CAPÍTULO 13.

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Capítulo 13.

Su rostro.

KAELA.

Aún tengo los labios de Friedrich sobre los míos. Donde ambos se mueven a la par, profundizandose cada vez más con cada movimiento, los suyos se abren paso dejando salir su lengua para adentrarse dentro de mi boca, envolviendose con la mía. Provocando minis jadeos de mi parte. Realmente esto me está afectando, siento ardor por todo mi cuerpo y más entre mis muslos.

Estamos tan pegados el uno al otro, que puedo sentir todo su cuerpo apoyado sobre el mío, y con la fricción que hacemos con cada movimiento, siento su dureza sobre mi vientre.

Este es un beso tan sensual y candente que desearía jamás separarme de sus excitantes labios.

Siento vibrar mi celular en mi bolsillo, pero lo ignoro.

Estoy tan perdida con este beso, que pierdo la noción. Vuelvo a la consciencia y caigo en cuenta de lo que está sucediendo. Cuando decido romper el beso, por falta de aire y por otras obvias razones, él se me adelanta y lo hace primero.

-Kaela...-susurra sobre mis labios, con la voz demasiado afectada. Se encuentra igual o peor que yo. Eso me agrada.

Friedrich descansa su frente sobre la mía.

-Mierda... ¿Que acabo de hacer?-mascullo y respiro hondo por la adrenalina que siente mi cuerpo.

-Besarme-dice y abro los ojos de golpe. Él al parecer yo los tenía abiertos.

Me quedo hipnotizada, cayendo por el azul que abarca sus ojos. Un azul que se ve afectado por la excitación, ya que se ve mucho más oscuro de lo normal.

Parpadeo para salir de la hipnosis y me alejo un poco de él, quitando mis brazos de su cuello.

-Acabo de besarte.

-Evidentemente-murmura.

Cuando abro la boca para decir algo más, la vibración de mi celular me interrumpe, doy un paso más hacia atrás y decido contestar.

Es Lou.

-¿Hola?-pregunto y me alejo un poco más de Friedrich, evitando ver sus ojos.

-Kaela, ¿Estás ocupada?-frunzo el ceño, su voz suena nerviosa, como si estuviera a punto de llorar.

-¿Qué sucede?

-P-phillip volvió a llamarme...-dice y su voz se quiebra.

-Voy para allá-respondo sin dudarlo.

-Está bien-cuelgo.

Me armo de valor para ver a Friedrich a los ojos. Tiene el ceño fruncido, veo duda en su rostro.

Se agacha en su lugar para recoger la bolsa que hace unos minutos atrás deje caer. Lo hace y me la entrega.

-¿Está todo bien?-pregunta con cautela.

Asiento.

-Friedrich... Debemos hablar de lo que pasó, no... no estuvo bien. No debería de haber pasado.

-¿Eso crees?-enarca una ceja.

Lo miro expectante y muerdo mi labio. Mierda, el nerviosismo volvió y no me había dado cuenta de que se había ido hasta que lo vuelvo a sentir en este momento.

Antes de responder, suelto mi labio. ¿Por qué lo muerdo?

-Si, simplemente, no pasó-respondo rápidamente, y sin ver su expresión, me doy la vuelta antes de darle tiempo a responder y comienzo a caminar hacia la puerta.

-Ah y Kaela...-dice detrás mío, alzando la voz- no es necesario que vengas el viernes.

El arte de la tentación [En edición]Where stories live. Discover now