Los Siete OS de la Familia Tang

Capítulo 168

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La brisa fresca del exterior de la casa sopló sobre su ropa empapada y Tang Qi Yuan se estremeció involuntariamente, extendiendo la mano para abrazar el cuello de Sheng Cen y apoyándose en sus brazos.

El cuerpo de Sheng Cen estaba caliente y, aunque estaba tan mojado como estaba, seguía emitiendo un flujo constante de calor.

"¿Ahora sabes que hace frío?" Sheng Cen lo miró con frialdad, su respiración era un poco pesada porque lo sostenía en sus brazos, y aunque habló con desagrado, sus manos sujetaron a Tang Qi Yuan un poco más fuerte, inclinando ligeramente su cuerpo hacia los lados para protegerlo del viento. .

Tang Qi Yuan no respondió y honestamente enterró su cabeza en los brazos de Sheng Cen.

Mientras Sheng Cen avanzaba paso a paso, la punta de la nariz de Tang Qi Yuan ocasionalmente tocaba el pecho de Sheng Cen, que olía a limpio y fresco.

Tang Qi Yuan cerró los ojos y dijo: "Sheng Cen, fuiste demasiado grosero en este momento".

La voz de Sheng Cen contenía una ira no resuelta: “¿No fue Chen Zi Zhan grosero cuando te pateó? ¿O pensaste que te veías bien cuando te caíste al agua?

Tang Qi Yuan estaba deprimido y, después de pensarlo, preguntó: "No pasará nada si está en el agua por un día, ¿verdad?"

“Está mucho mejor de salud que tú”. Sheng Cen lo cargó fuera de la puerta de la escuela, lo metió en el auto, tomó una toalla y se la arrojó a los brazos, diciendo enojado: "Si tienes tiempo para preocuparte por ese bastardo de Chen Zi Zhan, es mejor que te apresures y lo hagas". Limpia el agua de tu cuerpo.

"No me importa él, solo tengo miedo de involucrarte".

Sheng Cen se burló y se volvió hacia el conductor: "Sube el aire acondicionado".

El conductor miró sin comprender a los dos pollos empapados, pero cuando escuchó la orden de Sheng Cen, asintió y encendió el aire acondicionado.

Tang Qi Yuan tomó la toalla y se limpió las puntas de su cabello goteante, miró a Sheng Cen y preguntó: "¿A dónde me llevas?"

"Hogar." Sheng Cen agarró la toalla y se secó el cabello vigorosamente.

"¿Tu hogar?" Tang Qi Yuan dejó que se frotara el cabello, levantó ligeramente los ojos y preguntó en voz baja.

“Es.”

"No es necesario, solo regresaré a mi propia casa y tomaré una ducha". Tang Qi Yuan sacudió la cabeza apresuradamente, no queriendo ir al Palacio de las Orquídeas en tal lío para molestar a la emperatriz Xia.

"¿Tu casa? ¿El lugar donde vives tú y tu hermano? ¿Cómo te cuidará ahora que está en clase? Para cuando te desmayes solo en casa, nadie lo sabrá”.

“No necesito que nadie me cuide”. Tang Qi Yuan parpadeó y susurró.

"Corta la mierda". Sheng Cen arrojó la toalla e impacientemente encontró una manta delgada del baúl y la arrojó sobre la cabeza de Tang Qi Yuan.

La manta ancha, suave y delgada cubría la cabeza de Tang Qi Yuan, revelando solo una barbilla clara. Tang Qi Yuan había tenido frío, por lo que su rostro estaba muy blanco, reflejando sus labios cada vez más rosados.

Tang Qi Yuan no extendió la mano para quitar la manta delgada, pero sonrió dulcemente de una manera tonta, "Sheng Cen, gracias".

Aunque el temperamento de su compañero de mesa era un poco malo, sabía que su compañero de mesa se preocupaba por él, era solo que la forma en que su compañero de mesa lo expresó fue demasiado grosero. Justo ahora su compañero de mesa fue el primero en saltar al agua para salvarlo, lo vio todo desde dentro del agua.