CAPÍTULO 19.

15.1K 622 425
                                    

Capítulo 19.

Caprichos.

KAELA.

Han pasado dos días desde la llegada de padre. Intente usar su presencia como distracción y disfrutarlo mientras esté aquí. Pero eso se me ha hecho imposible, ya que mi mente se mantuvo ocupada pensando en quién no debería, es decir, en Friedrich.

Pensé en él más de la cuenta, lo cual me desagrada un poco, pero a su vez aumenta mi curiosidad. Hasta he pensado en mil maneras de cómo llamar su atención, porque claro, también hace dos días no tenemos contacto. Luego recuerdo que es una pésima idea y se me pasa.

Realmente no entiendo qué me pasa. Él es lo único que alberga en mi mente y eso me fastidia. Intento recordar una y otra vez la promesa que me hice, porque sino, ya no sé qué habría de mí.

Tampoco he hablado con Lou, por ende no se ha enterado de lo sucedido entre Friedrich y yo. En mi cabeza se plasma una y otra vez cada momento y siento la necesidad de hablarlo con alguien, así que tomé la oportunidad y me reuní con Ludovica. Ella se encuentra frente a mi, por lo que le comienzo a relatar cada detalle, sin ser explícita, claro está. Le cuento cada cosa y me sorprendo a mi misma al notar que acabo de hablar del tema por primera vez con alguien que no lo haya sabido con antelación. Básicamente ha salido de mí. Aunque realmente no me enorgullece.

Una vez terminado mi relato, la miro expectante a su reacción.

-Bueno...-empieza- yo solo te pregunté si tenías hambre.

No puedo evitar reír por su mal chiste.

-No, pero en serio, Kaela ¿qué pasó con el "me voy a alejar de él"?, era alejarse no follarse.

-Lo sé, es que cuando él me enfrentó en la piscina yo perdí toda mi cordura.

-Sí, se le llama Efecto Friedrich.

-¿Y eso?

-Eso pasa cuando se lo tiene a Friedrich en frente.

-Entiendo...

-Kaela, yo te dije que si no lo hacías tú, lo iba hacer yo.

-¿Realmente lo hubieras hecho?

-Nah, solo lo decía para motivarte, ni siquiera me hubiera prestado atención Friedrich.

Inconscientemente suspiro aliviada.

-¿Por qué sonríes?-me pregunta.

-¿E-h?

-Qué por qué estás sonriendo.

-Por nada en particular...

-¿Qué harás con Isaac?

Excelente pregunta, no me la habia planteado hasta ahora.

-Supongo que debería hablar con él, pero ahora no, claro está.

-¿Y por qué?

-Porque es evidente que este tipo de cosas no se hablan por teléfono. Pero de todos modos me aterra, no quiero arruinar lo nuestro.

-No será fácil, Kaela, pero aunque sea un maldito y que no me cae bien, no lo sigas ilusionando.

-No estaba en mis planes de todos modos. Igual casi ni hablo con él, sabes que cuando se va, se ausenta mucho.

-¿Dejarás a Isaac por Friedrich?

-¿Qué? Claro que no, no lo hago para tener una relación con él ni nada por el estilo. Ni siquiera llegué a pensar en algo parecido.

El arte de la tentación [En edición]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt