El pequeño Joffrey Velaryon

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Había pasado una semana desde que habían regresado de Winterfell y Aemma estaba sorprendida de ver lo rápido que Rickon parecía adaptarse a su nuevo hogar y lo bien que se llevaba con sus hermanos.

Esa mañana Aemma veía a Luke, Jace y Rickon pelear mientras que Joffrey estaba sentado junto a ella jugando con un pequeño dragón de madera.

A diferencia de Luke y Jace, Joffrey no mostraba tanto interés en Rickon.

-¿Qué piensas de Rickon?- preguntó Aemma.

-Tiene una muy buena espada y es buen peleador, aunque es raro que casi siempre se vista con pieles de animales- dijo sin dejar de mover su dragón en el suelo -¿Por qué me lo preguntas?-.

-Solo quiero saber -.

-Crees que no me agrada ¿verdad?- Aemma asintió - Todos están encantados con él, incluso Daemon -.

-Pero tú no, solo quiero saber el motivo-.

-No quiero decírtelo - Aemma le quitó el dragon de las manos obligandolo así a que la viera-Devuelvemelo Aemma, es mío -.

-Dímelo entonces -.

-No me gusta que estés casada. Pasaste mucho tiempo lejos cuando te fuiste a King'sLanding, luego te vas a Winterfell y al regreso traes contigo un esposo. Apenas te he visto desde que volviste porque todo el tiempo has estado con él. Dejé de ser tu favorito por su culpa, por eso no me agrada- El niño se cruzó de brazos molesto.

-Joffrey, en primer lugar te he dicho ya que yo no tengo un hermano favorito, y segundo, estuve todo el tiempo con él estos días porque quería que conociera nuestro hogar y se sintiera cómodo. ¿Cómo te sentirías si tuvieras que irte a vivir lejos sin nadie de la familia?-.

-Triste...-.

-¿Querrías que alguien te hiciera compañía para no sentirte solo, verdad? - el niño asintió- Necesita amigos aquí y que seamos amables con él ¿Entiendes eso verdad?- De nuevo miró a su hermana asintiendo, Aemma atrapó al niño con ambos brazos y lo abrazó atrayendolo hacía ella - Prometo que pasaré más tiempo contigo como antes cuando Rickon esté tan cómodo con todos que no necesite que vaya con él de un lado a otro-.

-¿Volverás a leernos a Aegon, Viserys y a mí?- la chica asintió y el niño suspiró.

-Bien, entonces intentaré ser amigo de tu esposo, entre más pronto se sienta parte de la familia más pronto volveré a tener toda tu atención - Aemma sonrió y sacudió la melena castaña del niño, despeinandolo un poco.

-Aemma- se quejó mientras trataba de volver a acomodarse el cabello, en eso Rickon apareció frente a ellos.

-¿Qué sucede?- preguntó Aemma.

-Creo que ha sido suficiente por hoy - respondió Rickon mientras tomaba asiento junto a ella-¿Tú no entrenas Joffrey?-.

-No me gusta entrenar solo con mis hermanos, Jace quiere que haga demasiado y Luke no sabe medir sus golpes, mira, la última vez me tiró un diente - el niño abrió la boca dejando ver el espacio donde le faltaba un diente - Pero el maestre dice que crecerá uno nuevo así que estoy bien-.

-¿¡Qué cosa!? ¿¡Cuando te tiró el diente!? ¿Y por qué nadie me lo había dicho?- exigió respuestas Aemma.

-Jace y tú estaban en Winterfell, pero no te preocupes, le devolví el golpe. No le tiré un diente pero si le saqué el aire de un puñetazo en el estómago. No digas nada Aemma, ni siquera madre lo se dio cuenta- Rickon observaba a Aemma, quien tenía la cara completamente roja, parecía que deseaba clavarle una espada a alguien.

-Que fuerte eres - le dijo Rickon al niño - Si no te gusta entrenar con tus hermanos tal vez podrías intentar hacerlo conmigo, hasta podría enseñarte con mi espada, Lucerys me contó que te gusta- Joffrey miró a Aemma sorprendido y asintió mirando a Rickon.

Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Where stories live. Discover now