Capitulo #21. Desorden.

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Ciudad Trébol, el lugar donde reside Derek y se encuentran actualmente, es una ciudad pequeña y apartada rodeada de riscos y montañas, por lo que solo existen dos vías las cuales salen de la ciudad rumbo a la capital.

Una de ellas es la avenida principal que va hacia ciudad Lorena, y la otra, la carretera que llega a ciudad Olmos.

La razón por la que Derek decidió escoger ir hacia ciudad Olmos aun cuando es el camino más largo, es debido a que la avenida principal, al ser la primera opción de muchos, estaría infestada de personas queriendo escapar de la ciudad con la tonta de esperanza de que en otras partes fuera diferente.

Involucrarse con personas bajo la histeria colectiva definitivamente no era un buen plan.

Además, la avenida principal estaba conectada con muchos sitios turísticos, uno de ellos era un zoológico, por lo que, por seguridad, era mejor tomar el camino largo.

John no pregunto nada por la elección de Derek, el sabía que ir hacia ciudad Olmos era la mejor opción, por lo que sin perder tiempo arrancó a toda velocidad.

Conforme fueron pasando por las calles, John dio un suspiro de alivio al notar que los mayores daños solo estaban en las colonias aledañas a la montaña, pero, aun así, todo estaba sumamente tranquilo, como si no existiera nadie, lo cual provocaba un sentimiento siniestro constante.

Las casas parecían vacías, pero Daisy y Derek ya habían notado a algunas personas escondidas mirando con curiosidad la camioneta en donde viajaban, sin prestar más atención a eso, ambos prosiguieron con el viaje.

Por un momento Daisy sintió escuchar el mormullo de un niño diciendo “no vayan”.

Pasaron unos minutos, ya casi llegaban al centro de la ciudad, y Daisy no pudo alejar más esa continua preocupación

“Algo es extraño”

No solo ella pensaba en eso, Derek y los demás sirvientes también lo pensaban.

Habían pasado por algunas casas con personas escondidas, no prestaron atención, pero ahora que estaban llegando al centro, pudieron notar que las construcciones y calles estaban incluso peor destruidas que aquellas cerca de la montaña, además...

“Hay muchos más cuerpos”, Antonio dijo casi tartamudeando.

Derek comprendió por que había “temor” y “pena” por parte de las personas escondidas hacia ellos, aun cuando los vieron en una camioneta en buen estado, la razón por la que no los detuvieron o intentaron seguirlos fue por que existía algo por la que no querían salir.

Derek ya no necesito cuestionarse más, pronto vieron un enorme gimnasio perteneciente al equipo universitario de ciudad Trébol, allí había una gran cantidad de gente reunida, todas ellas con palas o palos tomando posturas ofensivas, mirando con cautela la camioneta en donde iban.

John detuvo la camioneta, no quería hacerlo, pero las personas estaban bloqueando el paso.

Un señor con un rostro tenso se acerco, “¡¿Quiénes son ustedes?!”

John bajo el vidrio blindado, “Somos habitantes de esta ciudad, no tenemos motivos malvados, solo queremos irnos”, dijo el con un tono sencillo.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now