Capítulo catorce.

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Moa.

— ¡Mira! —Chillé de una forma euforica mientras golpeaba la pierna de Robert por lo bajo para llamar la atención que ya tenía por parte de él.

Sus ojos me veían curiosos espera de saber en que mirar.

Giré suavemente mi rostro de tal modo que él pudiera ver el pendiente que Tom me había entregado.

— Oh, te lo ha dado. —Dijo él con una sonrisa, su dentadura se mostraba ante mí.

Siempre he dicho que Robby tiene una sonrisa hermosa al igual que una mirada fascinante, siempre que me observaba podía distinguir genuinidad en sus ojos azules.

Y eso siempre me hacía sentir especial.

Al regresar mi rostro de forma que lo tuviera de frente sus ojos se fijaron en mis pendientes que adornaban mi rostro.

— ¿Me veo muy hermosa, no? —Pregunté a lo que Robert rió por lo bajo.— Tom me lo dijo.

Robert le dio una mirada rápida a Tom quien estaba frente a nosotros, reí.

¡Tom me había dicho que estaba hermosa! Cosa que sin duda, no se vería todos los días.

— No dijo mentira. —Susurró él en respuesta cosa que a mí me hizo darle un codazo.

— ¿Hace cuanto que no te veo en vestido? —Preguntó James quien se volteó a nosotros dos.— Creo que desde el Yule Ball.

— Demasiado tiempo ¿No? —Le dijo Rob, al ver que James cayó en cuanta de los años que habían pasado desde el Yule Ball, o más bien, las grabaciones de las películas.

— Ni que lo digas ¿Cerveza? —Dijo con sorpresa seguido de una pregunta tras tomar unas cervezas de la cubeta céntrica.

Asentimos, yo tomé una así como Robert la suya.

La noche comenzaba así que, decidida, comenzaría a disfrutarla. La conversación en la mesa variaba y las risas no faltaban, todos los que alguna vez fueron parte del elenco de Harry Potter reían a diestra y siniestra gozando del ambiente.

Las parejas no pasaron por alto, ellas a pesar de no ser en su momento parte del rodaje de la saga, se integraban de una manera increíble.

Oliver y Katy nos sorprendían con la buena nueva de que estaban comprometidos, en anillo se lucía en las delicadas manos de la rubia.

— ¿Para cuándo es la boda? —Dijo Bonnie con una sonrisa pura.

— Aún no tenemos fecha, tenemos demasiado que pensar. —Respondió Katy algo avergonzada.

— ¿Nos van a invitar? —Preguntó Rupert quien sostenía con una mano la mano de Georgia, su novia, y con la otra su cerveza.

— No, a ti no, hermanito. —Dijo rápidamente Oliver.— Georgia, tú sí estás invitada.

Todos reímos.

— Hay que hacer un brindis.—Dijo Daniel captando la atención de todos.— Un brindis por Oliver y Katy, que gocen de salud y felicidad ¡Salud!

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now