CAPÍTULO 16.

13.2K 725 255
                                    

Capítulo 16.

Maldita mujer.

KAELA.

—Friedrich ¿Qué mierda vamos hacer?— pregunto separándome de él. 

—No lo sé ¿Tú qué quieres hacer?—me dice con una sonrisa maliciosa plasmada en su hermosa y perfecta cara.

Reflexiono o eso intento, pero se me es imposible teniendo a la tentación prácticamente sobre mi. Lo miro y luego miro sus labios, y lo único en lo que puedo pensar es en él, en mí y muchas cosas interesantes. 

—A la mierda—no sé que digo o hago, pero como puedo, vuelvo a besarlo y él me responde más rápido. 

Otro fascinante beso.

Me besa y luego deja de hacerlo para besar mi mandíbula, cuello y toda parte de piel cerca. Sus manos se deslizan de mí cintura hacia mis caderas y yo disfruto de su tacto y la suavidad de sus labios. Es un maldito ser excitante.

—Espera, Friedrich...

Se aleja rápidamente. 

—¿Qué sucede?—pregunta con cautela.

—Creo... que deberíamos ir a dentro. Digo, para que no armemos un espectáculo en medio de la piscina.

—De acuerdo, vamos—dice mientras me arrastra de la mano hacia lo más playo de la piscina. Cuando llegamos a la salida, nos soltamos la mano con cautela.

—¿Y ahora?

—Ven a mi habitación.

El maldito tiene una para él solo, lo olvidaba.

Lo sigo hacia la entrada y ambos abordamos el ascensor. En un abrir y cerrar de ojos ya estamos en el pasillo de su habitación. Ingresa su huella dactilar para verificar que es él y la puerta se abre con éxito, ambos entramos y después de cerrarla, Friedrich no espera mucho, ya que envuelve mi cabello en un puño y ataca mis labios.

—Tienes los labios más excitantes que he probado—me susurra entre besos cortos, y esa simple frase hace que mi temperatura corporal se eleve descomunalmente.

—Los tuyos son fascinantes—respondo mordiendo su labio inferior tirando de él. En respuesta me da un gruñido, y comienza a besarme ferozmente.

Mierda. 

Unos simples besos me tienen demasiado... excitada.

Siento como mi centro se encuentra completamente húmedo, deseando mas, mucho mas. Por instinto empujo mis caderas hacia él, ganándome un jadeo de su parte y en respuesta, Friedrich se pega mas a mi, restregándome su dura erección sobre mi vientre.

Me levanta un poco y me lleva hacia la enorme cama, él cae sobre mí, comienza a besarme en el cuello y desciende hasta mis pechos. 

Por un segundo se queda ahi, sin hacer nada y luego levanta sus oscuros ojos y los fija en los mios. La intensidad con la que me mira hace que mi jodida mente solo pueda pensar en una sola cosa: Que estoy dispuesta a darle o hacer absolutamente todo lo que me pida. 

Un pequeño cosquilleo invade mi ser. Me gusta como me mira.

Hipnotizada bajo sus ojos, doy un pequeño asentimiento y él no se toma mucho tiempo en desatar la correas de mi bikini, haciendo que mis pechos salgan dejandome completamente expuesta para él. 

Friedrich no quita su vista de mis pechos, los contempla con tal fascinación que me calienta aún mas.

—Joder, siempre quise hacerte esto—murmura llevando sus manos hacia ellos, masajeando y jugando con mis pezones.

El arte de la tentación [En edición]Where stories live. Discover now