medio de la acción-. Yo voy a pintar y tú serás mi lienzo.

Tras digerir sus palabras trago duro mi saliva.

¿Va a pintar sobre mi?

Intrigada lo miro seriamente mientras él se acerca a mi y coloca sus dedos al final de mi vestido blanco para quitármelo.

-Hoy tu cuerpo es mío.

-Mi cuerpo es mío- determino.

-Sin embargo, hoy es mío — declara con lo que podría ser una pizca de posesividad.

Antes de que él me quite el vestido, lo hago yo, bajo su hambrienta mirada cargada de deseo y lujuria al contemplarme mientras me desnudo para él y sus locuras. Verdaderamente no sé a qué estoy cediendo, pero estoy muy intrigada por saberlo.

Se acerca a mi y comienza a deslizar una mano sobre toda mi piel, acariciándome mientras siento la calidez de sus dedos. Mi corazón comienza a latir muy rápido cuando él va dejando besos por todo mi cuerpo. Besa mi abdomen, mis muslos, mis piernas, tobillos y hasta mis pies.

Me dejo llevar por el tacto de sus labios cuando hacen contacto con todo mi cuerpo.

-He querido pintar sobre ti desde que te conocí.

-¿Por qué?

-Porque eres arte.

Mi estómago da un vuelco tras oírlo. Siempre lo hace cuando tengo un poco de alcohol en mi torrente sanguíneo.

Comienza a esparcir sutilmente pintura de color azul por cada parte de mi como si estuviera pinceleando un preciado lienzo. Los movimientos de su mano me hipnotizan por la prolijidad que posee.

Un gran artista está haciendo arte sobre mí y me encanta...

Desde mis pechos se dirige hasta mi pelvis, cuando frena, va hacia mis piernas dejando pintura por doquier. Me obliga darme vuelta sin importar que sus sábanas se manchen y comienza a pintar sobre mis espalda y mi culo, aferrándose a él con posesión. Otra vez me da vuelta para volver a mi frente.

El arte de la tentación [En edición]Where stories live. Discover now