¿Qué hago contigo Miriam?

395 29 0
                                    

*P.O.V Roi*

- Oye chicos, yo... tengo que ir a casa de Cepeda, ¿nos vemos en la discoteca? - dije sacando el móvil del bolsillo. 

- ¿Por? ¿No decías que Cepeda no quería venir? -  dijo Agoney acercándose y quedandose de pie enfrente de mi.

- Si, no quiere venir pero, quería hablar conmigo y... por eso voy a su casa, luego nos vemos, no tardo. - dije guardando mi teléfono y comenzando a andar hacía la casa de Cepeda.

Estaba intrigado, ¿qué querría decirme Luis? Estaba muy raro o por lo menos más que normalmente. Estuve andando durante unos veinte minutos mirando a todos lados, casi era de noche y Madrid estaba preciosa, pero no tanto como lo estaba Ana. 

Joder Roi, quítatela ya de la cabeza.

Comencé a caminar más rápido. No había casi nadie por la calle, algo que me resultó extraño pero a lo que tampoco le dí mucha importancia. Pasados unos minutos más, llegué al edificio donde vivía Cepeda.

Me acerqué a su portal y antes de que pudiera pegar al porterillo me sonó el teléfono así que decidí cogerlo primero. -¿Sí?

- Tío, ¿donde estas? llevo un rato esperándote...

- Estoy abajo idiota, ábreme anda.

- Ya era hora joder. 

Guardé el teléfono y esperé a que me abriera el portal para poder entrar. Cuando entré, me detuve y busqué donde estaba el ascensor. No había, no lo veía. - Que hijo de puta, encima vive en un ático, esto se avisa...

Resoplé y comencé a subir las escaleras. En el segundo piso ya me estaba ahogando, necesitaba urgentemente volver a ir al gimnasio. Por el cuarto piso me iba a dar algo, menos mal que por lo menos había barandilla y podía ir agarrandome.

Tras subir el quinto piso, llegué a la puerta de la casa de Cepeda. Allí estaba él, riéndose de mi como de costumbre. - ¿Cansado, no?

- Me cago en tu puta madre. - dije parándome para tomar aire.

- Anda pasa, que te doy un vaso de agua. -dijo entrando en su piso.

Fui detrás de él y me tiré en su sillón mientras esperaba que volviera con el vaso. 

- B-bueno... ¿para qué querías que viniera? - dije estirándome.

- Quería contarte algo, bueno, querer no quiero, pero te n-... bueno, necesito tu ayuda... - respondió Luis entrando en el salón y acercándome el vaso de agua.

Lo agarré y me bebí el agua de golpe, después lo miré extrañado. -¿ Qué necesitas? Bueno, no, cuentame ya todo, que los chicos me están esperando...

Cepeda se fue a su habitación, no sin pedirme antes que no me moviera de alli, al volver, arrastraba una maleta. - ¿Qué haces con eso? ¿ Te vas?

- Sí, me voy, a Los Ángeles.

- ¡¿Cómo!? No, no, no...

- Sí, si, si Roi, me largo, ya tengo el billete.

- Tú no estas bien Cepeda, ¿ a qué vas allí? ¿a por Aitana?

- Más o menos. - dijo Luis sentándose en una silla cercana a mi.

Me cruzé de brazos y lo miré enfadado. Estaba harto de que fuera detrás de ella. Estaba harto de que nos dejara a todos por una chica. Siempre hacía lo mismo y me dolía verle así, tan profundamente enamorado que no se daba cuenta de las cosas, pero claro, Luis Cepeda es así, se lanza a todo de golpe sin tener en cuenta las consecuencias.

QueriendOTWhere stories live. Discover now