Capitulo #9. ¡Soy una maquina de matar!

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Como si su diminuto cuerpo de ardilla de 20 cm o su gordo afelpado cuerpo que no demostraba peligro atrajeran depredadores, el encuentro contra la mantis no fue el único que Daisy experimento ese día.

Pelando contra pájaros monstruosos, ratas del tamaño de gatos, enormes insectos como mosquitos o mariposas, Daisy descubrió que su inofensivo y gordito cuerpo afelpado de ardilla en realidad no debía subestimarse.

Garras retractiles como las de un gato sumamente filosas como un bisturí cuando rebana carne, un pelaje que normalmente es esponjoso y suave, pero puede ser más duro que una roca y erizarse como pinchos peligrosos, dientes sobresalientes que pueden fácilmente desprender carne de un cuerpo, sumándole sus sentidos afilados e instinto de escape que la hace increíblemente rápida y ágil, Daisy era la perfecta definición de un ser adorablemente letal.

Ella no sabía cual era su habilidad, ya que sí, los animales y plantas al mutar no solo se volvían más peligrosos, sino que en algunos casos muy pero muy extraños, dependiendo de la inteligencia del animal, este también podía ganar una habilidad sobrenatural, y Daisy había notado que su mutación no sería algo común, ya que desde la primera ola su cuerpo, o mejor dicho su cerebro, muto de una manera obvia, además Daisy tenía la misma inteligencia de un humano, por lo que era obvio que también obtendría una habilidad sobrenatural.

Por el momento, Daisy estaba centrada en patrullar los alrededores, por lo que dejaría de lado experimentar sus habilidades.

El primer día de estar despierta Daisy no encontró nada más que combates contra animales mutados, ella llegó a la conclusión de que, debido a la gran cantidad de animales monstruosos, era mínimo el segundo día de la segunda ola, por lo que solo quedaba seguir patrullando en espera de la llegada de los sirvientes.

Daisy también se percato que como un animal, podía distinguir el sonido de las ondas vitales de otros animales, por lo que tenía un radar interno que le permitía localizar las presencias cercanas

En el segundo día de patrullar, comprobó que habían algunos animales “inteligentes”, no eran tan inteligentes como su yo anterior, pero podían razonar un poco más allá del instinto,

Daisy sentía que podría llegar a comunicarse con ellos si tuvieran un poco más de inteligencia, lamentablemente esos pocos animales que encontró “inteligentes” querían almorzarla, por lo que Daisy termino matándolos antes de ser comida.

Agradeciendo una vez más que sus instintos como animal se fortalecieron junto con la normalización de “la supervivencia del más apto”, Daisy prosiguió patrullando, después de todo, si ella hubiera mantenido solamente su mente humana, con su yo anterior, ella no podría ni siquiera sostener un cuchillo.

Solamente cuando Daisy regresaba a dormir aun lado de Derek, ella se relajaba un poco, y después de dormir unas cuantas horas, volvía al jardín a patrullar, al tercer día de estar despierta y el cuarto día de la segunda ola, Daisy se encontró por primera vez con un enemigo que la hizo temblar.

Un nido de abejas, las cuales medían alrededor de 10 cm cada una, trataron de crear una nueva colmena en la sala de estar de la mansión, Daisy no las hubiera detenido, pero aun cuando sus números eran pequeños eran muy agresivas, aun si Daisy no busco pelea, las abejas, las cuales estaban al comando de la abeja reina de 20 cm, atacaban indiscriminadamente cualquier cosa, por lo que Daisy, por seguridad para Derek y los próximos sirvientes que vendrían, no tuvo otra opción mas que aceptar el reto.

Fue la primera vez que Daisy sintió los peligros de la batalla, las abejas como cohetes kamikaze eran muy rápidas, fueron el primer animal cuyos movimientos para Daisy eran difíciles de seguir, se podría decir que su única cualidad era la rapidez, pero, aun así, con el enorme aguijón que apuntaban a su presa, eran oponentes muy peligrosos.

Daisy no tuvo otra opción más que entregarse por completo a sus instintos de animal, mientras poco a poco se acostumbraba a la rapidez de las abejas y con su agilidad a duras penas las esquivaba.

Al final, Daisy usando su rapidez y agilidad, como una pelota de hule que rebota por todas las paredes a gran velocidad, fue matando abeja por abeja, en su mente ella no podía evitar decirse así misma, “¡Soy una maquina de matar!, ¡soy una maquina de matar!”, mientras veía como caían las abejas una por una.

Aun si su cuerpo no pudo evitar salir herido con algunos rasguños, y algunas cuantas, envestidas por parte de las abejas, Daisy termino con una pelea 1 vs 1 contra la abeja reina.

La abeja reina era aun más dura, pero Daisy la cual ya se había acostumbrado a la velocidad de las abejas, e incluso la había dominado ella misma, pudo degollar a la abeja reina antes de que esta alcanzara a perforarla con su aguijón.

“Ja, eso les pasa por volverme su enemiga”, dijo con un resoplido Daisy mientras iba a curar sus heridas y a descansar a un lado de Derek.

Estaba adolorida por todas partes, ahora que la adrenalina se había ido, Daisy pudo sentir como su cuerpo estaba muy cansado, fue la primera vez que tuvo un combate tan largo y duro.

"¿Combate?, ¿cuando me volví tan viciosa?" pensaba Daisy mientras veía las heridas en su cuerpo.

Desinfectando los rasguños y untándose pomada, Daisy se percato que sus patas delanteras eran tan hábiles como manos humanas, pero al recordar como las heridas de todos sus anteriores enemigos rápidamente se podrían o atraían larvas, Daisy se puso sería y se curo.

"Los virus y parásitos también mutaron por lo que no es bueno tener heridas abiertas o sin cubrir", de ahora en adelante, ella sabía que tenía que tener mucho cuidado, este se había vuelto un mundo donde un simple rasguño podía conducir a una dolorosa muerte.

Acurrucándose en el pecho del aun dormido Derek, aun si Daisy sabía que el no estaba consiente, ella no podía evitar seguir con la costumbre de dormir en su posición favorita.

“hice un gran trabajo, ¿por que no despiertas y me alabas como siempre?” acariciando con su cabecita las mejillas del dormido Derek, Daisy volvió a su pecho, acurrucándose para dormir.

No sabía cuanto tiempo descanso, su cuerpo ya no estaba pesado, pero en su estado de somnolencia, el radar de Daisy capto una presencia sumamente peligrosa que se acercaba.

El peligroso animal mutado finalmente había aparecido.

(En realidad es casi igual a una abeja normal, solo se diferencia en la mandíbula, el tamaño del cuerpo y del aguijón)

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(En realidad es casi igual a una abeja normal, solo se diferencia en la mandíbula, el tamaño del cuerpo y del aguijón)


NOTA: Me di cuenta que cualquier insecto de cerca da miedo, no es necesario cambiarle nada :l

¡¡GRACIAS POR LEER!!

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