CAPÍTULO 45.

6.5K 429 29
                                    


Capítulo 45.

Todo está bien.



KAELA.

Todo va bien.

Visite a mi familia y hable con mi hermano.

Volví a la universidad, fui de compras, pinté, salí con Massi y Friedrich me visita todas las tardes, a veces solo y otras veces con Edik.

Y cada cierta hora recibo mensajes suyos preguntándome cómo estoy. Lo cual me hace sentir acompañada.

Nunca estoy sola, si Friedrich no está conmigo, Lou o Edik me acompañan. No dejo que nadie de mi familia me visite. No tengo idea porque, aún no lo descubrí. Les he dado visitas cortas y me reuní con mi padre unas pocas veces. Pero no pasamos más de tres horas en la misma habitación. Me siento más cómoda en mi casa, preferiblemente en mi habitación.

Todo sale bien hasta que el sol se pone.

Por los días mi mente se mantiene ocupada y por las noches me mantengo despierta.

Si duermo dos horas durante la noche, es mucho. A veces, antes de acostarme tomo algunas pastillas para ayudar a conciliar el sueño. Me funciona, pero no lo suficiente. Aún no sé cómo tengo energía al otro día. Pero me mantengo estable.

A veces me cuesta concentrarme en alguna de mis actividades y me distraigo fácilmente, algunas cosas de la universidad me están costando un poco y he reprobado el primer parcial del año. Lo pude recuperar en la siguiente fecha y pase, pero con una nota mínima, jamás me había pasado algo así. Sin embargo, no le di importancia. Estaba ocupada en otras cosas como para preocuparme en sacar notas altas.

Algunos pensamientos rondan por mi mente cuando me encuentro sola, por eso me gusta que alguien esté conmigo todo el tiempo.

No he vuelto a hablar de ese tema con nadie.

Durante casi un mes, los chicos quisieron abordar lo que pasó aquel día.

Pero siempre cambie el rumbo de la conversación.

Ellos parecieron entenderlo y jamás se abordó ese día.

No le pregunte a Friedrich que sucedió con su primo después de que me haya dicho que jamás iba a volver a acercarse. No quiero saber de él. Solo lo quiero lejos.

Así que cuando pasamos el rato juntos, divagamos un poco sobre el mundo artístico o nos besamos hasta llegar al dormitorio y hacer cosas de adultos. Básicamente lo que siempre hicimos desde que nos conocimos. Nada cambió.

Y lo deseo todo el tiempo, para que el único toque que pueda sentir sea el suyo y olvidar todo lo demás. Pero también anhelo su compañía. La paso bien cuando estoy con él. Hasta me volví una experta en ocultar mis sentimientos hacia él. Ya que no parece notarlo, y eso es bueno.

Hasta cierto punto.


***


El tiempo pasa y yo me siento cada vez más agotada. No entiendo porque, no hago nada que implique algún tipo de fuerza, tanto física o mental.

Pero allí estoy, cansada y con ganas de dormir todo el tiempo, pero no lo logro.

El otro día Friedrich se quedó a dormir conmigo, y tuve que fingir estar dormida para que no hiciera preguntas.

El arte de la tentación [En edición]Where stories live. Discover now