Rabia

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Cepeda agarró a Aitana en brazos. La acercó hasta su cama y la dejó allí tumbada. Agarró sus sábanas y se las echó encima haciendo que esta se moviera agarrandolas y acurrucandose hacia un lado de la cama. Luis besó suavemente la frente de Aitana y le dió las buenas noches con un breve suspiro.
Este decidió volver a salir de la habitación para ir a fumar un cigarro, que le serviría para despejarse. Entró en la terraza y allí estaban Roi y Ana hablando y fumando como solían hacer siempre. La cara de Cepeda al ver a sus dos amigos mirándolo cambió completamente, incluso podría decirse que tenía ganas de llorar. Sus ojos estaban algo rojos y en ellos comenzaban a formarse pequeñas gotas de agua. Ana al ver a su amigo emocionado decidió levantarse y abrazarlo. -Tranquilo. -le decía mientras acariciaba su espalda. Cepeda apretaba su mano contra la espalda de Ana con rabia. Roi se levantó también tras apagar su cigarro en uno de los ceniceros y se unió al abrazo en el que estaban unidos Ana y Cepeda. Tras unos diez segundos los tres amigos se separaron. Ana acarició la mejilla de Cepeda y Roi le dió un beso en la frente. -Ven, vamos a sentarnos. -le dijo Ana agarrando su mano. Cepeda la siguió. Tomaron asiento en las sillas de la terraza y le ofrecieron un cigarro a Luis. Este lo aceptó y lo encendió con su mechero de color azul. Le quedaba poco gas. Roi le ofreció el suyo.
Cepeda dió una calada, soltó el humo dejándolo en el aire por segundos y después tragó saliva.
-¿Qué te pasó? -dijo Ana mirando a Cepeda atentamente. Este agachó la cabeza, tocándose la frente repetidas veces sin saber encontrar palabras con las que describir nada. -Yo...bueno, Aitana entró a la habitación mientras me cambiaba, le dije que podia quedarse... aunque le daba vergüenza, no entendía el por qué, pero bueno, lo hizo y nose, le dí un abrazo y...y de la nada... me besó tío, me besó.
La cara de Ana era un poema en ese mismo momento, Aitana, ¿besar a Cepeda? Vale que ella tenia sus dudas pero, tiene novio, le dijo que no iba a hacer nada. No se lo creía.
-¿De verdad? -dijo Roi, flipando con la situación que le describía su amigo.
-¿Tengo cara de estar mintiendo tío? -dijo Cepeda con los ojos rojos.
-No, esque joder, entiendenos, ¿como va a hacer eso Aitana?
-¿Me estas llamando mentiroso, de verdad Roi? -dijo Cepeda señalándose él mismo.
- A ver, Aitana tiene novio y sabemos que le quiere y eso y tu eres su amigo...solo, su amigo.-siguió diciendo Roi.
-Yo estoy flipando. -dijo Cepeda levantándose de su silla y andando inquieto por la terraza. -Ana, ¿tu no vas a decir nada?
Esta miró a Luis y se encogió de hombros, Cepeda no necesitó ninguna respuesta para irse de la terraza en ese mismo momento. ¿Como podían Ana y Roi, sus dos supuestos mejores amigos aquí dentro, no creerle? Luis estaba lleno de rabia, necesitaba pegarle a algo, pero no encontraba nada. En la clase de los Javis tenían a veces un saco de boxeo pero esta vez no se encontraba allí.
Amaia estaba ensayando junto a Alfred en la sala del piano, esta semana los dos se pasaban las horas juntos, no querían separarse el uno del otro en ningún momento. -Me encanta verte tocar el piano. -dijo Amaia. Alfred la miró y esbozó una gran sonrisa. Después agarró la cara de Amaia para terminar besando su mejilla. Esta se sonrojó y sonrió nerviosa. La instrumental de City of Stars sonaba de fondo y estos dos ponían la voz. Amaia cantaba de una manera tan dulce que Alfred no podia evitar quedarse embobado mirándola. -Alfred... -dijo Amaia.
-¿Si? -respondió este mientras la miraba y sonreia.
-Es tu parte. -río esta.
Alfred volvió al mundo real y comenzó a cantar, pero, antes de pudiera pronunciar palabra un enorme estruendo retumbó por toda la academia.
Los dos chicos dejaron el piano para salir corriendo a ver que habia pasado. Algunos de sus compañeros también habían salido de los boxes para ir a ver que había sido ese ruido. Todos se juntaron para buscar la fuente de ese estruendo. Recorrían las salas a paso ligero, hasta que vieron a Martí junto a Noemí entrar y empezar a correr hacía la sala del teléfono. En sus manos tenían un tipo de toalla o trapo. -Quedaos aquí. -dijo Noemí muy seria.
Los chicos comenzaron a preocuparse y evidentemente no iban a quedarse quietos. Siguieron a Noemi y Martí hasta aquella sala y cuando llegaron vieron salir de esta a Martí con el trapo, pero este estaba lleno de sangre. -Martí, ¿que ha pasado? -dijo Amaia asustada. -Cepeda se ha cargado una mesa. -dijo este alejándose.
Todas las personas que se encontraban allí se miraban unas a las otras muy sorprendidas. Roi y Ana sobretodo. -Me siento fatal. -dijo Ana. Roi la abrazó y le besó  la cabeza dándole su apoyo. -No es culpa nuestra, tranquila. -le dijo.
Tras unos minutos salieron Noemi y Cepeda, este agarrando su puño en uno de los trapos que trajo Martí. -¿Me puedes contar por qué te has cargado una mesa? -decía Noemí llevándose a Cepeda hacia la puerta. -Necesitaba romper algo, y lo hice. -río sarcástico.
-Claro, te has roto la mano.
Alguién se acercaba desde la habitación. -Pero, ¿que te ha pasado Luis? -dijo Aitana acercándose a este.
-Nada idiota, no te preocupes,vuelve a la cama. -le respondió este acariciando su cabeza.
Tras esto, Noemí agarró del brazo a Cepeda y se lo llevó para curarle la herida.

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