Capítulo cincuenta y uno. | SEGUNDA TEMPORADA.

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Narrador omnisciente.

Magdala se deslizaba por los escenarios que le resultaban familiares, no esperaba encontrarse en aquel lugar que tras una pantalla solamente vio, notaba ir y venir a las personas que le dedicaban extrañamente miradas de compasión y lástima ¿Por qué? No lo sabía.

Había comenzado a caminar con tanta fluidez como si fuese un miembro normal en aquel lugar, su mirada buscaba a su prometido a quien había perdido de visto cuando ella entabló una conversación amena con Carlos Valdez, aquel hombre de piel tostada igual que ella que le daba vida a Cisco, Grant y Tom se habían retirado por ciertos motivos que ella en su momento no prestó atención por hablar con aquel varón de cabello a los hombros.

En medio del set de filmación de The Flash la mujer apreciaba toda la instrumentaria que ocupaban, la escenografía, los vestuarios incluso emocionandose cuando se detuvo a apreciar el traje que parecía ser realmente de látex. Mordió su labio inferior con emoción ante sus ganas de querer tocarlo.

¡Le emocionaba estar en el Set de The Flash!

Pero toda esa emoción fue consumida cuando sintió una extraña sensación en su vientre, bajó su mirada observandole atenta posando su diestra para sobarle como si se encontrase con molestia, sintió un pequeño empujón nulo y entumecido sorprendiendola, el bebé había dado una patada.

Debía acostumbrarse a la sensación desde luego.

— Relájate, ya encontraré a papá, solo deja tu mal humor.—Habló Moa desviando su mirada a sus costados esperanzada en que las personas que pasaban por ahí fueran el hombre al que amaba.

El pequeño bebé que crecía en el interior de la mujer había desarrollado la capacidad de moverse dando pequeñas patadas cuando escuchaba la voz de su padre como si soliera emocionarse.
No le sorprendía, tal parecía que habían desarrollado un fuerte vínculo desde que Tom comenzó a cantarle, a veces el rubio se colocaba a su costado a la altura de su vientre y cantaba, y eso parecía gustarle al bebé.

Era muy lindo a excepción de cuando el ojiazul estaba ausente pues con regularidad cuando Moa quería sentir sus patadas y le hablaba a su vientre recibía patadas fuertes que a ella misma le sorprendía que sin siquiera haber nacido tuviese fuerza. Las patadas eran fuertes y le resultaban abrasivas cuando el bebé en todo el día no había escuchado la voz de su padre.

Su mirada se dirigió por última vez al traje observándolo detalladamente antes de bajar su mirada al bolso con el que cargaba donde traía en su interior algunas cosas importantes siendo su objetivo conseguir su celular para llamar por tercera vez a su prometido.

— Magdala. —Una voz la detuvo haciéndola hacerla encontrándose con Keiynan, quien daba vida a Wally West, ella ensanchó una sonrisa calida y llena de ternura mientras alzaba su mano para saludarlo.

— ¡Kay! —Dijo con entusiasmo llamandolo por el apodo que le había dado.

— Oye ¿De casualidad no has visto a Grant? Lo busqué en su camper pero no lo encontré. —La morena negó con la cabeza sacando su celular de su bolso sin dejsr de mirar al varón frente a ella.

— No, pero justo busco a Tom también y él se fue con Grant, no recuerdo exactamente a donde, cuando se fueron estaba hablando con Carlos. —Explicó haciendo una pequeña mueca.

— Oh... ¿Necesitas ayuda en algo? Tal vez sí están ocupado. —Dijo con un tono ligeramente airoso denotando su interes a comedido.

Llena de ternura negó con la cabeza, Lonsdale le generaba mucho ternura.— No, no, solo necesito verlo para calmar un poco al este pequeño.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now