Capítulo cuarenta y cinco. | SEGUNDA TEMPORADA.

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L U N E S.

04:17

La preocupación había impedido que aquel hombre cabello rubio pudiera dormir de manera tranquila.

Tom observaba como su amada, a diferencia de él, sucumbia al sueño plácidamente, sus ojos azules escaneaban su rostro de forma detenida sintiendo como es que una gran ola de emociones en su interior lo arrasaba, sensaciones negativas, hoy llevaría a su amada a las instalaciones de Warner cosa que en realidad él no quería hacer.

¿Tan difícil era entender que no era factible? Durante los primeros meses de embarazo se era propenso a sufrir de un aborto espontánea, el hacer un sobreesfuerzo podía ser una razón de aborto.

Después de aquella pequeña "discusión" no volvieron a tocar el tema, Tom no tenía un buen presentimiento por ello pero debía dejar de pensar de forma negativa.

Tom estaba también próximo a viajar para firmar aquel contrato con YouTube en su serie, sus planes simplemente abarcaban ser breves por lo que esperaba que terminase de esa forma para que no tuviese que perder la primera cita al obstetra, evidentemente la primera vez acompañandola a su revisión. Él no quería perderse de ningún detalle con el embarazo.

Sonrió internamente enternecido ¿Sería él o ella? ¿Qué es lo que quisiera? Fuese varón o no él lo amaría.

En la mente de aquel rubio aun no se procesaba del todo la idea que iba a tener un hijo ¡Su propia familia! Sin duda estaba enamorado de su paternidad, él quería lo mejor para ese pequeño ser al que amaría y por el que entregaría su vida. ¿Cómo se llamaría? Debía comenzar a discutir con Moa diferentes nombres en caso de que fuese niño o niña.

¿A quién se parecería más? ¿A Moa? ¿A él?

¿Sería de piel morena y ojos azules?
¿De cabello ondulado y rubio?
¿De piel perlada y ojos marrones?

¿Preferiría a mamá o a papá?

Felton cerró los ojos calmado, extendiendo una mano para jalar con suavidad el cuerpo de su amada siendo apenas el roce de su mano la acción que haría que la mujer de piel morena se escondiera en el pecho de este buscando su calor y la sensación de protección que solo él podía darle. Sentirla cercana lo hizo sentir tanta felicidad, con uno de sus brazos rodeo su cadera de forma protectora.

Él no permitiría que dañaran a su familia.

Al despertar se encontró en medio de la soledad en aquella cama, el lugar de su costado era fresco por lo que suponía ella ya llevaba un buen tiempo fuera de los edredones. Se puso de pie tomando sus lentes para colcoarselos y desplazarse con calma por toda su casa.

— ¿Honey? —Preguntó el rubio extrañado en voz alta siendo respondido en la lejanía segundos de silencio después.

— En la cocina.~—Tom se dejó guiar por la voz de su amada que provenía de la cocina, al colocarse en el umbral de la entrada a dicha pieza se encontró con una sonriente morena.

Radiante.

Esbelta.

Sus ojos marrones mantenían un brillo peculiar.

Su cabello a simple vista sedoso con las ondulaciones naturales marcadas, seguramente por gracia de producto de cabello.

— Estás hermosa. —Fue lo primero que salió de los labios de aquel rubio que endiosado apreciaba a la mujer que amaba, Moa rió con suavidad.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now