QueriendOT

En las duchas

-Roi, roi... -decía Ana.

Roi abrió los ojos y vió a aquella chica de labios carnosos y sonrisa perfecta mirándolo. -Ey... -dijo dormido. -Vamos dormilón, es hora de comer. 

Ana lo cogió de las manos y lo sacó del sofá dejándolo de pie enfrente de ella. Roi aún estaba dormido y tenía los ojos entrecerrados por la luz que lo deslumbraba. -Tienes la misma cara que ponía Mimi cuándo se quedaba embobada. -rió Ana. Roi rascó sus ojos tras oír esto e intentó abrirlos, pero el sueño le podía aún. Los dos decidieron ir hacía el comedor donde ya había algunos concursantes comiendo. Hoy tenían para comer bacalao con patatas cocidas y algo de raviolis. Amaia corría desde la habitación hacía donde se encontraban los platos para coger el suyo, después se acercó a donde estaban los raviolis y se echó unos cinco en el plato. -Amaia.... -dijo Ana mirando su plato. 

Amaia la miró de vuelta y tras ver la mirada de Ana soltó dos raviolis en la bandeja con los demás. -Perdón, perdón. -dijo pasando a alcanzar el pescado. Roi ya estaba sentándose en la mesa junto a Alfred, Raoul y Agoney. -Estoy super nervioso por el reparto de temas enserio. -dijo Raoul. -Yo quiero que me toque solista esta gala, me apetece. -dijo Agoney. -Quien sabe.

Ana y Amaia se unieron a sus compañeros y comentaron como habían visto la gala de ayer, aunque ya lo hicieron con Noemí temprano en la mañana. Algunos decían que no se habían escuchado bien, otros que las actuaciones fueron geniales, que estaban alucinados con el talento de otros compañeros y todos esas cosas. Alfred no paraba de hablar con Amaia, no paraba de preguntarle sobre sus gustos, sobre grupos de música y algunas cosas de su vida, quería saber más de ella, para así tener más cosas de las que enamorarse, aunque realmente no le hizo falta mucho para eso. Amaia le respondía a todo muy emocionada, le encantaba hablar de música y de temas que realmente le gustaban y con Alfred podía hablar de cualquier cosa.

Roi miraba como Ana comía, esta chica todo lo hacía bien, incluso comer. -¿Te vas a comer esa última patata? -le dijo Amaia a Ana observando su plato. 

Ana hizo un gesto a esta para que la cogiera. -Ay Ana, ¿enserio?

-Sí. -respondió.

-Ay, gracias, enserio... -dijo Amaia agarrando la patata.

En ese mismo instante apareció Noemí para avisar a los chicos de que en media hora estuvieran todos en la sala de ensayos para el reparto de temas. Raoul se levantó corriendo y fue al baño. Agoney decidió seguirlo, porque se fue muy rápido y creía que le pasaba algo.  -Raoul, ¿estas bien? -dijo Agoney tras la puerta.

Esta se abrió y Raoul se asustó ante la presencia de Agoney. -¿Que haces? -dijo. 

-¿Estas bien?

-Sí, solo vine a hacer pis.

-Me asustaste. -dijo aliviado.

Raoul agarró la mano de Agoney y lo acompañó hasta las duchas. -Anda ven.- dijo tirando de él hacía dentro. Cerraron la puerta. Raoul empujó a Agoney hacía la pared, dejándolo contra ella de espaldas. Besaba su cuello con ansia mientras agarraba su vientre con fuerza. Agoney se dió la vuelta y quedó ante la atenta mirada de Raoul. Este bajaba la mirada hasta los carnosos labios de Agoney. Se lanzó a besarlo y a seguir besando su cuello. Esos húmedos besos y mordiscos estaban convirtiendo a Agoney en una gelatina. Su cuerpo reaccionaba más rápido que su cerebro porque antes de que pudiera pensar ya había agarrado a Raoul para meterlo en una de las duchas y ponerlo contra la pared de esta capturando su boca con otro beso. Raoul jadeó. Agoney no sabía si por el beso o por el frío de los azulejos que formaban la pared de la ducha, pero no lo importó, porque Raoul se encontraba quitándose los boxers y pateándolos con dificultad, presionando su cuerpo contra el de Agoney. Empujando sus caderas hacia delante y comprimiendo su miembro contra el de este.

De repente uno de los dos enganchó su camisa con el grifo que encendía la ducha y el agua comenzaba a caer, estaba helada. -¡Dios Agoney! -gritó Raoul. Ese gritó retumbó por toda la academia. -Cállate idiota. -respondió este. Rápidamente volvieron a apagar el grifo del agua. Los dos habían quedado empapados en agua helada. -Bueno, ¿por dónde ibamos? -dijo Agoney acercándose de nuevo a Raoul. -Se me han quitado las ganas. -dijo este apartando a Agoney de delante suyo. Salió de la ducha donde se encontraban y agarró su toalla para secarse aunque fuera el pelo. Agoney salió detrás de él y también agarró su toalla. -Ya te vale, encender el agua, ¿en serio?

-No lo hice aposta Raoul, se me engachó la camisa.

-Sí, bueno... -dijo saliendo de las duchas. Al volver a ir al comedor y salir por la puerta, sus compañeros lo miraban y reían entre sí. -¿Que mierda os pasa? -gritó Raoul. Ricky imitó el sonido que se escuchó en las duchas he hizo que todos se rieran. Raoul se moría de la vergüenza, aún sabiendo que ese sonido lo hizo por la caía del agua helada sobre su cabeza. 

La hora del reparto de temas había llegado y todos se dispusieron a ir a la sala de ensayos.