Los Siete OS de la Familia Tang

Capítulo 70

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Por la noche, todos finalmente se dispersaron y volvieron arriba para descansar. Después del desayuno de mañana, la grabación de este episodio del programa de variedades habrá terminado, la próxima grabación será en medio mes.

Antes de irse a la cama, Gu An tocó una nueva canción para Tang San Yuan, la canción seguía siendo muy buena, su voz ligeramente magnética sonaba como si hubiera nacido para cantar, las horribles imágenes que quedaban en la mente de Tang San Yuan parecían disiparse con su canción. Tang San Yuan pensó que perdería el sueño esta noche, pero para su sorpresa, al escuchar la guitarra de Gu An, su cabeza tocó la almohada y sintió sueño.

Pero todavía estaba tratando de no quedarse dormido. Cuando Gu An se acostó, esperó un rato para asegurarse de que la posición de Gu An no se había movido durante mucho tiempo y que estaba realmente dormido, luego Tang San Yuan se sentó lentamente y extendió la mano lentamente y tiró del conejito en el cabecero de la cama en el nido de mantas.

Hizo una pausa por un momento y al ver que Gu An no respondía y estaba realmente dormido, se volvió más audaz y extendió la mano nuevamente, tirando del segundo, tercero y cuarto conejito debajo de las sábanas y abrazándolos.

Con los conejitos en sus brazos, sonrió satisfecho.

En el silencio, la voz de Gu An de repente sonrió: "Yo también quiero dormir con un conejo en mis brazos".

Los movimientos de Tang San Yuan se congelaron por un momento mientras se encogía debajo de las sábanas, lo descubrieron...

No pudo evitar sentirse un poco disgustado, y después de un momento dejó de luchar y dijo tentativamente: "¿Entonces compartiré uno de los conejos contigo?"

La voz de Gu An parecía un poco nítida en la noche: "No es necesario, quiero un conejo grande, estos son demasiado pequeños".

"Pero los conejos son todos pequeños ah". Tang San Yuan parpadeó en la oscuridad y replicó.

Gu An no respondió de nuevo, solo se rió por lo bajo y luego dijo con voz suave: "Ve a dormir, buenas noches..."

Tang San Yuan se acostó debajo de las sábanas con un leve asentimiento, reaccionando al hecho de que Gu An no podía ver, y respondió suavemente de nuevo: "Buenas noches".

Su voz tenía un toque de suavidad soñolienta, Gu An no pudo evitar sonreír y cerrar los ojos.

Después de una noche sin sueños, cuando Gu An volvió a abrir los ojos, ya era temprano en la mañana. Se frotó el cabello desordenado y se sentó, levantando la cabeza para ver a Tang San Yuan con su pijama de conejo, acostado en medio de un grupo de conejos, sus mejillas claras luciendo un poco infantiles a la luz de la mañana.

Gu An lo miró fijamente por un momento, con una sonrisa amable en los labios y un brillo en los ojos.

El sol brilló en la cara de Tang San Yuan y frunció el ceño ligeramente y se dio la vuelta para evitarlo, sus piernas blancas estiradas de la manta, exponiéndolas a la vista de Gu An. El movimiento de darse la vuelta expuso su escote, revelando una clavícula delicada, pero Tang San Yuan se frotó la almohada debajo de la cara inconscientemente.

La sonrisa en la esquina de la boca de Gu An se convirtió gradualmente en una sonrisa amarga cuando dejó escapar un suspiro de impotencia y se levantó para correr al baño. Parece que hoy también es un día para tomar una ducha fría.

Después de que Gu An terminó su ducha, esperó hasta que el calor de su cuerpo hubiera dispersado la frescura para que Tang San Yuan no descubriera que se había dado otra ducha fría antes de ir a despertar a Tang San Yuan.