Al fin

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Todos los chicos se encontraban ya dentro del lugar donde se celebraría la fiesta. Algunos ya habían empezado a bailar, otros bebían... todos se divertían.

Aitana se encontraba junto a Amaia en una de las esquinas de aquel local. -Tía, que no puedo, no puedo, me han entrado los nervios, no voy a ser capaz. -decía esta agarrándole las manos a su amiga.

-¿Quieres dejar de hacer el tonto? -rió Amaia. -Ay, buah, lo siento, que yo tambien estoy nerviosa. 

Aitana, sin soltarle la mano en ningún momento a su amiga, se giró y comenzó a buscar a Luis por todo aquel sitio con la mirada. No lo veía. -No lo veo. Amaia, no lo veo. Vino con nosotras en el bus, ¿no? 

-Si...¿no? o sea... si, creo que si. Estará con Roi en la barra o algo. No te preocupes.

-Ay no sé, bueno, ¿bailamos un poco? Quizá así se me quiten los nervios. -sonrió Aitana devolviéndole la mirada a Amaia.

-Vale. -dijo Amaia llevándose a Aitana del brazo hasta el centro de aquel lugar, donde se encontraban algunos de sus compañeros dándolo todo, entre ellos, Mimi.

Mimi, como buena bailarina no iba a perder la oportunidad de pegarse un buen baile y menos si sonaba algo de reggaeton. Ana, estaba con ella, mirándola con una copa en la mano, no tenía muchas ganas de bailar, bueno, de bailar y de nada. Quería salir de la academia y poder volver con su familia a Tenerife, necesitaba pensar en todo lo que había vivido en la academia y sobre todo, si quería seguir con Roi o no. Porque, el lío que tenía en la cabeza era enorme.

Aitana y Amaia se unieron a estas dos chicas, quedando Aitana junto a Ana y Amaia volviéndose loca mientras bailaba con Mimi. Vaya dos se habían juntado.

-Oye Ana. -comenzó a acercarse Aitana. -¿Sabes donde está Luis? -terminó diciendo.

-¿Yo? No, le perdí la pista al bajar de la gua gua. ¿Por qué? -respondió extrañada.

-No, nada... ¿no te animas a bailar? 

-No me apetece mucho, lo siento... -dijo Ana antes de girarse y comenzar a alejarse del grupo.

Aitana miró como se alejaba, al igual que Mimi, que dejó de bailar y se acercó a Aitana. -¿A donde va Ana? 

-No lo sé. -respondió Aitana. -Quizá vaya al baño. 

Antes de que pudiera terminar la última frase, Mimi ya se había ido siguiendo a Ana. Se quedó extrañada pero decidió quedarse donde estaba y empezar a bailar con Amaia, pero, a los pocos segundos apareció Alfred y Amaia dejó de hacerle caso. 

Amaia agarró a Alfred y lo pegó a ella, para bailar pegados. Aunque ella estaba un poco tímida, no dejó de bailar en ningún momento y Alfred tampoco. 

Aitana, que no quería estar de sujetavelas, decidió ir a la barra y sentarse en uno de los taburetes que la ocupaban. -¿Te pongo algo? -dijo un chico detrás de la barra.

-No gracias, estoy bien. -respondió esta y se giró a mirar a toda la gente que había allí. 

Amaia aferrada a Alfred, Miriam bailando con Agoney y Nerea, Raoul bebiendo junto a Mireya y algunas personas más... y ella allí, sentada en la barra del local esperando como una tonta que Luis aparezca. Aitana soltó una risa mirando al suelo y después volvió a girarse para apoyar los brazos en la barra.

Después de unas horas sin verlo, decidió atravesar la sala para ir al baño.

Mientras se dirigia al baño apartando gente, comenzó a sonar una melodía muy conocida para ella y eso hizo que se quedará parada en seco. -No... 

Alguien comenzó a cantar y una sonrisa apareció en la cara de Aitana. -Luis... -dijo en un suspiro. Toda la gente alrededor de Aitana comenzó a mirarla y ella no entendía nada. 

De repente alguien le agarró los hombros y comenzó a hacerla andar. -¿Qué? ¿Quién eres? ¿Qué pasa? -decía Aitana intentando mirar quien la empujaba. 

-Eh, eh, ahora no me mires a mi..míralo a él. 

En ese momento Aitana supo quien era la persona que la agarraba. Roi. 

-¿Roi? ¿Qué? ¿Que mire a quién? Suéltame, quiero ir al baño...

Roi se paró en seco agarrándole la cara a Aitana. -A él... - dijo Roi girándole la cara a Aitana para que mirara al frente.

Allí, encima de un pequeño escenario y detrás de la mesa del DJ, se encontraba Luis, agarrando dos micrófonos. Aitana no pudo evitar sonreir. Luis se acercó y sin decir nada le ofreció uno de esos micros a ella. La chica, lo cogió sin saber que hacer. Roi se acercó a su oído. -Sube... -le dijo empujándole un poco la espalda.

Aitana subió al pequeño escenario, nerviosa y temblando un poco. Luis se encontraba detrás de la mesa del DJ de nuevo, tocó algo y una canción comenzó a sonar. Este sonrió y volvió a acercarse a Aitana, esta vez para agarrarle una de sus manos y acercarla a él. -Canta. -sonrió Luis haciendo que esta subiera el micrófono hasta su boca y tras unos segundos escuchando la música, cantara.

- ...Llevas años enredado en mis manos, en mi pelo...en mi cabeza... y no puedo más... -sonrió Aitana. -No puedo más... 

Luis acariciaba la mano de Aitana mientras la miraba sonriente. -Debería estar cansada de tus manos, de tu pelo...de tus rarezas... -cantaba Aitana apretando la mano de Luis. - ... pero quiero más, yo quiero más... 

Tras estas últimas frase, Aitana tiró de su mano he hizo que Luis se pegara a ella, quedando los dos a escasos centrímetros. -No puedo vivir sin ti...  -subió la cabeza Aitana para mirarlo a los ojos. - ... no hay manera... -sonrió esta bajando la mirada hasta sus labios. 

-No puedo estar sin ti.... no hay manera... -terminó Aitana. 

Luis le dió un beso en la frente, un beso largo de esos que lo dicen todo, y después se separó, volviendo a agarrar su mano para cantarle. -Me dijiste que te irías pero llevas en mi casa, toda la vida, se que no te iras.... -Aitana negó con la cabeza. - ... tú no te irás...

- ...has colgado tu bandera, has traspasado la frontera... - al decir esto, Luis no pudo evitar sonreir. - ... eres la reina, siempre reinarás... siempre reinarás... - el chico agarró la mano de Aitana y se la puso en su corazón, dejándole ver, que ella había conseguido reinar en su corazón. - No puedo vivir sin ti, no hay manera.... 

Realmente, ninguno de los dos podía vivir sin el otro. Durante toda la canción, Aitana estaba solamente atenta a Luis, mirándolo a los ojos sin separarse un segundo. No le importaba quien más estuviera en aquella sala. Quería contarle todo con la mirada, quería trasmitirle todo lo que  en este tiempo no había podido. Apretaba su mano con fuerza porque no quería soltarse jamás, pero tuvo que hacerlo, porque al finalizar la canción, Luis, había decidido...que ese era un buen momento, para al fin, besarla.


QueriendOTWhere stories live. Discover now