CAPÍTULO 29.

7.1K 414 65
                                    

Capítulo 29.

Motivos y más motivos...

KAELA.

—¿No me vas a saludar?

Isaac me habla, pero yo me encuentro tan estupefacta por su presencia en estos momentos que no puedo modular ni una mísera palabra. Mi novio está aquí antes de lo previsto.

Muchas emociones recorren mi cuerpo al verlo luego de un mes, pero no logro identificarlas, no se sienten igual a las de siempre.

No sé qué me pasa, no entiendo porque no reacciono. No puedo formular ninguna oración, ni un maldito hola.

—¿Sorprendida?— pregunta con diversión.

—Yo...—empiezo a balbucear.

Él rueda los ojos.

—Ven aquí— dice mientras me agarra las manos para atraerme hacia él. Cuando mi cuerpo choca con él suyo y estamos cara a cara, no me da tiempo a decir nada, ya que Isaac cubre mis labios con los suyos.

Me besa y por unos segundos me quedo estática hasta que le devuelvo el beso.

—Te eche de menos— exclama sobre mis labios.

Nos separamos un poco para entrar.

—Llegaste antes— le digo mientras entramos al departamento.

—Quería darte la sorpresa— se mueve con impaciencia—. Kaela... el viaje fue muy largo, necesito ir al baño— se dirige hasta dicho cuarto.

—¿Por qué no me avisaste e iba a buscarte?— le pregunto siguiéndolo.

—Ya te dije, era sorpresa— me dice mientras orina con la puerta arrimada.

Justo en este momento escucho como el timbre del departamento suena unas reiteradas veces y me paralizo.

¡Friedrich! Lo había olvidado.

No puede ser ¡Ahora se decide en aparecer! No, no, no, no.

¿Qué hago?¿Qué digo?

Voy a colapsar.

Respiro hondo y con cautela me acerco a la puerta de la entrada. Esta vez verifico de que sea él y efectivamente lo es. Giro el picaporte y salgo. Friedrich me mira desconcertado cuando cierro la puerta detrás de mí, dejándonos solos afuera del departamento.

—Friedrich, Isaac está aquí— susurro.

—Ah Isaac...¿Isaac?— Su expresión cambia a sorprendido.

—Si, Isaac...

—¡Amor! ¿Todo en orden?— ambos escuchamos la voz de Isaac resonando por todo el apartamento.

—¡Si!¡Espera un momento!— grito—. Friedrich, debes irte ahora mismo antes de que te vea.

Él chasquea la lengua. Está tan tranquilo y yo siento que me dará un paro ¿Cómo demonios le explico a mi novio el porqué Friedrich está aquí? Aún no es el momento para decirle de esto, aún no es el día.

—¿Por qué deberia irme?— suelta y parece casi como si no lo hubiera pensado.

—Friedrich, no puedes estar aquí ahora.

—¿Sabías que él iba a venir?— pregunta seriamente.

¿Qué pretende con sus preguntas?

—No, fue de imprevisto.

Él me mira fijo y serio. Mis nervios van en picada, Friedrich no se mueve de aquí y no sé qué más hacer para que se vaya antes de que a Isaac se le dé por salir.

El arte de la tentación [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora