Capítulo cincuenta y seis. | SEGUNDA TEMPORADA. | FINAL.

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El tiempo pasaba rápido, en un abrir y cerrar de ojos la vida se iba de manera tan fugaz, a veces simplemente se vive por vivir sin disfrutar de los pequeños placeres que la misma te da.

Desde que Tom había regresado de su trabajo de sus brazos no solía salir su hijo, a donde sea que el rubio fuese siempre iría acompañado por su primogénito. Habían desarrollado un muy fuerte lazo donde Robbie a penas podía soportar un día sin estar entre los brazos de su padre cosa que realmente Moa pensaba que sería un problema cuando su prometido tuviese que irse a trabajar lejos.

— Ya te he dicho que no lo cargues así. —Regañó la morena al notar como es que Tom acunaba y arrullaba a su hijo sobre su pecho bocaabajo.

— Tranquila, parece cómodo.

— Porque ya lo acostumbraste. —Chistó frunciendo el ceño obteniendo como es que el rubio simplemente suspiraba con un toque ligeramente fastidiado.— No me revires los ojos así.

— ¡Tom, haz caso! —Se escuchó una tercera voz femenina que se acercaba. Sharon había visitado a la pareja.— Además para un bebé no es recomendable que duerma bocaabajo, siempre es bocaarriba. —Y sintió como los ojos de Moa se posaban de su madre a él nuevamente en un aire triunfante.

— Esta bien —Arrastró con desgano las palabras mientras con cuidado volteaba el cuerpo frágil de su hijo para acostarlo correctamente, ya no en su pecho sino en el portabebé.

Robbie se removió en su lugar incómodo, un poco adormilado frunció su ceño como protesta al no estar en una posición agradable, sus pestañas coquetas tal como las de su padre se alzaron al abrir sus ojos dejando ver a una capa cristalizada de lágrimas que pronto se convirtió en llanto.

— Ya, ya, eres un chantajista, tu mamá ya me regañó e igual tu abuela. —Evidenció Tom sacando del portabebé a su hijo para arrullarlo entre sus brazos con la finalidad de saciar su llanto.

Sharon observó aquella escena soltando una risa enternecida ante la oleada de recuerdos que vino a su mente. La risilla de su madre hizo a Tom observarla regalandole una sonrisa ladina.

— Te toca pagar todas las que me hiciste. —Burló Sharon.— Tú eras igual de chantajista. —La mirada azul de la madre de aquel actor se pasó a su nieto observandole embelesada.— Es como una copia tuya.

— Ni que lo diga. —Barbarizó Moa posando una mano en su pecho fingiendo sentirse ofendida. La morena se acercó a su prometido para tomar entre sus brazos a su hijo quien por instinto buscó el pecho de su madre, hambriento.— Nueve meses en mi vientre para que se pareciera a su padre.

Una carcajada se escuchó por parte de la madre de su amado.— Oh hija, yo estaba igual de ofendida que tú, 4 embarazos y ninguno se pareció a mí.

A las personas cercanas no era demasiada sorpresa notar que aquellos padres primerizos mantenían en su rostro expresiones de cansancio, bajo sus ojos bolsas ligeramente oscuras debido al mal sueño sobretodo la morena quien era la que tenía que levantarse rápidamente para arrullar entre sus brazos a su hijo tratando de evitar que su prometido se hiciera cargo, principalmente porque sabía lo cansando que a veces podía estar por algún día de ensayo.

Poco a poco el rumor de ver a Tom con un anillo de compromiso era cada vez más presente, en sus live's de Instagram o Tiktok el rubio al ser una persona muy gestual solía dejar al alcance de la vista aquel anillo.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now