CAPÍTULO 48.

7.3K 446 50
                                    


Capítulo 48.

Avanzando.


KAELA.

—¿Alguna vez has pensado en tu futuro?— Me surge la pregunta mientras me encuentro con la barbilla sobre su pecho trazando suavemente con mis dedos la tinta que recorre su piel.

—¿Mi futuro?, ya lo estoy viviendo. — contesta luego de un rato, absorto en el contacto de mis manos sobre su piel.

Sé que se refiere a sus éxitos.

—No este futuro, sino el que va más allá...— intento explicar. ¿Cómo lo hago sin parecer que me esté declarando?, lo que note es que a veces Friedrich no es muy bueno captando ciertos mensajes... O tal vez sí, pero no quiere tomarlos en serio, ni afrontar la verdad—, no sé, quizás casarte... Tener una familia...— suelto lo más rápido para no darle tiempo a contestar—. Yo he pensado constantemente en mi futuro, pero jamás vi nada. Creía que tenía mi vida resuelta hasta que...— Hasta que llegaste tú y diste vuelta mi mundo.

»Hasta que un día me di cuenta que nada es para siempre y que pocas cosas están aseguradas en nuestras vidas. Que el tiempo pasa y con ello, nosotros crecemos, por instinto buscamos una pareja y forjamos una familia. Ese es el futuro del que hablo.

Lo considera un momento.

—¿Quieres saber si alguna vez pensé en formar una familia?— Asiento—. La verdad es que no, jamás lo considere para mi futuro.

—¿Acaso quieres estar toda tu vida solo?, ¿y quien te va a cuidar cuando tengas setenta años y te vuelvas un hombre senil?

—Me internaré en un asilo.

—¿Y cuando mueras?, ¿quién se hará cargo de tus restos?

—Seguro que me cremaran y tiraran mis cenizas por ahí. Me parece algo irrelevante la verdad, ya estoy muerto, no es como que importe mucho. — La crudeza con la que habla me causa escalofríos.

Realmente no puedo creer que jamás haya considerado tener una familia, esposa, hijos...

—Realmente te da igual todo, ¿no?

Medio se encoge de hombros— como puede, ya que él se encuentra acostado—. Yo me distraigo de nuevo con sus tatuajes para no seguir el tema.

No hagas preguntas de cosas que no estás lista para oir.

Sigo trazando el contorno de cada tatuaje y una cálida sensación recorre mi cuerpo cuando toco uno en especial.

"IV-XI"

Este lo acaricio un poco de más. No volvimos a hablar de los tatuajes desde que los encontramos grabados en nuestra piel. Por mi parte pretendo olvidar que el mío se encuentra sobre mis costillas. Pero aunque finja que no está allí, en silencio les doy un significado y los añoro, porque al menos para mi, son muy especiales.

En ocasiones pienso en esa frase delirante que creo haber escuchado cuando estábamos ebrios:

"—Me tatué la fecha en la que nos conocimos"

Yo no sé si lo que escuche fue producto del alcohol, siendo así algún delirio místico. Pero cuanto más lo pienso, más real se vuelve.

Además, recuerdo plenamente que dije después:

"—¿Te diste cuenta? Nos tatuamos algo que nos recuerda al otro."

Y la sonrisa de Friedrich al final antes de que cayéramos en un sueño profundo parecía tan real.

El arte de la tentación [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora