Una madre siempre está para sus hijos

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Después del escándalo en la cena, Rhaenyra fue a ver a su hija para asegurarse de que estuviera bien, Aemma no dejaba de maldecir a los siete vientos por todo lo que había sucedido en la cena.

Rhaenyra le pidió saber el motivo por el que había comenzado la discusión entre los jóvenes.

Aemma omitió decirle que había sido porque perdió su virtud antes del matrimonio, y le dijo que tanto sus hermanos como tíos no podían hacer a un lado sus rivalidades de la niñez y parecía que entre más pasaba el tiempo menos querían dejar todas las diferencias en el pasado.

-¿Crees que debería cancelar mi compromiso? Temo que un día mi prometido y hermanos terminen matándose entre ellos - Rhaenyra en un gesto para reconfortar a su hija, comenzó a deshacer las trenzas que la joven llevaba en la cabeza y luego comenzó a cepillar su cabello como cuando está era una niña.

-¿Has dejado de quererlo por como actuó hoy? ¿O solo es tu enojo queriendo hacer que tomes una decisión impulsiva? - Aemma respiró hondo.

-Claro que no he dejado de quererlo madre, pero es agotador que cada vez que están en el mismo lugar terminen peleando e insultandose-.

-La rivalidad que hay entre tus hermanos y tíos ha sido culpa mía y de Alicent, nosotras les envenenamos la mente desde niños haciendo que tomarán partido en peleas de adultos, aún con todo eso. Cada que veo la cicatriz en mi brazo me lamentó lo sucedido esa noche, fui tan poco solidaria con Aemond, apenas era un niño que acababa de ser mutilado y lo que hice fue pedirle a mi padre que lo interrogara, y así lo hizo, fue Alicent la única que lo defendió a capa y espada. Creo que ese es motivo suficiente para que hasta el día de hoy siga tan lleno de resentimiento-.

-Pero me prometió no meterse en peleas con ellos por el bien de nuestro compromiso, me preocupa su mal temperamento - Rhaenyra rió en voz baja.

-Mi esposo no es conocido precisamente por ser el hombre más dulce de los siete reinos, aún así ¿Alguna vez él nos ha tratado mal?- Aemma negó - Aunque nunca lo admita es un hombre que ama a su familia por sobre todo, miralo con tu abuelo, tenían tantas diferencias y pelearon cientos de veces, pero aún así ayer se inclinó ante él y le colocó la corona que había tirado de nuevo en su cabeza-.

-Pero Aemond y mis hermanos no sienten afecto entre ellos-.

-Pero los une el amor que sienten por tí, y aunque sigan teniendo diferencias, ninguno hará daño al otro sabiendo que eso te alejaría por completo -.

-Nadie desea que esté matrimonio se realice madre, dime que debo hacer -.

-No puedo decirte que hacer mi dulce niña, prometí dejar que fueras libre de estar con quien quisieras hace años- Aemma recordaba esa promesa, su madre se la hizo después de intentar comprometerla cin Aegon - Pero si te diré algo Aemma, hace años cuando me casé con Daemon no teníamos la aprobación de nadie en el reino, ni siquiera el rey nos apoyó, aún así deseábamos estar juntos y eso era todo lo que importaba. Y mira que al final resultó bien, tu padre y Daemon nunca habían estado más en paz- Aemma agradecía infinitamente la madre que le había tocado tener. Estaba segura de que aún si su madre supiera la verdad acerca de su virtud, está no la ultrajaría ni castigaría de ningún modo.

-Gracias por tus palabras madre, mañana buscaré a Aemond para hablar con él - Aemma se levantó y abrazó a la mujer con cuidado, pues no quería lastimar de algún modo el vientre sobresaliente de esta.

-Solo tú puedes decidir con quien quieres estar Aemma, y hagas lo que hagas yo estaré para tí, más de lo que crees de hecho - Aemma la miró con confusión - Mañana partiré a primera hora hacía Rocadragon para dejar a tus hermanos y encargarme de algunos asuntos, tan pronto como termine volveré a King'sLanding a ayudar a cuidar de tu abuelo y de ti, ya lo he hablado con la reina y está de acuerdo -.

-¿La reina está de acuerdo? -.

-Parece ser que a ambas nos ha conmovido el afecto que tú y el príncipe se tienen, supongo que ambas recordamos la amistad que años atrás tuvimos -.

Rhaenyra dio las buenas noches a au hija y después se retiró de la habitación para dejarla descansar.

Aemma había logrado tranquilizarse finalmente, deseaba hablar con Aemond para decirle que el compromiso seguía en pie, pero también quería que se comprometiera con ella a ir soltando poco a poco el resentimiento que guardaba hacía Jace y Luke, pues Aemma los amaba a todos y no eligiría a unos sobre otros.






Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora