★ 73

29.1K 1.6K 322
                                    

Odio los domingos. No el día en sí, sino tener que hacer algo que requiera algún esfuerzo por mi parte en un día que debería ser de descanso.

Y estar aquí, sonriendo a esta gente que no conozco como si nada, pues como que no me hace demasiada gracia.

-María - oigo a alguien detrás de mí, y me falta tiempo para darme la vuelta, porque Björn ya me ha tocado el hombro.

-¿Qué problema tienes, en teoría?- bufo, cruzándome de brazos y frunciendo el ceño.

El hermano de Hugo se posiciona delante mío, con su rostro de amargado, y se coloca el tupé rubio tan sedoso que tanto tiempo le ha costado peinarse por la mañana, mirándome con sus profundos ojos color aceituna, como si me importara su vida.

-¿Puedes fingir durante dos horas que nos llevamos bien? Es que mi madre no se cree que pueda ser amigo de nadie que alabe a Hugo.

Sonríe, falsamente, tras decirlo.

Alzo una ceja y me dispongo a reírme de él, pero, antes de que pueda articular palabra, una mujer mayor de cabellos rubios cortados a lo Ana Wintour le rodea un brazo a Björn, que le saca, por lo menos, dos cabezas.

-Björn, liebe, komm mit mir- le dice, y yo hago una mueca al darme cuenta de que no me ha presenciado.

La señora hace amagos para arrastrar a mi teórico cuñado con ella, pero carece de fuerza, ya que él, ni corto ni perezoso, se gira para coger una copa de champán a un camarero que pasa por su lado y se la lleva a los labios sin inmutarse.

-¡Björn!- insiste la mujer, pegándole otro tirón.

Miro por encima de su cabeza las siete mesas de cóctel rodeadas por gente que desconozco, riendo y compartiendo aceitunas de primera calidad, maceradas en el aceite de pimentón picante que Hugo me ha presentado esta mañana. Me siento tan extraña en este lugar, sabiendo que no conozco a nadie y que nadie se ha acercado a mí en ningún momento...

-Ella es Magría o algo así- se aclara la garganta el hermano pequeño del chef, desaparecido en combate, supongo que en la cocina, porque no puede evitarlo.

-¿Cómo que María o algo?- murmuro a regañadientes, mirando con un profundo odio a Björn.

Su madre, sorprendida de que hubiera alguien más allí, se da la vuelta lentamente para encararme.

No es muy alta, y su complexión es más bien delgada, por lo que el traje nacarado que lleva le queda a las mil maravillas.

Sus ojos son verdes, como los de su hijo pequeño, y su flequillo recto platino destaca todavía más el bello color.

Sus labios, tintados de rojo borgoña, forman una sonrisa cuando ya me ha observado durante unos segundos, pronunciando todavía más su rostro de serpiente.

Seguro que es reptiliana.

-Usted debe ser la madre de Hugo, encantada, soy María, su novia- me apresuro a decir antes de que ella pueda saltar sobre mí y morderme con sus colmillos blancos y afilados.

Ella asiente, cerrando los ojos.

-Yo soy Ada Maria Zechner, la exmujer de tu jefe- dice, como si me fuera a resultar simpático.

Fuerzo una media sonrisa que se borra al instante, cuando a Björn casi se le sale el champán por la nariz del ataque repentino de risa que ha tenido al oír a su madre presentarse a mí.

-Un placer, Frau Zechner. Agradezco que me haya invitado hoy al ensayo de su boda- intento recomponerme del golpe bajo, pero sin fingir una sonrisa, porque ya, a estas alturas, me es imposible.

El Chef (2015)Where stories live. Discover now