La princesa perdida

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—Te lo digo en serio prima, tengo un mal presentimiento sobre ese viaje— dijo Aemma mientras su prima le  trenzaba el cabello.

—Solo porque te has peleado con Rickon no significa que algo malo pasará—.

—No es solo eso Baela, incluso Leanor siente que algo está mal, nunca lo he sentido tan inquieto como hoy—dijo la platinada llevándose ambas manos al vientre.

—¿En serio crees que algo pueda salir mal en la misión de Luke?— preguntó la rizada con un semblante serio.

—Es su primera misión solo, se ofreció a ir porque se siente obligado a demostrar que es valiente, pero era obvio que estaba aterrado—.

—Quiere sentirse a la altura de tú y Jace—.

—Exacto— Aemma suspiró.

—Ya quedó— dijo Baela terminando de trenzar el cabello de su prima.

—Gracias Baela, no solo por peinarme, sino también por escucharme y no hacerme sentir que exagero al preocuparme por Luke— Baela abrazó a su prima por atrás y apretó las manos de la chica con las suyas — Sin tí creo que me volvería loca aquí—.

— Luke estará bien, confía en mí — dijo separándose de Aemma.

—Quiero hacerlo, pero hasta que lo veo sanl y salvo podré sentirme en paz—.

—Tan solo intenta descansar un poco, el tiempo pasará rápido y quizá cuando despiertes ya no falte nada para que regrese — Aemma hizo una mueca, pero después de que Baela siguiera insistiendo sin parar, la joven Velaryon terminó haciéndole caso y volvió a la cama para intentar tomar una siesta.

Con mucho cuidado, Baela le acomodó las almohadas para que pudiera estar lo mas cómoda posible, y  salió de la habitación cuando estuvo segura de que Aemma estuviese dormida.

[...]

Horas mas tarde

—Luke ya debería de haber regresado— habló Rhaena a su madrastra.

Rhaenyra también había comenzado a sentirse preocupada, pero no quería demostrárselo a su hijastra.

—Debió irle bien con Lord Borros, quizá lo invitó a acompañarlo en la cena — dijo Rhaenyra que yacía sentada en el trono de Rocadragon.

—Debió tener problemas con el clima, es difícil salir de Bastión de Tormentas no importa si es en barco o en un dragón — dijo Rhaenyra que yacía sentada en el trono de Rocadragon.

—Oscurecerá pronto— volvió a decir Rhaena — Además Luke no aceptaría quedarse a cenar con personas que no conoce—.

—Debió tener problemas con el clima, es difícil salir de Bastión de Tormentas no importa si es en barco o en un dragón — dijo tratando de convencer a su hijastra y ella misma.

Rhaena estaba por decir otra cosa, pero se vio interrumpida por Baela que acababa de entrar en la sala del trono.

— Aemma no aparece por ningún lado— dijo bastante preocupada— Me temo que haya hecho algo estúpido e impulsivo—.

—¿¡Cómo qué no aparece!?— preguntó Rhaenyra comenzando a sentir molestia en el estómago, como si un nudo se le comenzará a formar —¿No está con Rickon?— Baela negó.

—Rickon ha sido el primero en notar su ausencia, la está buscando por todo el castillo en este momento —.

Rhaenyra salió de la sala de prisa y dio órdenes de buscar a la princesa Aemma a todo guardia con el que se cruzaba.

Baela voló en Moondancer sobre todo Rocadragon mientras que los demás buscaban en el interior del castillo.

—No está en sus aposentos, tampoco está en ninguno de los salones— dijo Rhaena después de haber pasado un buen rato buscando a Aemma.

—Tampoco está en la biblioteca ni con los pequeños Aegon y Viserys, majestad— Dijo Elyse.

—¿Cómo es posible perder a una mujer embarazada? Elyse, ¿No es tu trabajo permanecer cerca de mi hija todo el tiempo?—Rhaenyra miró molesta a la pelirroja.

—La princesa no deseaba mi compañía....— intentó excusarse.

Rhaenyra sabía que Elyse no tenía la culpa, Aemma no escuchaba a nadie y siempre encontraba razón para alejar a la pobre chica, pero la reina quería desahogar la frustración que sentía en ese momento.

—Aún así es tu trabajo cuidar de ella...— En ese momento las puertas del salón en el que Rhaenyra se encontraba se abrieran y tanto Rickon como Baela entraron casi corriendo.

—¿Y bien? ¿Ya encontraron a mi hija?— ambos jóvenes se miraron el uno al otro, y fue Rickon quien dio un paso al frente.

—Majestad... Seasmoke tampoco está en la isla— El rostro de Rhaenyra perdió los colores.

—¿Estás seguro de eso?— Rickon asintió.

—Los guardias dicen que no lo vieron salir, pero he volado en círculos en Moondancer y no hay rastros de ninguno de los dos— Rhaenyra se llevó una mano al rostro y respiró hondo.

—No sería la primera vez que Aemma logra salir de Rocadragon sin ser vista por nadie— interrumpió Rhaena, recordando como en el pasado Aemma había ido a Driftmark sin permiso de su madre.

Rhaenyra maldijó en voz alta y comenzó a hablar en un idioma que solo sus hijastras podían entender.

De nada ha servido tener a tantas personas cuidando de mi hija tan de cerca, ninguno fue capaz de ayudarla  controlar sus arrebatos ¡Que los dioses nos amparen!— La mujer daba vueltas de un lado a otro mientras tenía un ataque de pánico —No debí dejar que salieran, debí enviar cuervos en su lugar—.

—Debe tranquilizarse majestad, sabemos hacía donde se dirige mi prima— dijo Baela— No ha pasado tanto tiempo desde que Rickon la vio descansando en su cama. Exijo que se me deje ir por ella, seguro al verme entrará en razón—.

—Iré yo misma— decretó Rhaenyra— Mi hija se ha puesto en peligro a ella  y a mi nieto al atreverse a montar en su dragón, la traeré yo misma para asegurarme de que esté a salvo, luego la confinaré en sus aposentos si eso evita que vuelva a hacer algo tan estúpido como esto— la reina negra se dio la vuelta y salió de la habitación.

Syrax podía sentir la angustia de su jinete, así que descendió cerca de la entrada del castillo, donde Rhaenyra se preparaba para ir en busca de sus hijos.

Estaba por montarse en Syrax cuando se escuchó el ruido de un dragón en el cielo.

Todos fijaron su atención en la bestia gris que  se acercaba a gran prisa.

Rhaenyra voló en Syrax hasta la costa de la isla, ahí Seasmoke descendió.

Rhaenyra comenzó a acercarse, estaba mas que lista para comenzar a gritarle a Aemma, pero cada cosa que había pensado en decirle en cuanto la viera se esfumó en cuanto vio que Aemma no era la única montada en Seasmoke.

Cuando Baela, Rhaena y Rickon llegaron a la costa acompañados de guardias, se encontraron con una escena que les revolvió el estómago.

El cuerpo de Luke aparentemente sin vida yacía sobre la arena, mientras que Rhaenyra luchaba por mantener de pie a Aemma, quien había teñido de sangre su vestido celeste justo enmedio de sus piernas.





El cuerpo de Luke aparentemente sin vida yacía sobre la arena, mientras que Rhaenyra luchaba por mantener de pie a Aemma, quien había teñido de sangre su vestido celeste justo enmedio de sus piernas

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Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Where stories live. Discover now