Fuego y Sangre: Aemma Velaryon

Aliados para los negros

Aemma se encontraba leyendole a Joffrey y Aegon, cuando Jace apareció con Luke siguiéndolo en la habitación.

—¿Qué sucede? — preguntó Aemma quien tuvo que detener su lectura.

—Un barco de King's Landing arribó hace algunos minutos en la isla, Daemon debe estar ya en el puente esperandolos—.

—¿Él solo? Vienen a cazarnos, deberíamos estar volando en nuestros sobre ellos para hacerlos cenizas al primer intento de atacar— Aemma puso el libro a un lado en la mesa y bajó a Aegon de su regazo con cuidado para poder ponerse de pie—.

—Madre nos ordenó quedarnos aquí — le habló Jace quién sabía lo que la chica quería hacer.

—¿Entonces debemos esperar aquí a que vengan a matarnos? —.

—Nadie matará a nadie Aemma, solo es un barco, ¿Crees qué si vinieran a matarnos la reina no habría enviado al menos a uno de sus jinetes de dragón? Solo son simples hombres, saben que no tienen oportunidad contra todos nosotros y nuestros dragones —.

—Tyraxes peleará y quemará a todos los que intenten dañar a nuestra familia — decretó el príncipe Joffrey bastante serio.

—El dragón ni siquiera soporta tu peso aún — molestó Luke haciéndo enojar al niño.

—Pero pronto lo hará— Joffrey ya bastante molesto trató de pegarle a su hermano en el estómago, pero Luke era más fuerte y lo detuvo.

—No si sigues comiendo pastel como si tu vida dependiera de ello... —.

—¡Luke! ¡Joffrey! — regañó Jace y les dio un manotazo en la cabeza a ambos  —¿Les parece que esté es momento para que hagan chistes y peleen? — ambos sacudieron la cabeza mientras negaban y bajaban la mirada.

Aemma sintió pena por sus hermanos menores, Joffrey, Aegon y Viserys eran tan jóvenes, y
Luke, aunque ya casi igualaba la estatura de Jace, seguía siendo un niño.

Si iba a haber una guerra, no era justo que sus hermanos menores tuvieran que pelear en ella.

La puerta de la habitación se abrió y Sir Erryk apareció.

—La reina solicita la presencia de los  príncipes Jacaerys y Lucerys en el gran salón, también la suya princesa Aemma—.

Los tres hermanos siguieron al guardia hasta el salón donde los esperaban Rhaenyra y Daemon.

—Majestad —dijeron ambos al mismo tiempo e hicieron una reverencia.

—Otto Hightower me ha traído un mensaje de la reina, desea que declaremos lealtad a Aegon a cambio de ciertas cosas —.

—¿Qué cosas? — preguntó Jace.

—Si aceptamos a Aegon como rey seguiré siendo princesa de Rocadragon, al igual que Aemma podrá serlo, Jace o Luke tendrán Driftmark y... —.

—Joffrey, Aegon y Viserys tendrán lugares como caballeros, escuderos y coperos del rey— terminó de decir Aemma — Lo sé madre, con esos términos trató de persuadirme a mi—.

—¿Aceptaste? — volvió a preguntar Jace.

—Seguimos considerándolo — Aemma bufó y miró a Daemon con curiosidad.

—¿Tú estás de acuerdo, Daemon? —.

—Como le dije al imbécil de Otto, preferiría alimentar a los dragones con mis hijos antes que ponerlos a cargar escudos y copas para el puto Aegon—.

—Yo estoy de acuerdo con Daemon madre. La corona es tuya, no nos arrodillaremos ante un borracho imbécil — el príncipe Daemon sonrió orgulloso.

—El mensaje también decía que aún puedes desposarte con Aemond, vivirán donde ustedes quieran— Aemma sintió como si le hubieran tocado una herida abierta cuando su madre dijo el nombre de Aemond.