CAPÍTULO 33.

7.3K 447 77
                                    


Capítulo 33.

Tiempo.


FRIEDRICH.

—¿Rechazó una propuesta de matrimonio en frente de toda la familia?— pregunta sin poder creérselo.

Asiento. Él emite un largo silbido y recuesta su espalda en la pared, casual, como si no estuviéramos en medio del pasillo de la galería expuestos a tanta gente.

—Que valiente, no cualquiera lo haría.

—Tenías que verlo— comento—, se veía ridículo— recuerdo la expresión en su cara cuando me vió antes de salir después de ser rechazado enfrente de todos por quien se supone que era su novia. Realmente le dió en su ego.

Hasta cierto punto es gracioso, sin embargo, me es inevitable no sentir una gran furia por todo mi sistema al recordar una y otra vez como él intento abalanzarse sobre ella con intenciones de golpearla. Ella, la valiente y temerosa Kaela retrocedió aterrada. La expresión en su rostro me desequilibró totalmente. 

Y yo...

Yo no hice nada.

Me siento un idiota por eso.

Ya que esa reacción no existiría si lo nuestro no se hubiera concretado. 

—¿Y ella?

No sé.

—¿No fuiste a salvarla como si fueras su príncipe azul?

Lo miro con una ceja levantada. Si bien me muestro relajado, por detro estoy agonizando por la ira que avasalla mi sistema.

—¿Qué insinúas?

Levanta sus manos con inocencia.

—Nada— dice, pero en su expresión no veo indicios de nada, de hecho, todo lo contrario, pero por mi poca paz mental, decido pasar por alto su insinuación.

—¿A dónde te fuiste esa noche?— se me ocurre preguntar. Estaba tan distraído que no había prestado atención a la ausencia de Edik hasta hoy que caí en cuenta que no estuvo con nosotros en toda la noche.

—Los vi tan embelesados entre sí que decidí irme y darles un poco de privacidad, así pueden... ya sabes— sube y baja sus cejas.

Embelesados...

¿Hasta ese punto?

—Sabes, no recuerdo mucho de esa noche.

—¿Tan ebrio estabas?

—Tanto como para llegar al punto de tatuarme y a la mañana siguiente no recordar como llego eso ahi.

No le doy detalles de lo que tengo marcado en mi pecho, no necesito comentar eso por ahora. Él me mira con ambas cejas levantadas.

No puedo recordar casi nada de lo que sucedió hace dos dias, lo cual me enferma. Los únicos recuerdos que tengo son de nosotros tatuándonos y luego besándonos en el ascensor. Alli en adelante casi todo es borroso, recuerdo algunas palabras, pero no las siento importantes, supongo que solo nos dejamos llevar por el momento.

Me tomo un momento en silencio ignorando mi alrededor para asi concentrarme en mis recuerdos.

No mucho, casi nada.

—¿Ese no es...?— escucho la voz de Edik.

Giro mi cabeza para verlo, se encuentra mirando fijamente hacia un punto en especifico, por lo que llevo nuevamente mi cabeza a donde él esta observando.

El arte de la tentación [En edición]Where stories live. Discover now