Capitulo #81. ¡No es para nada inofensiva! (1).

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Estuvo tolerando y aguantando mucho hasta ese momento.

Después si quedaba algo de Torres aprovecharía para aplicar las "técnicas" que Derek le enseño.

Pero por el momento desquitaría toda su furia en los pobres tipos que encontrara además de Toto.

"Toto será una molestia para sacar a Ana y a los dos niños de aquí, no parece que vaya a caer fácilmente, será mejor que lo inmovilice antes de que llegue el señor John", Daisy pensó.

 En eso los reflejos de Daisy se activaron, girando su cuerpo hacía la izquierda ella esquivo el repentino puño de Toto.

La fuerza como rapidez del golpe eran más que antes, era obvio que esta vez Toto iba en serio.

Daisy cambio su expresión, en forma humana su rapidez disminuía y la velocidad de Toto era pasable, tenía que ponerse seria o de lo contrario la agarraría con la guardia baja tarde o temprano. 

'¡¡Golpe!!, ¡¡Golpe!!'

La imagen de un enorme cuerpo pelando puño con puño contra una silueta mucho más pequeña parecía irreal.

Los hombres presentes en la habitación, así como David y Rubén, miraban atónitos la escena frente a ellos.

Como una pelea callejera... no, como una batalla entre dos bestias de gran poder, ninguna de las dos partes cedía ni daba espacio.

Por los ruidos que generaba cada golpe al chocar contra el aire era evidente que si una persona normal lo recibía quedaría con los huesos destrozados al instante.

"Qué demonios ...".

"¿Quién rayos es esa mujer?".

"Moriré... definitivamente moriré si eso me impacta". 

Debido a su asombro, ninguno de los hombres de Joel presentes se dio cuenta de la nueva presencia detrás de ellos.

"¡¡AAHH!!"

Toto volteo, los pocos y débiles hombres ya habían sido derrotados por un solo anciano humano, algunos se retorcían tocando alguna extremidad con dolor mientras que otro yacía inmóvil con un cuello torcido.

Fue solo por unos breves segundos su distracción, pero eso fue suficiente para que Daisy lo aprovechara.

Tomando impulso Daisy trepo hasta su cuello, enganchando un pie giro estrangulándolo con una especie de llave a presión.

Toto comenzó a forcejear e incluso se estrelló contra las paredes y muebles con Daisy junto con él con tal de que ella lo soltara.

Pero estrangularlo no era la verdadera intención de Daisy.

"holaa, adivina que", mientras hacía contacto visual con Toto Daisy sonrió con malicia.

"¡¡TUU!!".

Allí Toto lo noto y la extraña sensación que desprendía la mujer se hizo más evidente.

Pelo.

Un pelaje rojizo se extendió por uno de los brazos de Daisy.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now