Capitulo #109. Altercado (1).

2.1K 390 94
                                    

"¡Oye, eso no es justo!, ¡Estaba a punto de ganar!", La voz molesta de un niño sonó provocando que los párpados de Emiliano se fruncieran.

"¿Ya estás molesto?, ¿Tan siquiera escuchaste las reglas Rubén?", Otra voz joven contestó sarcásticamente.

"Oigan ustedes dos, no griten tan alto, el tío de Regina sigue dormido".

Después de escuchar atentamente los sonidos que lo rodeaban y darse cuenta que eran voces humanas desconocidas Emiliano abrió sus ojos con confusión.

Mirando para todos lados silenciosamente él rápidamente notó que estaba adentro de una camioneta rodeado de niños jugando con cartas.

Después de girar su cabeza finalmente hizo contacto visual con un joven recostado a su derecha.

"¡Ah!", la exclamación de Antonio fue un poco apenada, "lo siento, ¿fuimos muy ruidosos?", con sus palabras los otros niños también lo voltearon a mirar.

"¡Es tu culpa Rubén!", David soltó a su hermano.

"¿Eh?, ¿por qué solo es mi culpa?, ¡tú también hiciste mucho ruido!", Rubén contestó con reproche para después mirar a Emiliano, "lo siento señor".

Por dentro Rubén se sintió extraño, había llamado señor a Emiliano, pero en realidad él no se veía más grande que Regina, pero como era su tío terminó llamándolo así.

Cuando antes llamó a Regina señora está le dio una mirada aterradora, por eso estaba preocupado de que Emiliano también se enojara.

Sin embargo, los tres terminaron mirando fijamente a Emiliano, pero este no contestó nada, sólo se quedó pensativo sin ninguna expresión.

Justo cuando Antonio iba a preguntar si se sentía bien, la voz emocionada de Regina llegó haciendo que la expresión anteriormente indiferente de Emiliano cambiará mostrando cierta alegría.

"¡Emiliano!, ¡¿te duele algo?!, ¡¿te sientes extraño en alguna parte?!", Regina que estaba en los asientos de adelante se movió para que Emiliano pudiera verla.

Después de tocar su frente y mirar de arriba a abajo su cuerpo entero, Regina suspiro de alivio.

Ana tocó el hombro de Regina con una sonrisa para después darle una botella de agua, Regina rápidamente captó y destapo la botella intentando darle de poco a poco a Emiliano.

"¡Finalmente despertaste!, lamento haberte llamado ingenuo, al final tu sobrina si regreso...", el cuervo cuyo cuerpo podía rondar por la camioneta sin problemas se acercó a Emiliano, para después susurrarle en el oído, "y no lo hizo sola, llegó con humanos fuertes y un poco aterradores, ahora ya no tienes de qué preocuparte".

Antonio que escuchó todo solo sonrió sin importarle las palabras del cuervo.

Por otra parte Emiliano bajo la mirada, él todavía se sentía un poco débil, pero a diferencia de antes, él ya no deseaba solamente quedarse sin hacer nada, ahora también quería defenderse.

Por algo había aceptado el trato y seguir con el legado del Marqués al tomar el martillo.

"Regina aquí está la avena que guardamos antes, tu tío debe estar hambriento", Elena paso un pequeño topper junto con una cuchara.

Regina le dio las gracias y le pidió a Antonio que le ayudará a atender a Emiliano, pronto César también se acercó.

"Bien, Derek y Daisy no deben tardar, aprovechando que el último paciente ya está despierto, haré una revisión rápida antes de que lleguemos a la capital", dijo César sacando el desinfectante y nuevas gasas.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now