Para...por favor

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A la mañana siguiente los chicos se despertaron algo más tarde de lo habitual. Ana fue la primera en atravesar la puerta de la habitación. Agarró ropa limpia de su armario, su toalla y ropa interior y después, se metió en las duchas. 

Mientras esta se duchaba, Agoney salía de la habitación junto a Miriam. Esta, se acercó a los lavabos y se miró la cara. -Jo tío, ya me ha salido un grano. -dijo intentando quitarselo.

-Pero no te lo quites... -dijo Agoney acercándose a esta y apartándole las manos de la cara. -Se te va a quedar una marca y va a ser peor.

Miriam suspiró y después siguió mirándose la cara durante un rato. Agoney simplemente la miraba y se reía. -Por mucho que me mires la belleza no se pega. -le dijo Miriam dándose la vuelta para mirarlo.

-Que estúpida. -rió Agoney tumbándose en los sillones amarillos.

Roi salió de la habitación con el micrófono en la mano. -¿Hay pilas? -dijo este acercándose a sus compañeros en los lavabos. Agoney afirmó y después le señaló donde. Este se acercó y tras cambiarle las pilas a su micrófono, decidió ir a ducharse.

Al entrar en las duchas ya había alguien duchándose pero este no le dió importancia y comenzó a desvertirse. El grifo de la otra ducha se paró y Ana salió de esta. Sorprendida por la presencia de su novio Ana casi se mata. Metió un resbalón pero Roi fue rápido y pudo agarrarla. 

-Gracias. -respondió esta agarrandose a su cuello.

-Nada. -respondió este sonriente. -Se ve que tu torpeza sigue siendo la misma de siempre. 

Ana se incorporó rápido y se puso la toalla alrededor del cuerpo. -Si... -respondió intentando fingir una sonrisa.

Después de la noche de ayer lo único que quería hacer Ana era alejarse de todos y estar tranquila y sola por un tiempo pero, aqui dentro eso esa imposible. Roi comenzó a acercarse a Ana y esta empezó a caminar hacia atrás, para terminar pegada a la pared, con Roi a solo unos centímetros.

-¿Qué haces Roi? -dijo esta poniéndole una mano en el vientre para intentar que se separara.

-Hace mucho que no...ya sabes...y... ahora no hay nadie aquí... -decía este mientras comenzaba a besarle el cuello.

-Roi... para... tenemos clase en quince minutos... -decía esta pasando su mano por el pelo a Roi.

-Eso es tiempo suficiente para mí. -dijo Roi pasando la mano por dentro de la toalla de Ana. 

Esta intentaba apartarle la mano a Roi, no quería hacer nada, no tenía el cuerpo para eso, pero, Roi seguía insistiendo, hasta que Ana cayó y lo dejó seguir. La toalla de Ana cayó al suelo y Roi aprovechó para agarrar a esta, entrelazarle las piernas en su cadera y subirla para poder ponerla a su altura. La pegó contra la pared para que tuviera más apoyo y comenzó a entrar en ella, una y otra vez.

Ana se aferraba a su espalda, no podían hacer mucho ruido y ella siempre ha sido de gritar. Pero ni agarrarse a su espalda servía para no hacerlo. Roi decidió meter sus dedos en la boca de Ana, para que esta los mordiera y se callara. Sirvió por un rato, pero, inevitablemente, alguien más tuvo la necesidad de entrar en las duchas.

Roi agarró a Ana y la metió con ella dentro de una de las duchas y rápidamente abrió el grifo dejando caer el agua para que esta tapara sus gemidos, porque él, quería seguir.

-Roi, nos va a escuchar, para... -decía esta mientras le arañaba la espalda. 

-A mi no me importa... -dijo este mientras le daba la vuelta a Ana y le besaba el cuello.

Ana tenía apoyada su cabeza sobre su brazo y este a la vez, estaba apoyado en la pared de la ducha. Escondía su cara para poder llorar, llorar de impotencia por no poder parar a Roi, por no poder darle lo que él quería de la mejor manera posible, no tenía la cabeza dónde tenía que tenerla. 

-Roi para... -decía esta entre lágrimas.

Roi al verla llorar, paró y se apartó. -Ana...yo...lo siento...no quería...

Ana simplemente lo abrazó, no dijo nada más en toda la mañana. 


-Lo vas a hacer genial Luis. -decía Aitana mientras este ensayaba su canción.

Este le sonrió y le dió un beso en la cabeza. -Tu también lo vas a petar con esa canción. -rió Cepeda.

-Eh, que es un temazo. -rió Aitana.

-Lo sé, te va como anillo al dedo la verdad.

-JA JA... -rió irónica Aitana. -No me pega nada. 

-Es lo que toca chica. -levantó las manos Cepeda antes de sentarse.

-Mira, te voy a cantar una cosa, luego sigues ensayando, porfi porfi... -insistía Aitana quitándole el ratón del ordenador a Luis.

-Aitana... tengo que ensayar... -decía este intentando que esta no le quitara el ratón.

-Ay Luis... -consiguió quitárselo.

Este se apoyó en su brazo y dejó a Aitana hacer lo que quería, cantarle algunas canciones de Jessie J y Nicki Minaj. Luis la miraba mientras cantaba de la manera más tierna posible. No podía apartar los ojos de ella y eso fue lo que las cámaras captaron.

Tras unos minutos, Aitana terminó de cantar. -¿No te gustaría que te tocara algo así? -dijo Luis invitándola a sentarse con él.

-No, no me veo... -respondió Aitana sentándose en una silla cercana a Luis.

-Que dices, si te pega un montón. -dijo el gallego poniéndole una mano en la pierna.

Aitana le agarró la mano y siguió insistiendo en que no. Cepeda terminó agarrándola y poniéndola encima suya, esta estaba hecha un tomate.

-Mírala... -rió Cepeda.

-Ay, déjame. -se tapó la cara Aitana.

Cepeda le agarró la cara y le dió un gran beso en la mejilla, a la que esta respondió abrazándolo. -No quiero que te vayas Luis... -le susurró al oído. Este volvió a darle un beso en la mejilla y después, dejó a Aitana en su silla y se levantó extendiéndole una mano. -¿Quieres ensayar la bella y la bestia ahora? -dijo sonriente.

Aitana le agarró la mano, este puso la canción en el ordenador y los dos comenzaron a bailar por toda la sala, riéndose y disfrutando de aquel momento que, perfectamente, podría ser el último que pasaran juntos dentro de la academia.

QueriendOTWhere stories live. Discover now