Soy una Ardilla en el Apocalipsis

Capitulo #127. Trampa (2).

Edson miró sin pestañear la figura de Daisy, sus ojos miraban cada parte de su cuerpo sin escrúpulos.

Su mirada era tan repugnante que Edson solo reaccionó cuando Derek tapó a Daisy detrás de él.

"D-Derek Alves, ¿cierto?", Edson dijo con una sonrisa rígida.

Ahora entendía porque tanta fama de aquella rumorada doncella, ella era más que hermosa, esa cintura, esas piernas, cada mechón de su llamativo cabello....

Antes pensaba en deshacerse de ella, pero ahora, Edson pensó en hacerla suya.

Bien podría arrastrarla a la fuerza en medio del caos para después hacerla pasar como una fugitiva.

"No tienes pruebas de nada, si no tomas a tus hombres y te vas, al entrar sin permiso y con hostilidad a nuestra casa, solo estamos en nuestro derecho de defendernos, te daré cinco segundos", al sentir la morbosidad de Edson hacia Daisy, Derek perdió todas las ganas de fingir e irse por las ramas, su voz fue agresiva y la amenaza en su tono era evidente.

"¡Derek Alves, entrega a esa mujer ahora mismo!", Edson gritó sin hacer caso a las palabras de Derek, contando el tiempo, sus hombres ya deberían estar dentro de la mansión.

"Te lo advertí, has perdido tu oportunidad", el murmullo de Derek fue sumamente siniestro.

"¡Ataquen!", Edson gritó a sus hombres, los sujetos a su alrededor se movieron al unísono dejando salir gritos de guerra.

Sin embargo, antes de que continuará con sus palabras sin sentido de hacer justicia....

'!!PAAAF!!'

Edson fue estampado sin piedad contra el piso, la ropa extravagante que tenía puesta, se llenó de tierra mientras su cabeza se incrustaba en el pequeño cráter que se formó en el impacto.

Los hombres se detuvieron en seco, un sudor frío bajó por sus frentes, ellos no habían visto nada... ni un solo brazo, cuerda o proyectil, fue como si Edson fuera estampado por una fuerza invisible.

El asombro no solo era por parte de ellos, Desmond como su esposa e hija, así como Leo, Ponce, Lauro y Javier también se sorprendieron, Derek les había dicho que tenía un poder sobrenatural psíquico, pero como lo ocultó muy bien en las puertas de la capital y nunca lo mostró después, esa era la primera vez que lo veían.

"Ya no es necesario ser pasivos", Derek habló mirando como idiota a Edson que estaba estupefacto intentando pararse del piso.

"¿Puedo moverme ya?, sinceramente creí que no toleraría esperar un minuto más", Elena camino, sacando de su manga un abanico de bambú que combinaba con su vestido.

Ella solo se abanico lentamente, pero por alguna razón, la atmósfera a su alrededor cambió sutilmente.

"¡Estos idiotas!, ¡soltando mentiras estúpidas sin remordimiento!, ¡sin duda son herejes!", Regina se aflojó las correas de sus tacones, eran unos zapatos tan bonitos que le dolía romperlos.

Edson escupió una bocanada de sangre, uno de sus dientes frontales se había roto, él levantó la cabeza con miedo e irá mientras sus brazos temblantes se apoyaban intentando pararse.

"¡Qué esperan, vayan, vayan!", Edson gritó apretando los puños.

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Al lado este de la mansión, a varios metros de distancia del patio delantero, seis sujetos se escabullían sigilosamente, no había nadie ni un solo sirviente a su vista, pero sin importarles la extrañes los seis siguieron su camino.