Conversaciones a medianoche

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En mitad de la noche Ana decidió salir de la habitación e ir al sofá, quería desahogarse de nuevo, pero esta vez necesitaba estar sola. Agarró una almohada y una manta, se acurrucó en una esquina del sofá con su teléfono móvil. Abrió el bloc de notas y comenzó a escribir todo lo que sentía en ese momento. Cuánto más escribía más ganas tenía de llorar, aguantó como pudo hasta que le fue inevitable comenzar a llorar. -Recuerdo cada uno de los te quiero que me decías, todas las veces que salimos a pasear cogidos de la mano, cada canción que compusimos juntos, pero ahora me pregunto si valió la pena... -escribía Ana. 

Ya no podía ver la pantalla, las lágrimas le emborronaban la visión. Decidió soltar el teléfono y quedarse mirando hacía un lado intentando no pensar demasiado. Todo estaba siendo demasiado duro. 

Escuchó un ruido en la cocina, era Aitana que iba a coger algo de beber. -¿Ana? ¿Qué haces ahí? -dijo mientras se acercaba a ella en el sofá.

Aitana se sentó a los pies de Ana mientras apartaba su pelo para poder verle la cara. -Ay, jo, no llores.- le dijo antes de abrazarla. -Todo pasará. -Aitana se quedó un buen rato junto a Ana, acariciando su mejilla, hasta que esta decidió hablar. -Aiti...- dijo.

-Dime. -respondió soltando la taza en la mesa.

-Ja... Jadel me dijo que no... que no podía seguir conmigo porque veía que yo estaba enamorada de otro chico... 

Aitana se sorprendió y dió un sorbo a su mezcla de agua con miel. -¿Y eso es cierto?

-Realmente estoy muy confundida, mi corazón me dice que sí, que...que quiero es...estar con ese otro chico todo el tiempo pero...

-Entonces si es cierto.

-Pero esque mi cabeza me dice todo lo contrario, no podría pasar nada entre nosotros, somos muy buenos amigos y solo eso. -dijo Ana tapándose la cara con la manta.

-Anda, hazme hueco. -le dijo Aitana mientras se tumbaba con Ana en el sofá. -Mira, se que es complicado pero ¿por qué no lo intentas?...hazle caso a tu corazón por una vez... 

-Aiti...

-Hay que ser valiente Ana...

-Habló la que está loquísima con su mejor amigo aquí dentro y no es capaz de admitirlo... -dijo Ana sonriendo por primera vez en toda la noche. 

-Pero lo de Luis es diferente...piensa en lo que te dije porfa, mañana me dices que has decidido, ahora vamos a descansar. Por cierto, ¿quién es el chico?- dijo Aitana algo nerviosa. 

-Roi...

Aitana esbozó una sonrisa. 

Las chicas decidieron pasar la noche juntas en el sofá. Esa compañia les sentó muy bien a las dos, ya que eran muy buenas amigas y ese apoyo era fundamental para Ana en este momento. 

A la mañana siguiente todos se levantaron puntuales para la clase de yoga. Era martes y tocaba reparto de temas pero eso sería llegada la tarde para tener los ensayos después. Todos habían desayunado y la clase estaba apunto de empezar. Fue una de las mejores clases que podían tener ese día ya que les ayudaría a estar relajados después de la gala de ayer. Todo fue rodado. Aprendieron algunas posturas básicas, respiración y relajación. Después tocaba clase de bailes urbanos, donde la cosa se puso más movida. Aitana seguía sin dar un paso al igual que Alfred o Marina. No les iba mucho el baile. Miriam era una excelente bailarina. -Me encanta como te mueves. -le dijo Nerea. -Gracias. -respondió Miriam con una gran sonrisa a su amiga.

Las clases se pasaron volando y llegó la hora de comer. Todos corrieron como locos a por la comida que se basaba en hamburguesas de tofu y patatas, también tenían algo de ensalada y fruta de postre. 

Se sentaron a comer y mientras, hablaban de como se vieron en la gala y de otros temas que pasaron en estas semanas.

-¿Estas mejor? -le susurró Aitana a Ana.

-Estoy. -le respondió mordiendo un trozo de mandarina.

-Solo espero que no me toque algo donde haya que bailar, soy pésimo. -dijo Cepeda sobre el reparto de temas. 

-Eso es lo demenos, yo espero que no me toque algo rockero porque buah, que horror, no entiendo nada de como hacer esos temas. -dijo Amaia. 

-Si tú lo haces todo bien. -le dijo Alfred.

Amaia se sonrojó y rió nerviosa. Aitana le dió un codazo a Amaia y levantó las cejas. 

-Bueno yo creo que voy a ducharme. -dijo Raoul.

-Te acompaño. -dijo Agoney.

Todos los de su mesa se quedaron mirándolo sorprendidos por su respuesta.

-Pero para ducharme...en otra ducha...yo...solo. -dijo mientras se iba.

Todos rieron.

Roi miraba a Ana buscando una mirada de complicidad. Ella estaba perdida en sus pensamientos. No podía quitarse las palabras de Jadel de su cabeza, tampoco las de Aitana. -¿Y sí lo intento? Pero...Mimi...no Ana, no lies más tus pensamientos. -pensó. Alzó la mirada y se encontró con la de Roi. -¿Estás bien? -dijo este.

-Eh, si, bueno, ¿podemos hablar, a solas, porfa? Necesito decirte algo...

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