EPÍLOGO. | FINAL ALTERNATIVO.

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— Es hora. —La voz de Potter sonó en aquella sala, ansioso por el evento que se llevaría acabo al día siguiente.

Aquellas dos palabras habían colocado de forma inmediata de mal humor al primogénito de Felton-Armstrong pues según le habían explicado, él debía ir a dormir junto a su padrino cosa que el infante no quería.
Comúnmente, Robbie siempre era entusiasta al momente de querer ir a casa de Daniel a dormir pues él, junto con su tía Erin le permitían lo que mamá no.

Después de la cena, el tío Daniel solía comer con él galletas y papitas en la cama mientras veían una película, así como también saltar en la cama.

Amaba jugar con él, sobretodo cuando su tío lo alzaba entre sus brazos, daba vueltas con cargandolo hasta finalmente aventarlo contra la cama haciendolo rebotar, aún cuando la tía Erin solía regañarlo.

Pero cuando ella no los veía, era el secreto de ambos jugar de esa manera con la única fácil condición que su tío solía repetirle "No llorar porque nos van a regañar a ambos"

La tía Erin no era mala, y casi nunca solía regañarlo a él, jugaban juntos en la ducha, y le permitía estar ahí unos minutos más después del pasado tiempo de baño.

Pero en esta ocasión no, él no quería irse del lado de su madre, no cuando había visto como su padre le daba unos cuantos besos.
Moa sintió como sus piernas fueron aprensadas entre los pequeños brazos de su hijo haciendola soltar un respingo.

— ¿Estás listo para irte, mi amor? —Preguntó la morena a su hijo, mientras se encargaba de seguir arrullando a la pequeña Bless de apenas un año de vida.

— No. —Promulgó fuerte y claro.— No quiero.

— ¿Por qué? —Preguntó Daniel echando a su hombro la pequeña maleta preparada con cosas de su ahijado dentro.

— No quiero. —Dio como respuesta.

Tom quien estaba sentado en el sofá individual de la sala solamente negó antes de intentar razonar con su pequeño.

— Debes de ir, tu mamá se quedará con tu hermanita y conmigo, mañana iremos a una fiesta.

Las fiestas eran algo que a Robbie le gustaba sobre todo cuando había música porque era ahí donde él junto a su madre se ponían a bailar. Aquel pequeño rubio pareció meditarlo un poco, sus ojos azules observaban a su mamá, así como a su padre y a sus tíos, Daniel le extendió la mano haciendole un suave gesto para incitarlo a caminar.

— Ya es hora, debemos irnos Garrapata.—Mencionó Potter, evidenciando el apodo que le había dado.

— No. —Protestó el menor.

— Sí.

— No.

— Sí.

— No.

— No. —Cambió Radcliffe su respuesta a una de negación.

— Sí. —Respondió en contra el menor sin pensarlo.

— ¿Sí? Bueno, ya vámonos. —Tomó la mano del pequeño quien pareció haberse confundido, su mente trataba de procesar por lo que había pasado en ese momento y como es que había aceptado.— Despidete de tus papás.

Robbie con un rostro consternado pero sin oponerse ya simplemente se despidió de sus padres con un ademán.

Los padres de aquel niño rieron al darse cuenta de la psicología inversa que había aplicado su padrino. El pequeño de cabello rubio caminó hasta su papá para querer ponerse de puntitas y despedirse de él con un beso en la mejilla.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now