De vuelta a casa

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-¿Seguimos sin noticias de la princesa Aemma?- preguntó la reina Alicent desde su silla en el consejo.

-Lo último que sabemos es que partió a quien sabe donde con los príncipes Daemon y Jacaerys - habló Jason Lannister.

-Sugiero que olvide de una vez por todas la idea de casar a Aemond con Aemma, majestad. Rhaenyra ya ha dejado claro al mantener escondida a su hija, que no aceptará sus términos alteza. Sugiero que Aemond sea comprometido con la hija de algún lord que nos ofrezca apoyo y nos deshagamos de una vez de Rhaenyra y su familia- habló con voz firme sir Otto.

-No deseo matar a Rhaenyra y su familia, padre. He hecho varias generosas ofertas para ella y sus hijos -.

-No ha respondido si las aceptará o no -.

-Significa que sigue considerandolas, hay que darle tiempo. Y aun si el matrimonio de Aemma y Aemond no se lleva a cabo, seguro que las otras ofertas le resultarán más tentadoras, Rhaenyra es madre, no querrá que la sangre de sus hijos sea derramada por una guerra que puede evitarse solamente con dejar que Aegon ocupe el lugar que le corresponde por nacimiento- Alicent miró a su hijo mayor que estaba casi por quedarse dormido en la silla en la que el rey Viserys se había sentado por años en la mesa del consejo.

-Te arrepentirás de no haberme escuchado - habló Otto.

-Mi abuelo tiene razón madre, Rhaenyra podrá jurarme lealtad por sus hijos, pero hay dos personas en esa familia en los que no podemos confiar- habló por primera vez Aegon llamando la atención de todos en la mesa.

-No atacaremos a la princesa Rhaenyra ni a su familia, ¿Quedó claro?-Alicent miraba fijamente a Aegon, quien terminó asintiendo de inmediato y volvió a perderse en su copa de vino, resignadose a aceptar que sus ideas jamás serían tomadas en cuenta.

Aegon nunca deseó ser rey hasta que la corona le fue puesta en la cabeza y escuchó a toda la gente en el septum ovacionandolo. Después de sentir validación por primera vez en su vida había aceptado su nuevo puesto, pero en cuánto estuvo en su primera reunión con el consejo se dio cuenta que realmente solo era la cara, ya que eran su madre y abuelo los que gobernaban a través de él.

-Disculpe su majestad, si me permite decirlo, pienso que es buena idea comprometer al príncipe Aemond para asegurar alianzas con otras casas - está vez había sido Jason Lannister quien habló.

-Correcto mi Lord, ¿Podría al menos considerar eso, alteza?- preguntó sir Otto a su hija.

-Si no tenemos señales pronto de que Rhaenyra está de acuerdo con casar a nuestros hijos, hablaremos nuevamente de casar a mi hijo con otra- dijo finalmente Alicent.

Aegon comenzó a reírse solo llamando la atención de todos.

-¿Qué le resulta tan gracioso, majestad?- preguntó molesto Otto.

-Que crean que Aemond estará de acuerdo con casarse con alguien que no sea la golfa que Rhaenyra tiene por hija - Aegon dio un trago a su copa de vino, mientras Otto lo veía con deseos de abofetearlo.

-Aemond aceptará al final, dudo que él piense en huir de la ciudad por no querer cumplir sus deberes- sacó en cara Otto, borrando la sonrisa que Aegon tenía en el rostro.

-Es suficiente. Tenemos más asuntos por hablar, dejemos en paz a Aemond por el momento- dijo la reina y miró a su hijo - Te pido Aegon, que no le menciones nada al respecto, sabes que aún se encuentra bastante sensible-.

-¿Sensible? No usaría esa palabra, más bien diría que es lo opuesto a eso. No te preocupes madre, no le diré nada, no deseo que me deje igual que a Sir Criston con un par de costillas rotas- el platinado miró al guardia parado detrás de su madre.

Aunque por fuera trataba de lucir bien, todos sabían que permanecía completamente estático por el dolor de cuerpo que sentía, debajo de toda esa armadura que usaba siempre, el cuerpo del hombre yacía lleno de grandes moretones que Aemond le había causado cuando lo atacó una mañana mientras entrenaban.

[...]

-Ustedes los Targaryen son unos dementes - Rickon retrocedió un paso y Aemma lo miró mal -Esto es una locura Aemma-.

-¿Qué no se supone que ustedes los lobos son valientes? -.

-Soy valiente esposa mía, lo que no soy es inmune al fuego de tu dragón -Aemma respiró hondo para no perder la paciencia.

Finalmente estaban por regresar a Rocadragon y Aemma deseaba que Rickon la acompañará en el lomo de Seasmoke, pero él se negaba a siquiera acercarse al dragón.

-Solo dale otra oportunidad, ya te he dicho que yo te protegeré si algo sale mal ¿No confías en mí, esposo?- Rickon respiró hondo y dándose por vencido caminó hasta estar junto a Aemma, quien acariciaba con ambas manos a Seasmoke que respiraba frenéticamente.

la chica tomó una mano de Rickon y la puso sobre Seasmoke demostrándole que podía confiar en él.

-Sé que puedes sentir que me agrada- habló al dragón en Valyrio -.

Finalmente el dragón se calmó y Aemma miró a Rickon sonriendole.

la chica se montó en el dragón y una vez acomodada estiró la mano para que Rickon la siguiera. Aunque Rickon aún tenía miedo, la forma en la que Aemma lo miraba lograba hacerlo sentir menos inseguro.

Una vez que estuvo seguro detrás de Aemma, la chica pidió al dragón elevarse. Rickon abrazó con fuerza a Aemma en cuanto comenzaron a separarse del suelo y Aemma soltó una risa sabiendo que la tomaba con fuerza por lo asustado que seguía.

Todos los presentes miraban con admiración lo sucedido, después de todo no todos los días se veía a un lobo en la espalda de un dragón.

-De vuelta a casa- dijo Aemma y Seasmoke emprendió camino de vuelta a Rocadragon.

[...]

-¡Ya están aquí, madre!- Joffrey entró corriendo a la habitación del pequeño Viserys, donde Rhaenyra se encontraba con el niño más pequeño en brazos mientras que Aegon jugaba con su nana en el suelo.

-Vamos a recibirlos entonces - la princesa dejó a Viserys con la nana y tomó a Joffrey del brazo dejando que él la llevara casi corriendo hasta el salón del trono de Rocadragon.

Al primero que vio fue a Jace y no dudó ni un segundo en acercarse a abrazarlo, luego vio a Aemma que apenas venía entrando tomada del brazo de Luke.

-Mi preciosa hija - le dio un fuerte abrazo y cuando se separó de ella se dio cuenta que detrás de ella estaba su ahora esposo, Rickon Stark.

-Bienvenido a Rocadragon, Lord Rickon-.

-Es un gusto ser recibido aquí, mi reina- Rickon se arrodilló ante ella y juró lealtad a su reina-Winterfell la apoya majestad, pero por el invierno mi hermano debe permanecer en nuestra hogar cuidando de nuestra gente, pero vendrá a arrodillarse a usted en cuanto pueda - Rhaenyra asintió.

-Lamento no haber podido asistir a su boda, sin embargo debe saber que lo considero mi familia, mi lord. Espero que su vida aquí sea feliz aquí, cualquier cosa que necesite puede hacérmela saber por usted mismo o por mi hija - Rickon asintió y Rhaenyra volvió a enfocar su atención en su hija llenándola de cumplidos y palabras de disculpa por no haber estado junto a ella en un día tan importante

-Ha sido un viaje largo, madre, especialmente para Rickon que voló en dragón por primera vez, creo que por ahora los tres solo deseamos descansar- habló Jace salvando a Aemma de la conversación con Rhaenyra.

Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Where stories live. Discover now