Capitulo #103. Antonio ++

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Una gran cantidad de fruta de color extraño rodo por el piso, un sujeto recogió la fruta con sumo cuidado y la amontono en una pequeña montaña con frutas iguales dentro de la construcción.

"Espero y recuerden lo que les dije", habló el cuervo el cuál había sido el responsable de llevar toda aquella fruta.

"Si.. si, nosotros ya no provocaremos problemas", dijo un hombre un poco ansioso.

El cuervo miró un poco a los humanos para después resoplar y batir sus alas, al elevarse a una altura suficiente para no ser atacado por los peces, él rápidamente voló y alcanzó a Emiliano que estaba siendo llevado por los otros dos humanos.

Derek, Regina y Daisy ya habían cruzado el lago con la habilidad de Derek, ellos ya iban en camino hacía la camioneta con el desmayado Emiliano en brazos de Regina, por otra parte, el martillo que se volvió sumamente dócil como un objeto normal se encontraba en patas de Daisy la cuál lo miraba con ojos asesinos solo esperando el momento en que se moviera para partirlo como un palo de madera inservible.

El cuervo voló hacía ellos, pero aun así, mantuvo su distancia, él solo quería cerciorarse que Emiliano fuera tratado y estuviera a salvo.

Sin embargo, Daisy tenía mucha curiosidad por este cuervo que podía hablar palabras humanas, antes no pudo entablar conversación por culpa del martillo, por lo que no perdería cualquier oportunidad.

"Hola, oye, ¿al final si les diste esa fruta que dijiste a los tipos?"

El cuervo primero se asombró de que la ardilla le hablara, para después ponerse un poco tenso, "Si, cumplí mi palabra", dijo él para después volver a callarse.

Derek miró sutilmente al cuervo, pensó en decirlo pero al final se quedó callado, tal vez era mejor que Regina y Daisy no supieran, Regina porque se sentiría peor al saber que nadie fue realmente bueno con su tío, mientras que Daisy posiblemente intentaría regresar y armar un espectáculo.

Antes no fue como si los rehenes no se sintieran con la valentía de pedirles ayuda, sino que por las palabras del cuervo, estos se callaron y aceptaron la fruta como su único recurso, Derek que captó sus emociones entendió porque estos estaban en pánico de que el cuervo o Emiliano dijera algo más.

Ellos tampoco fueron santos, si se revelaba que fue lo que hicieron, en el mejor de los casos serían cruelmente abandonados, y en el peor, serían golpeados igual que Gastón y sus hombres.

'De todas maneras, el cuervo terminó haciéndose cargo de ellos, él sabe cómo estuvieron las cosas realmente, así que dejare su destino en manos de él', Derek pensó.

Después de todo, el cuervo a pesar de hablar y tener sentimientos muy humanos, no era alguien completamente bueno, también había maldad en él y las vidas humanas no le importaban realmente.

El pensamiento de Derek no estaba alejado de la realidad, ya que el cuervo verdaderamente dejó la vida de aquellos sujetos a la suerte, les dio la fruta que provocaría que los peces no los atacaran, si, pero no les explico las cosas en su totalidad.

El cuervo no les dijo que la fruta que les dio, a diferencia de aquella que dio de comer a Emiliano, no estaba madura, y sus efectos entre un ejemplar inmaduro a uno maduro, eran muy diferentes en cuestión de seguridad y peligro.

Si lograban sobrevivir a los efectos y toxinas de la fruta, podrían cruzar el río con seguridad, y si no, solo les quedaba la muerte.

Al ver que el cuervo le tenía un poco de miedo, Daisy no se desanimó.

"Soy Daisy, ¿tienes nombre?, eres increíble, he conocido a otros animales sumamente inteligentes que entienden el habla humana, pero eres el primero que puede hablar como yo".

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now