Capitulo #35. Antes de la ola.

4K 694 87
                                    

Ciudad Moreno, el clima no era tan frio como en ciudad Olmos, sin embargo, las calles estaban completamente desiertas, había destrozos y cadáveres por todas partes, enormes enredaderas ya congeladas y estáticas envolviendo una gran cantidad de edificios, e incluso, se podía escuchar vagamente el sonido de animales feroces a lo lejos. 

Si no fuera porque no habían mejores opciones, no se hubiera tomado la opción de ir por allí, después de todo, esta ciudad tenía dos conocidas atracciones famosas, un circo y una "jungla".

Era por ello que los destrozos eran increíbles, un lugar en donde hay más probabilidad de tener contacto con animales salvajes sin duda se convirtió en un sitio de muerte.

Al ver la perfecta representación de una ciudad apocalíptica, todos se pusieron nerviosos, anteriormente viajaron a través de ciudades pequeñas o pueblos con poca población, por lo que era la primera vez que llegaban a una verdadera locación urbana destruida, abandonada y con obvios signos de haber ocurrido un increible catástrofe anteriormente.

"No creí pensar esto, pero creo que tenemos suerte de estar en pleno invierno", hablo Cesar mientras seguía abrazando a Cecilia impidiendo que viera cosas que todavía eran demasiado para una niña como ella.

Nadie contesto pero pensaban lo mismo, al ser invierno y con un clima mucho más frio de lo normal, los animales los cuales no pertenecían a ese tipo de clima se mantenían inactivos o resguardados, mientras que aquellos que podían tolerar las temperaturas eran una minoría, así que por lo menos, aún si ellos también sufrían por el frio, estaban en menos peligro que en primavera.

Llegaron hasta la mitad de la ciudad, un gran logro después de esquivar una gran cantidad de destrozos, cadáveres y animales por todo el camino, finalmente encontraron un lugar adecuado para descansar y detuvieron el viaje.

Una vez acomodado todo, mientras Ana y John junto a una pequeña Cecilia, que quería ayudar, preparaban la cena, Derek finalmente tomo a la ardilla ansiosa que no paraba de moverse y comenzó a interrogarla.

Si Derek se concentraba podía leer las intenciones, pero era engorroso hacerlo todo el tiempo, además, el todavía respetaba la privacidad de los demás, por lo que solo lo utilizaba de vez en cuando, así que esta vez, solo sabía que la ardilla estaba ansiosa pero no sabía el porque.

La ansiedad de Daisy no se debía a nada desconocido, sino a la tercera ola, luego de salir después de varios días de estar resguardados, antes de llegar a ciudad Moreno, se toparon con un nido de ratas mutantes, estas a pesar de no ser tan fuertes eran violentas y atacaban en grupo, gastaron mucho tiempo en deshacerse de ellas y poder escapar, solo para darse cuenta que las ratas los seguían a donde quiera que fueran.

Mientras no mataran a la rata líder, las ratas no dejarían de seguirlos, el problema era que a diferencia de los pasados animales lideres que conocieron, con las ratas no había ninguna diferencia o característica especial para reconocer al líder de las demás, por lo que gastaron todo un día entero hasta que mataron a la rata que comandaba.

Daisy nunca olvidara la cara de Cesar cuando vio como degollada a las ratas con suma facilidad.

Gracias a este incidente gastaron más tiempo del pensado, por suerte llegaron a ciudad Moreno sin otros inconvenientes, pero ahora solo quedaban de 1 a 2 días para que comenzara la tercera ola.

Daisy quería convencer a Derek de encontrar un sitio sumamente seguro para antes de que iniciara la ola y no irse de la ciudad, cuando iniciara la ola, al igual que con la pasada, el clima se calmaria, por lo que los animales saldrían hambrientos y las plantas también buscarían comida.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Where stories live. Discover now