Capitulo #117. Te cuento (1).

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El sonido de diversos cubiertos sonaban constantemente, en una mesa alargada la familia Alves así como los recientes invitados estaban sentados esperando a que todo estuviera listo para comer.

Debido a que hubo más gente de la pensada, la mesa que antes era para pocas personas, tuvo que adaptarse.

Dos señoras ya mayores eran las encargadas de poner la mesa, debido a las depuraciones hechas por Desmond a pesar de que la mansión era enorme sólo había alrededor de diez sirvientes, los cuales eran de extrema confianza y lo suficientemente leales para no traicionar a la familia.

En un principio Desmond y Analía pensaron que lo mejor era vivir normalmente, gracias al apocalipsis las cosas se complicaron y los cuchillos dispuestos a cortarlos se incrementaron más que antes, este pensamiento se volvió más fuerte cuando un simple mensajero dio la noticia a sus enemigos sobre Derek.

Sin embargo, al final solo dejaron a gente confiable, no era debido a que vieran impensable que dejarán de servirles, si no, porque sin su protección estás personas morirían o sufrirían en el exterior, como gente mayor y personas sin habilidades sobrenaturales.

A cambio de protección y refugio, estás personas aún si las normas de la sociedad habían colapsado casi por completo, decidieron seguir sirviendo a la familia.

"Pueden pedir más sin pena, es una ocasión especial, por lo que no hay problema en derrochar un poco", Analía sonrió secando sutilmente las lágrimas en sus ojos.

Ver a su hijo sentado en el comedor, sano y a salvo, le regresó años de vida.

Analía solo podía dar gracias a los cielos para después volver a suspirar, ese pobre hijo suyo, desde niño había tenido tan mala suerte...

Poseía increíbles talentos, brillaba a comparación de sus pares en cualquier cosa, su inteligencia incluso lo hizo graduarse de la universidad años antes de ser mayor de edad, pero irónicamente, tenía tan mala suerte para las personas que lo rodeaban.

Tarde o temprano, sus amigos sentirían envidia o celos de él, las niñas se obsesionarían hasta el punto de no ser diferentes a acosadoras, de alguna forma u otra, aún cuando su esposo se empeñó mucho en mantener sus vidas personales en secreto, algún asesino se colaría para matarlo a través de gente que pensó que era confiable.

Y esto último sucedió varias veces con personas que su hijo conoció y alguna vez considero cercanas.

Por lo que al final, su amado hijo se amargo y se volvió un antisocial que odiaba conocer gente nueva y salir de casa.

Era algo esperado, también era común que las personas sobresalientes recibieran celos, sin embargo, en el caso de Derek, era como si este con tan solo respirar recibiera malicia sin motivo.

Por eso Analía estaba tan preocupada, construyó tantas cosas en la mansión de ciudad trébol cuando Derek se rehusó a regresar a la ciudad capital, mandó a John y a Ana a cuidarlo, los cuales eran prácticamente la mano derecha e izquierda de la familia en ese entonces.

También todos los pocos sirvientes que contrataron tenían "una correa", un motivo o situación con la cual la familia Alves podrían amenazarlos, John y Ana eran aquellos que ejecutaban ese poder, y también por precaución los sirvientes eran cambiados cada cierto tiempo.

Sin embargo, por alguna razón, las cosas se calmaron un poco hace más de tres años atrás, los sucesos desafortunados seguían ocurriendo, pero era como si su hijo ahora tuviera un escudo que evitaba que las catástrofes lo impactaran.

Analía se tranquilizó, pero sin previo aviso, un apocalipsis comenzó.

Su desafortunado hijo, a miles de kilómetros, rodeado de gente desconocida y solo con unas cuantas personas de confianza, estaba en peligro y ella era totalmente impotente e incapaz de ayudarlo.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now