Dos contra uno

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King'sLanding, Horas antes de que Aemma y Rhaenys llegarán por Baela.

El rey Aegon fue avisado por uno de los guardias sobre el avistamiento de un dragón desconocido que se dirigía hacía el castillo.

—Lo sabía, vienen por nuestras cabezas— decía Alicent mientras daba vueltas inquieta por el lugar.

—Acabaré con esto de una vez, preparen a Sunfyre. Si morir es lo que quieren, se los concederé —.

—¿De qué hablas? Aemond partió a Antigua y Healena no montará a Dreamfyre para pelear—.

—Tengo todo el apoyo que necesito, madre— dijo Aegon y partió a recibir a su invitado.

Cuando Baela llegó a el castillo, les dijo a los guardias que si entregaran a su rey y familia, les perdonaría la vida. Pero la respuesta de los hombres fue clara cuando comenzaron a lanzarle flechas, así que Baela no lo pensó dos veces y ordenó un Dracarys a Moondancer, prendiendo fuego a cuantos guardias pudo.

—¡Salgan de su escondite, asquerosas ratas!— gritó y siguió volando en círculos alrededor del castillo.

De pronto Aegon hizo su entrada en lomos de Sunfyre desde la otra esquina del castillo.

Baela no esperó una invitación de parte de Aegon y fue directo hacía él con toda la intención de matarlo.

Tanto Sunfyre como Moondancer peleaban contra el otro tratando de defenderse a ellos mismos y a sus jinetes.

Una vez que ambos dragones se alejaron del castillo mientras se perseguían y peleaban, Alicent salió a ver lo que sucedía desde uno de los balcones, ahí la acompañaban su padre y Healena que se tapaba los oídos con ambas manos y murmuraba cosas para si misma.

Moondancer era más joven que Sunfyre, pero también era más agresiva. Cuando el dragon de Aegon logró herir una de las alas de Moondancer, la dragona de Baela rugió de dolor y se enfureció más. Aún con el ala lastimada, logró alzarse más que Sunfyre y se fue encima de él enterrandole los dientes en el cuello mientras lo sacudía en el aire.

—¿Cómo puede un ser tan estúpido, ser rey ? Te mataré primero a tí y luego al resto de tu asquerosa familia — dijo Baela al sentir la victoria tan cerca.

Miró a Aegon quien no se inmutó ni un poco aún viendo la posición en que estaba.

—¿Crees que moriré hoy? Hermosa dama, esto apenas comienza— dijo esbozando una sonrisa que le causó incomodidad a Baela.

La pregunta de Baela de como podía pensar que tenía oportunidad de seguir con vida, se respondió sola cuando un tercer dragón apareció en la escena.

Dracarys, Tessarion— escuchó decir a un jinete que no había visto antes y tuvo que soltar a Sunfyre para lograr librarse de las llamas de la bestia azul que ahora la perseguía también.

—Crees que yo soy el estúpido, pero yo no caí redondo en una trampa—dijo Aegon haciéndole una seña a Daeron para que se moviera.

La chica era emboscada por dos dragones que se lanzaban contra ella, pero aún así siguió luchando cuanto soportó.

Aunque Moondancer logró tomar nuevamente a Sunfyre de una de sus alas, Tessarion que volaba mas alto que los demás se lanzó sobre ella obligandola a bajar.

Las garras de Tessarion apretaban con demasiada fuerza el cuerpo de Moondancer, quien en su agonía dejó salir llamas una última vez, provocando que Aegon gritará de dolor y obligará a Sunfyre a separarse de la dragona por el fuego.

Fuego y Sangre: Aemma Velaryon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora