Capítulo trece.

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19 de Noviembre, Jueves.

Moa.

Durante casi dos semanas estuve siendo un fantasma para Tom, no me molestaba en absoluto pues sabía que no era su prioridad, Jade estaba con él así que no era de extrañarse que fuese básicamente invisible.

Mi ansiedad por tener aquel pendiente se había disminuido y no como sinónimo de que ya no me importaba, al contrario, era mi vida pero al saber que estaba en buenas manos no sentía miedo alguno.

Emma me había llamado en cuanto la semana inició para decirme que el Viernes habría una fiesta ¿En motivo de qué? Al parecer nada en general, solo estar con los demás y disfrutar de que ella estaba en la ciudad.

— ¿Ya escogiste algún vestido? —Una voz se sumó a mis espaldas a mi solitaria presencia.

Solté una risa divertida negando con la cabeza.— No, aún no.

— ¿Qué piensas? ¿Que tu conjunto aparecerá por arte de magia en la cama.—Resongó aquel británico con el ceño fruncido.

— Funcionaba cuando era pequeña.—Respondí con una sonrisa divertida, Robert rodó los ojos.

— Eres increíble.—Ironizó.

— Así me amas. —Le saqué la lengua en son de burla.

Robert se tiró a mi lado en el sofá mientras alzaba sus pies para subirlos al mueble, su cuerpo se acercó al mío mientras buscaba dejar su cabeza en mi hombro cosa que yo permití.

Pasé un brazo por detrás de su nuca para acercarlo y dejar caricias en su cabello.

— ¿Tú que piensas llevar?

— No gran cosa, un pantalón y alguna camisa.

Le di un zape.— Idiota ¿Y por qué me reprochas a mí que no tengo conjunto cuando tú irás como cualquier otro día al que vienes a mi casa?

— Es que mañana si me bañaré.

— Ah, eso explica muchas cosas. —Burlé soltando una risa, dejé un beso en una de sus sien.

— ¿A que hora dijo Emma que era la fiesta?

— A las 20:00 ¿Pasarás por mí?

— Querida mía. —Me llamó con un tono airoso.— Me tendrás aquí desde la misa de gallo.

Rodé los ojos con diversión.

— ¿Quieres ayudarme a escoger algún atuendo?

Pegó el salto de mi lado.

— Estoy desde hace una semana esperando a que me digas eso ¡Por fin! —Reí negando con la cabeza.

Robert tomó mi brazo con el que lo había acariciado para jalarme y ponerme de pie.

— Eres mi cita, tienes que ir presentable.—Rechistó.

Sus palabras me hicieron reír.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now