Contigo nunca es suficiente

386 25 1
                                    

*P.O.V Aitana*

Ya ha pasado una semana y aún sigo en los Ángeles, pero no por mucho más tiempo, dentro de unas horas voy al aeropuerto a coger un avión de vuelta a Madrid.

Estoy muy contenta con todo lo trabajado aquí. He compuesto algunas canciones, he dado clases de inglés y he conocido a gente maravillosa.

Al estar tan ocupada con todo, he podido quitar de mi mente a Luis. Aunque por las noches era más  difícil.

Lo echaba mucho de menos y esperaba con todas mis ganas que él a mí también.

Necesito volver a Madrid, verlo y hablar por fin de todo, dejar las cosas claras.

Mientras hacía mi maleta, escuchaba música en Spotify. Doblaba la ropa al son de "Prometo" de Pablo Alborán.

Esta canción me gustaba muchísimo. Me recordaba muchas cosas y me hacía sentir muchas otras. Pablo siempre sabe escribir letras que te lleguen al alma.

Comencé a tararear la canción mientras iba al baño a recoger las últimas cosas que allí quedaban.

Cuando cerré la maleta, tocaron a la puerta.

- ¿Si? - dije desde la cama.

- Aitana, tenemos que irnos ya.

- Un minuto, ahora salgo.

Cogí mi teléfono y me senté mientras buscaba la conversación con Luis en WhatsApp. Hacía ya unos días que había dejado de hablarme y tenía miedo, miedo de perderlo. Alguna que otra vez le soltaba cosas tipo "Espero que no me olvides" o "¿has conocido a alguien?".

Me sentía muy estúpida. Todo eso sonaba muy posesivo. Luis no es de mi propiedad, nos hemos dado un tiempo, necesitábamos aclararnos.

- "Ya voy al aeropuerto... espero que podamos vernos aunque, no sé que hora será allí". - le escribí.

Bloqueé el teléfono y me lo guardé en el bolsillo trasero del pantalón. Sabía que no me iba a responder pero algo en mí quería creer que si lo haría.

Bajé la maleta de la cama y tras echar un último vistazo a la habitación, salí de esta y me reuní con Olga.

- ¿Ya?

- Sí, podemos irnos.

- Vale, el taxi nos espera abajo.

- Ajá... -  solté un poco borde.

*P.O.V Ana*

Hace ya una semana que no he vuelto a hablar con Miriam. Desde aquel día no sé nada de ella y estoy... ¿molesta? No lo sé. Podría llamarme, decirme cómo está o algo así. No le costaría nada hacerlo.

Tomé mi teléfono y me puse a mirar las redes sociales como cada noche.

- ¿No tienes sueño? - dijo Mimi girándose en la cama y mirándome.

- No amor, no puedo dormir.

- ¿Y eso? - dijo sentándose a mi lado en la cama.

- No sé, no es por nada. Simplemente se me fue el sueño. - reí soltando el teléfono en la mesita de noche.

- Es tarde y mañana tenemos entrevistas y tal... ¿Qué puedo hacer para que te duermas? - sonrió pícara.

- No sé. - la miré confundida.

Mimi se acercó a mí y comenzó a besarme el cuello.

- ¿No tienes suficiente con el de esta mañana? - reí acariciándole el pelo.

QueriendOTHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin