Winterfell

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Dos meses después.

Winterfell

Aemma, Rickon y Jace llegaron a Winterfell un par de días antes de la boda de Lord Cregan.

—Príncipe, príncesa, gracias por honrarnos con su presencia en esta ocasión tan importante para mí— expresó lord Cregan a Jace y Aemma.

—Ha sido muy amable de su parte invitarnos, mi lord. Espero que su matrimonio sea bendecido por los dioses— habló Jace.

— Somos familia, mi lord. No nos perderíamos este momento tan especial ¿Verdad, Rickon?—.

El castaño que sostenía la mano de Aemma asintió mirando a su hermano.

—Es bueno tenerte de nuevo aquí— dijo Cregan a Rickon, quien sonrió y expresó sentirse feliz de poder visitarlo.

—Es un gusto ver lo bien que se encuentra tras su recuperación princesa. Espero que disfrute su estadía en Winterfell durante los próximos días— dijo Lady Alysanne, la prometida de Lord Cregan, a Aemma mientras hacía una pequeña reverencia a Aemma.

—Me ayudaste cuando aquellos hombres se metieron en la tienda en aquel campamento, llámame Aemma, por favor— Alysanne sonrió y asintió.

—Dejaré que descansen un poco tras el largo viaje que tuvieron, ya tendremos el tiempo para ponernos al corriente en la cena—.

En ese momento una chica bastante delgada y de cabello negro entró en el salón casi corriendo.

—¡Vi a dos dragones en el cielo y supe que tenía que regresar de inmediato al castillo porque ya estaban aquí!—.

Aemma no sabía quien era y no tenía interés en averiguarlo hasta que sintió a Rickon soltar sus manos para caminar hacía la chica y abrazarla.

—Por los dioses, ¡mírate Rickon! ¡Luces como todo un hombre— dijo rompiendo el abrazo para darle un vistazo de pies a cabeza a Rickon.

—Tú también has cambiado mucho desde la última vez que te vi— respondió con una enorme sonrisa Rickon.

La sangre de Aemma comenzaba a calentarse al no saber de que se trataba.

Cregan se aclaró la garganta destruyendo el momento que Rickon y la chica tenían.

—Seguramente recuerdan a Sara, nuestra media hermana— dijo el mayor de los Stark a Aemma y Jace — Sara, saluda a la esposa de Rickon, la princesa Aemma y al príncipe Jacaerys —

—Príncipe, princesa, es un gusto verlos nuevamente en Winterfell— la chica hizo una pequeña reverencia a ambos Velaryon.

Aunque Jace si reconocía a la joven que habíaestado presente en su primera visita a Winterfell, Aemma sentía que era la primera vez en su vida que la veía.

Y es que aunque la chica si había estado presente antes, Aemma nunca llegó a verla importante.

—Luego tendrás tiempo para que convivas con ellos, ahora estaba por llevarlos a sus habitaciones para que descansen un rato—.

—Con gusto los acompañaré yo— dijo Sara sonriente y Cregan la miró serio, como si la idea no le agradara del todo— Por favor, Cregan, permíteme ayudar—  la mirada de Cregan se dirigió a la de Rickon.

—Está bien— dijo a Cregan.

—Que sea rápido Sara, aún tienes tareas que cumplir antes de la cena— dijo Cregan en tono serio a la chica, quien asintió de inmediato.

De camino a las habitaciones, Rickon aligeró su paso para alcanzar a la chica que los guiaba y comenzaron a conversar mientras Jace y Aemma los seguían.

Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Where stories live. Discover now