Soy una Ardilla en el Apocalipsis

Capitulo #18. Termina la segunda ola

Derek regresó, por suerte encontró algunas pilas, aun si eran de una marca desconocida para él, lo importante era que funcionaran, lo demás era de menos.

Cuando llegó a la sala de estar donde había dejado a su ardilla, no pudo evitar poner una cara da confusión.

"¿Qué sucede?", habló el con un tono suave a una Daisy que tiraba chillidos mientras daba vueltas como un trompo y rodaba por el piso.

El había captado la emoción de "vergüenza extrema", pero no sabía que había pasado para que Daisy estuviera así, algo bueno para Daisy, la cual no podía dejar de taparse la cara con sus patas mientras rodaba por el piso.

Al escuchar la voz de Derek, Daisy estampo una ultima vez su cara contra el suelo, para después levantarse como si nada hubiera pasado y con una cara de "ardilla pura" chilló, (Nada).

"No se nada, no se nada, no se nada..."

En su mente Daisy se repetía constantemente esas palabras, ella decidió finjir ignorancia.

Derek no sabría la razón por la cual podía entrar a su madriguera mientras ella no lo dijera, por lo que, mientras se auto inducia demencia, Derek solo soltó un suspiro

"Definitivamente esta bola de felpa es rara"

Él solo pensó que Daisy tuvo suerte de llegar a su familia, de lo contrario posiblemente con la inteligencia y las acciones sin sentido de la ardilla, la hubieran vuelto un fenómeno de internet o en esos momentos se encontraría en un laboratorio con una etiqueta de "sujeto de prueba 2405".

Finalmente, después de que Derek le pidió a Daisy salir, ambos llegaron al mismo lugar en el sótano de la mansión.

En el sótano, aun si había insectos mutados, tanto los sirvientes como Derek podían andar sin miedo, ya que Daisy, sin darse cuenta, despertaba terror en los animales mutados de bajo rango, por lo que cada que la veían, se escondían, aun si tenían baja inteligencia, no olvidaban como ese raro animal pequeño masacró a todos los que la molestaban.

De echo, Derek si se había percatado de que todos los animales mutados que se escondían en la mansión le tenían miedo a Daisy, era como si la vieran como la dueña del territorio mientras ellos eran seres diminutos que serían eliminados en el momento que causaran problemas.

Era por eso que había permitido que John y Antonio salieran del refugio para buscar a Daisy, si existieran peligros afuera, nunca los hubiera dejado salir.

Y así, un humano y una ardilla regresaban tranquilamente hacía las puertas del closet, pero entonces, ambos, los cuales tenía sentidos muy afilados, se detuvieron en seco, Derek frunció el seño, mientras las orejas de Daisy se movían con atención.

Una trompeta.

El sonido mórbido y aterrador de una trompeta se escuchaba solitariamente en el silenció de todo.

No había mas sonidos, solo aquella trompeta sonando con fuerza, que curiosamente, daba la sensación de que aquella siniestra melodía llegaba a cualquier rincón del mundo sin excepción.

Daisy era la única que lo sabía con claridad.

"La segunda ola a terminado".