QueriendOT

Miriam

A la mañana siguiente, los chicos se iban despertando en pequeños grupos. Algunos fueron directamente a desayunar. Roi entró en las duchas, había alguien que no había echado totalmente la cortina de su ducha. Por ese hueco, Roi pudo observar la figura de una chica la cual le resultaba muy familiar. Al oírla cantar logró reconocerla del todo. Era Ana. Se la escuchaba mucho más alegre que la noche anterior. Tras quedarse un rato observando como el agua caía en la espalda de su chica, este decidió acercarse al espejo. Abrió el grifo y se lavó la cara.

Ana, al escuchar como alguien había entrado, decidió cerrar la cortina de la ducha de golpe. -No te preocupes, soy yo. -soltó Roi.

-Creí que ibas a desayunar. -dijo esta mientras seguía enjabonándose.

-Ya ves que no, preferí ducharme. -dijo Roi apoyándose en la pared cercana a la ducha donde se encontraba Ana. 

-¿Me acercas el gel porfa? -dijo Ana asomándose por la cortina de la ducha.

-¿Cuál? 

-El verde de ahí arriba. 

Roi se desplazó para agarrar el gel y al dárselo a Ana observó como esta se estaba tapando algo en su muslo derecho y también los pechos. -¿Por qué te tapas? Si los tengo muy vistos. -rió Roi.

-¿Puedo terminar de ducharme? -dijo algo cortante, quería que Roi se fuera de allí.

-Venga Ana, no seas así. ¿Qué tienes ahí? -dijo Roi agarrando la mano que ocupaba el muslo de Ana. Cambió totalmente el rostro de golpe. Este se volvió muy serio. Agarró la mano que tapaba el muslo de Ana y la apartó. -¿Me puedes explicar esto? En serio. ¿Por qué?

Aitana se encontraba sentada junto a Cepeda en el comedor, en su mesa también estaban Amaia y Alfred, dándose abracitos, como la gran mayoría del tiempo. A algunos les parecería algo ñoño pero para Aitana era algo adorable, quería mucho a sus dos compañeros y le encantaba verlos felices. Mientras Luis disfrutaba de su café mañanero, Roi entró enfadado por la puerta. -¿Y esa cara? Creía que ibas a darte una ducha. -dijo Luis.

-Iba, tu lo has dicho.

-¿Ha pasado algo? -dijo Aitana volviéndose para poder ver bien al gallego.

Ana entró corriendo en el comedor con el cuerpo cubierto en una toalla morada. -Amor, no sabía lo que hacia, estaba muy mal. No quise decirte nada par...

-Déjame, de verdad, no quiero hablar más de eso... ni de nada. -la cortó Roi antes de irse a sentar a la mesa con sus compañeros.

Ana se quedó inmóvil durante unos segundos, todos la miraban, preguntándose que había pasado. ¿Por qué Roi se encontraba así? ¿Qué escondía Ana? Esta volvió a la ducha y se sentó en un banco de madera que había allí pegado a la pared. Bajó la mirada hacia su muslo derecho y apartó un centímetro la toalla, dejando ver aquello que tanto enfadó a Roi. -¿Por qué eres tan idiota Ana? - se decía a ella misma. Clavó los codos en sus rodillas y escondió la cara entre sus manos, comenzando a llorar. No podía estar más rota. 

Miriam se levantó de la mesa y se acercó a Roi. Agarró la silla que se encontraba a su lado e interrumpió la conversación que este mantenía con Cepeda para preguntar. -¿Qué ha pasado? -dijo algo cortante.

-Nada. -dijo Roi. 

-¿Que, qué ha pasado? -volvió a repetir subiendo algo más el tono.

-¡Que no ha pasado nada! -dijo Roi dándo un golpe en la mesa que hizo que Miriam se echara hacia atrás.

Miriam se levantó y de mala gana empujó la silla hacía Roi, dejando que esta le pegara un golpe en el brazo. Fue hacía la habitación, esperando encontrarse a Ana allí pero no lo hizo, así que comenzó a buscarla, hasta dar con ella en las duchas. -Ana, ¿estas bien? -dijo acercándose a la chica, que se encontraba aún escondiendo su cara. 

Esta levantó la cabeza, dejándo ver sus ojos llorosos y enrojezidos. -Ana... -dijo Miriam sentándose a su lado y abrazándola. Pasaba su mano por la espalda de su compañera ofreciéndole todo su apoyo. -¿Vas a decirme por qué se ha enfadado Roi? -soltó Miriam tras agarrar la cara de Ana y hacer que esta quedara mirándola fijamente.

-Es que...es complicado y no... no quiero... -decía Ana entre sollozos.

-Bueno, tranquila, aún tenemos media hora para estar aquí, no te preocupes... -dijo aún acariciando su espalda.

Pasaron literalmente quince minutos hasta que Ana decidió hablar. Le dijo a Miriam como pudo que levantara su toalla un poco sobre el muslo y así lo hizo esta. Tras ver aquello quedó un poco sin saber como reaccionar ni que decir. Al ver su cara, Ana volvió a comenzar a llorar y Miriam lo único que supo hacer fue abrazarla. -Todo estará bien, no te preocupes. 

En ese momento entró Noemí a la ducha, interrumpiendo el abrazo. -¿Estais bien? -dijo la directora. -Sí, perfectamente. -dijo Ana limpiándose las lágrimas que caían por su mejilla. 

Noemí al ver como esta se quitaba estas, decidió abrazarla. -Ay... mi bikina. -le dijo. -Tu puedes con esto. Venga, salid y prepararos ya que teneis yoga. -dijo antes de salir de las duchas. -Venga vamos, te ayudo a escoger la ropa. -le dijo Miriam a Ana agarrando su mano para después llevarla a su armario. 

-Te vas a poner este jersey y estos pitillos. Así nos aseguramos de que no se vea nada. -sonrió. 

Ana agarró la ropa que esta le ofreció y entró a la habitación a cambiarse. Allí estaba Cepeda, atándose las zapatillas. -Hola. -le dijo Ana mientras se ponía rápidamente los pantalones.

-No debería decirtelo pero... Roi me ha contado... lo que pasó en la ducha. -soltó Luis. 

-¡¿Qué?! -dijo Ana. 

-No te preocupes, no tienes que sentirte mal ya sabes, no es culpa tuya, según me dijo no es la primera vez que le pasa. 

-¿Que dices? -preguntó Ana intrigada.

-Ya sabes, lo de que no... eso. -dijo señalandose sus partes con la mirada. 

-Oh, claro, ya, bueno...entiendo. -respondió Ana, algo aliviada. 

Roi decidió contarle una mentira a su amigo para que Ana no se viera afectada ante comentarios hirientes por lo ocurrido. Aún la protegía, eso significó mucho para Ana. Quería ir a buscar a su chico y agradecerle haber cargado él con el problema pero, no quería empeorar las cosas. Lo bueno esque el secreto permanecería entre ellos dos y Miriam, la cual acababa de entrar en la habitación. -¿Estas lista?

-Sí.

-Vamos, ya sonó el primer timbre.