Capitulo #36. Primera trompeta.

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Ya existían muchos dolores de cabeza con los peligros que venían en camino, y todavía, como si no fuera suficiente, llegan esos sujetos promulgando tonterías y creando conflictos de la nada.

Daisy no mentiría al decir que estaba calmada, ciertamente era la primera vez que peleaba directamente contra otros seres humanos, sin embargo, no sentía ninguna simpatía por ellos, bueno, en realidad, al primer humano que golpeo con obvia fuerza fue a Alan, pero eso no se consideraba una pelea, sino una humillación.

Los sujetos que habían rodeado la camioneta comenzaron a gritar que abrieran las puertas, y justo cuando uno de ellos estaba a punto de golpear el vidrio de una de las ventanas, la puerta fue abierta repentinamente mientras una patada mandaba a volar al sujeto.

La persona que salió primero fue Cesar, él estaba sumamente molesto, su hermana no solo tuvo que ver una asquerosa escena de tipos flirteando en publico, sino también, en esos momentos se encontraba aterrada acurrucada mientras Ana la abrazaba.

Él ya había aprendido su lección, ciertamente no estaba bien abandonar su moral como medico y lastimar vidas antes de salvarlas, pero Cesar comprendía que en este tipo de nuevo mundo que se había creado, él tenía que abandonar una de las dos cosas, su voto como cirujano, o la vida de su hermana.

Cesar escogió quedarse con su hermana.

Al mantener su voto de no lastimar vidas no podría proteger a Cecilia correctamente, terminaría repitiendo los mismos errores de antes, permitiendo que las personas pasaran no solo por encima de él, sino también de Cecilia, ya estuvo a punto de perderla una vez al no defenderse y tolerar el egoísmo de la gente.

Si estuviera solo sería diferente, pero no era así, él antes de ser medico era un hermano mayor, y como hermano mayor y único cuidador vivo de Cecilia, era su deber protegerla.

Ya les debía mucho a las amables personas que les permitieron viajar con ellos, mínimo él también debía poner de su parte, de lo contrario, si seguía reprimido y sin defenderse, tarde o temprano terminaría muriendo, y en el peor de los casos...

Vería morir a Cecilia.

Así que, aún si ya no podría considerarse a si mismo un verdadero medico, para sobrevivir tanto él como su hermana, haría lo que fuera.

Si Daisy estuviera al pendiente de estos cambios psicológicos en Cesar, ella reiría, al final tanto el Cesar de la novela como el actual llegaron a la misma desición de desechar su moral de medico, sin embargo, por motivos sumamente diferentes.

El Cesar de la novela lo hizo por perder su fe y simpatía por las personas, mientras que al Cesar actual lo motivo el deseo de proteger algo más importante y valioso que su titulo de cirujano.

Los sujetos que fueron sorprendidos con la guardia baja retrocedieron un poco al ver a su compañero muy apenas parándose tocando su estomago con dolor, pero rápidamente dos de ellos apuntaron sus navajas hacia Cesar sin dudar, lamentablemente antes de que pudieran llegar a él, fueron fácilmente desarmados y volcados al piso por John, el cual también ya había salido de la camioneta.  

Como si estuviera manejando en sus manos unos simples sacos de basura, con unos pocos movimientos, los dos tipos que se retorcían en el piso fueron cómodamente inmovilizados por John, mientras que el pobre tipo que había sido pateado primero no tuvo ni la oportunidad de pararse por completo antes de ser cruelmente pateado de nuevo por Cesar.

Soy una Ardilla en el Apocalipsis Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora