Fuego y Sangre: Aemma Velaryon

¿Lobo o Dragon?

-Teniendo claro que el príncipe Aemond no contraerá matrimonio con la princesa Aemma, es preciso que sea comprometido con una doncella de una gran casa- habló Otto desde su lugar en la mesa del consejo.

-¿Es preciso? - preguntó con ironía Aemond- ¿En serio estamos hablando de esto? No voy a comprometerme con nadie -.

-Me temo que si- dijo Alicent mirando a su hijo - Un matrimonio con una casa fuerte asegurará aliados para tu hermano-.

Aemond comenzó a apretar los puños empezando a sentirse irritado.

-Lord Borros tiene cuatro hijas, al menos una tiene que tener buena apariencia, también está la mujer Arryn, tiene varias hijas, son más jóvenes, pero pronto maduraran y podrán darte herederos- habló de nuevo Otto.

-Tal vez tú deberías de casarte con alguna de ellas si te urge tanto que haya una boda pronto- Aemond se puso de pie y salió molesto de la sala donde el consejo tenía su reunión.

-Hay que darle tiempo. Pasar tiempo con unas cuantas golfas es lo que necesita para sacarse de la cabeza de una vez a la hija de mi hermana- habló Aegon mientras llenaba nuevamente su copa de vino.

[...]

Rickon había tomado con bastante calma la noticia que Aemma le había dado sobre el hijo que esperaba, lo cual había dado bastante calma a ella también.

La noticia no tardó en esparcirse por todo el castillo en cuestión de horas.

Aemma miraba a Rickon ayudar a Joffrey a aprender a pelear y sentía alivió al saber que su hijo sería criado por un hombre de buen corazón.

Jace apareció y se sentó a un lado de Aemma debajo de uno de los árboles que había en el jardines donde estaban.

-Madre me ha dado la noticia, pero quería escucharlo de tu boca-

-¿Quién ha dicho que puedes sentarte a mi lado?- preguntó ella bastante seria.

-¿En serio sigues enojada?- Aemma no respondió - Me disculpé con madre y contigo, no puedes estar enojada conmigo por siempre-.

-Lo que hiciste estuvo tan mal y no voy a pasarlo por alto, mereces que te ignore el mayor tiempo posible -.

-Aemma...-.

-Dejame en paz Jace, el maestre Gerardys dijo que debo estar tranquila y tú me provocas lo opuesto a eso-.

-Por favor Aemma...- la joven cerró los ojos durante unos cuantos segundos y respiró hondo para luego volver a mirar a su hermano.

-¿Sabes lo difícil que será para mí confiar en que mi hijo esté bien aquí, sabiendo que si resulta parecerse a...-hizo una pequeña pausa -a él, lo rechazaras porque nunca has podido ser capaz de dejar a un lado tu odio hacía él -.

-¿Estás segura de qué es de él?- Aemma soltó una risa amarga.

-Eres un idiota Jace-.

-No, no quise que sonara de esa manera-.

-No te quiero cerca de mí, Jace- habló mientras se ponía de pie y caminaba de regreso al interior del castillo, dejando a Jace solo sintiéndose mal por haber actuado tan mal noches atrás.

Mas tarde en la noche, Aemma intentaba dormir pero Rickon no se lo permitía por lo inquieto que estaba.

-¿Qué te sucede? Llevas un buen rato dando vueltas en la cama - Rickon se sobresaltó al escuchar la voz de Aemma.

-Lo siento Aemma, no quería molestarte - Aemma dejó de darle la espalda y se dio la vuelta para mirarlo.

-¿Qué es lo que te tiene tan inquieto?-.

-No es nada- ella lo miró levantando una ceja.

-Sé que sucede algo, nunca estás tan inquieto-.

-Siento pena de decirlo- se sinceró.

-Soy tu esposa Rickon, puedes decirme lo que sea- dijo Aemma mientras acariciaba la mejilla del joven, haciéndolo suspirar.

-No puedo evitar pensar en nuestro hijo, sé que no debe importarme, pero...-.

-Sientes curiosidad - dijo ella en un tono apagado.

-Lo siento...-dijo avergonzado.

-No, discúlpame tú a mi por arrastrarte a esto-.

-Quiero saber que puedo esperar-.

-Pregunta entonces - dijo Aemma tratando de escucharse tranquila, aunque se sentía bastante nerviosa.

-¿Nuestro hijo o hija tendrá cabellos plateados y ojos violetas, no precisamente por tí ?- el color abandonó el rostro de Aemma y la sensación de náuseas se hizo presente.

-¿Qué dices...?-.

-La otra noche después de tener una breve conversación con Lord Corlys salí a buscarte y te ví besandote con Aemond Targaryen...-

-Yo...,yo...-.

-Era bastante obvio antes de eso, él miraba a todos como si quisiera matarlos, pero a tí no. Mientras que tú te pusiste distante conmigo desde que él apareció -.

-Lo siento tanto Rickon - dijo Aemma en un hilo de voz.

-Descuida, solo responde la pregunta, ¿Aemond Targaryen es con quién estuviste antes de mí?- Aemma asintió y después de eso Rickon se quedó boca arriba en silencio durante unos minutos.

-También está la posibilidad de que sea tuyo, Rickon, pero no puedo decirtelo con seguridad, por eso no te lo he dicho antes -.

-Lo dices solamente para tenerme tranquilo?-.

-Lo digo en serio Rickon, no hubo tanto tiempo de diferencia. Podríamos tener a un pequeño o pequeña loba de cabello oscuro junto con nosotros en un futuro. Sea como sea tu y yo tendremos nuestra propia familia - el rostro de Rickon cambió de inmediato.

El solo pensar en la imagen de Aemma cargando en brazos a su primogénito lo había hecho sentir mas que emocionado.

-Es bueno saberlo, gracias por decirmelo Aemma-.

-¿Crees que ya puedas dormir tranquilo?- preguntó Aemma.

-Si me sigue costando dormir será por pensar en todo lo que deseo enseñarle a nuestro hijo- el joven tomó la mano de Aemma y la besó como ya era costumbre- Descansa mi Aemma- dijo y se acomodó una vez más entre las sábanas listo para seguir intentando dormir.

Mientras que Rickon había logrado sentirse lo suficientemente tranquilo para dormir después de hablar con Aemma, ella empezó a pensar en cientos de cosas hasta que le quitaron el sueño.

Lo que más la atormentó esa noche fue pensar en que si su hijo resultaba ser de Aemond no sólo Jace sentiría rechazo por él, sino que también Rickon, quien sabiendo que sus posibilidades eran menos que las de Aemond se había hecho gran ilusión en cuestión de minutos.

Aemma no deseaba romper las ilusiones de su esposo, pero sabía que estaba fuera de sus brazos.