Los Siete OS de la Familia Tang

Capítulo 53

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Desde que Tang Er Yuan rechazó la propuesta, Li Can estaba dividido. La rosa rosa fue su insistencia estética durante muchos años, pero ahora se enfrentaba a la elección más difícil.

Una noche, tarde en la noche, cuando no podía dormir, Li Can finalmente se dio la vuelta y se sentó, decidiendo que antes de la pose rosa y su esposa, por supuesto, su esposa era más importante.

Entonces, un buen día soleado, Li Can le pidió a Tang San Yuan que llevara personalmente a Tang Er Yuan a los suburbios y luego, con una sonrisa encantadora en su rostro, se alejó.

Tang Er Yuan caminó por el campo, sus instintos le dijeron que Li Can debe estar detrás de esto.

Efectivamente, no tuvo que caminar demasiado antes de ver un gran campo de hermosas y delicadas rosas rojas floreciendo a la luz del sol, lo que hizo que Tang Er Yuan respirara profundamente, rodeado por el aroma de las rosas.

En medio del campo de rosas se encontraba un hombre, vestido con un traje blanco, su exquisita apariencia brillaba intensamente a la luz del sol, el campo de rosas detrás de él reflejaba su satisfacción.

Tang Er Yuan miró a Li Can en el campo de rosas y se olvidó de respirar por un momento, tuvo que retractarse de lo que había dicho antes. De hecho, Zhou Ze ni siquiera parecía una millonésima parte de Li Can.

Li Can sonrió y abrió los brazos, sus ojos se posaron en el cuerpo de Tang Er Yuan, enviando ondas a través de su corazón.

Tang Er Yuan no pudo resistir la tentación y abrió las piernas y corrió hacia Li Can, saltando sobre el cuerpo de Li Can de una sola vez.

Li Can abrazó a Tang Er Yuan con satisfacción, se aseguró de borrar los recuerdos que Zhou Ze había dejado en la mente de Tang Er Yuan, de modo que cuando Tang Er Yuan pensara en rosas rojas, ¡sería el primero en venir a la mente!

"El día de la boda, usaremos las rosas rojas aquí para decorar el lugar, ¿de acuerdo?" Li Can preguntó con una sonrisa baja.

Tang Er Yuan asintió con satisfacción mientras miraba las rosas rojas que crecían salvajemente por todo el lugar.

Li Can llevó a Tang Er Yuan por los campos de rosas antes de dejarlo en el suelo, arrodillándose sobre una rodilla, sacando el anillo preparado y mirándolo, "Yuan Yuan, ¿estás dispuesto a casarte conmigo?"

"Estoy dispuesto." Tang Er Yuan respondió con las cejas arqueadas, sin la menor vacilación. Se unificaron las estéticas, qué otras dificultades podrían desconcertarlos.

Li Can puso el anillo en la mano de Tang Er Yuan y, por un momento, realmente le gustaron las rosas rojas.

La forma en que Tang Er Yuan sonrió y se paró en el campo de rosas diciendo que estaba dispuesto fue tan hermosa que su corazón tembló.

Las rosas rojas eran lo único que podía igualar al apasionado y ardiente Tang Er Yuan.

Tang Er Yuan tiró de la corbata de Li Can, lo atrajo hacia él y lo besó en los labios de puntillas.

Li Can le devolvió el beso a Tang Er Yuan en un campo de rosas, e incluso las rosas rojas alrededor de Tang Er Yuan parecían haberse vuelto hermosas junto con él.

El día de su boda, el lugar de la boda estaba cubierto de rosas rojas, a excepción de la única rosa clavada en el pecho de Tang Er Yuan.

A Tang Er Yuan no le gustan las rosas rosadas, pero estaba dispuesto a ser la única rosa rosada de Li Can.