¿Y si no siente lo mismo?

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Una semana muy larga para los chicos dentro de la academia, hoy 31 de diciembre , a un día de la novena gala, todos estaban nerviosos.  A un día de saber quien sería el nuevo expulsado, los chicos no paraban de ensayar. 

Aitana estaba muy nerviosa, no había dormido nada la noche pasada y eso le pasaba factura en los ensayos junto a Viky. -No puedo Viky, me mareo. -decía Aitana parándose en el sitio. 

-No te preocupes, descansamos 5 minutos, bebes agua y ahora seguimos, todavía tenemos media hora de clase. 

-Gracias. -dijo esta sentándose en las escaleras de la sala de ensayos y bebiendo un poco de agua.

La mirada de Aitana se centró en una de las salas que había cerca de donde ella se encontraba. Allí estaba Luis, junto a los Javis, tirado en el suelo en una de las actividades que ellos hacían. Este estaba llorando, algo que a los Javis les había costado muchísimo que ocurriera. Que Cepeda mostrara sus emociones era algo que no ocurría nunca pero esa vez, ese día, ocurrió y Aitana se emocionó con él. Esta se colocó la mano en el pecho y las lágrimas estaban a punto de salir pero, Viky hizo que volviera al mundo real. 

-Aitana, seguimos, vamos. -dijo la profesora dándole de nuevo a la música.

Aitana se levantó y agarró el micrófono para seguir con su ensayo. 

Pasada media hora, las clases terminaron y era la hora de comer. Cepeda salió de la clase de los Javis con los ojos acristalados aún. Aitana corrió tras despedirse de Viky y saltó encima de Cepeda quedándose en su espalda. Este le agarró las piernas.

-¿Que tal la clase? -dijo esta soltándose de Luis y quedando frente a él.

-Bien, ha estado bien, ¿y la tuya? -dijo este finjiendo una sonrisa.

-No he dormido mucho y me maree un poco, pero genial, Viky es increible.

-Ve a comer y después te duermes un rato. -dijo este acariciándole la mejilla.

Aitana le sonrió y después le agarró la mano para asegurarse de que Luis comiera. Los dos cogieron un plato y se sirvieron la comida, después se sentaron uno frente al otro y esperaron a sus compañeros para comer todos juntos.

Ana iba hablando con Roi por el pasillo cuando Miriam salió de la ducha. Esta se quedó mirándola fijamente y Ana agarró del brazo a Roi y le hizo andar más rápido. 

-¿Qué pasa? -dijo este mirándo hacia atrás y viendo como Miriam comenzaba a andar hasta los armarios.

-Nada, nada, solo tengo hambre. -sonrió Ana mientras agarraba un plato.

Roi volvió a mirar hacia atrás y vió como Miriam los observaba desde lejos, no se olía nada bueno pero, decidió pasar de aquello.

Aitana le dijo a Ana que se sentara a su lado y esta, tras coger un vaso de agua así lo hizo. Roi se sentó junto a Cepeda. Amaia y Alfred también estaban ya sentados en la mesa. Mientras los chicos comían, Noemí entró al comedor. Todos la saludaron.

-Chicos. -dijo esta mientras se sentaba junto a ellos en la mesa. -Como ya sabeis, hoy es fin de año y ya os dijimos que os tomaríais las uvas aquí, así que os hemos preparado las cosas para esta noche, tendréis comida, las uvas y no lo sabemos todavía pero puede que alguna bebida que otra. 

-¿Cerveza? -dijo Ana emocionada.

-No lo sé cariño. -respondió esta. -También tendréis una pequeña fiesta después, pero como al día siguiente tenéis gala, no la podremos alargar mucho. 

-Que guay. -dijo Agoney.

-Y nada, solo quería deciros eso, comed tranquilos que más tarde teneis que ir a plató para los ensayos.

-Gracias Noe. -dijo Aitana despidiéndola con la mano.

-Pues esta noche si podríamos jugar a eso que decis siempre. -soltó Agoney.

-¿Lo de verdad o reto? -dijo Nerea.

-Sí, siempre decís que quereis jugar pero nunca tenemos tiempo.

-Pues jugamos esta noche. -soltó Roi levantándose a lavar su plato.

Aitana se levanto junto a Ana y las dos dejaron sus platos en el lavavajillas. -Ana, ¿podemos hablar? -dijo esta agarrándola del brazo.

-Claro, dime.

-No, aquí no, ¿podemos ir a las duchas? 

-Vale, vamos.

Ana se acercó a Roi y le dió un beso. -Luego te veo. -le dijo a este.

Aitana se quedó esperando a Ana y vió como Miriam también había terminado de comer. Decidió acercarse a esta. Miriam también era un gran apoyo para Aitana, era como su hermana mayor, la protegía todo el rato y lo que Aitana quería contar también necesitaba contárselo a esta.

-Miriam, ¿nos acompañas? Tengo que contaros algo importante.

-Claro pequeña, ahora voy, dame un minuto que termine de lavar esto. -dijo sonriente.

Ana volvió junto a Aitana y tras esta agarrar la mano de Miriam, llevó a las dos chicas a una de las duchas. Ya allí, hizo que estas se sentaran en uno de los bancos de madera. Ana se sentía algo incómoda estando sentada junto a Miriam pero también quería escuchar lo que Aitana quería decirles.

-Bueno, ¿que nos tienes que contar? -dijo Miriam apoyándose en la pared.

-Espera, todavía tiene que venir Amaia, sin ella no voy a empezar.

Unos segundos después de decir esto entró Amaia corriendo por la puerta. -Buah, que horror, perdón, perdón, ya estoy aquí. -dijo sentándose en medio de Ana y Miriam, algo que Ana agradeció.

-Chicas, realmente no estoy muy segura de lo que hice pero...

-Pero... -repitió Miriam.

-Pero cuando fuimos a nuestras casas el día de navidad...Vicente se plantó en mi casa y...empezó a hablarme de Luis, de que ya no me veía como antes, de lo que ocurrió en la firma de Valencia...

-Espera, espera, espera...¿cómo que ya no te veía como antes? -dijo Ana interrumpiendola.

-Sí, me dijo que ya no estaba con él como antes, que no le echaba de menos, que solo tenía ojos para otro y que le dijera en ese momento con quién decidía quedarme. -dijo Aitana emocionada recordando todo aquello.

-¿El otro? ¿Se refería a Luis? -dijo Amaia.

-Si... -respondió Aitana.

-¿Entonces...lo has dejado? -dijo Miriam levantándose para acercarse a Aitana y levantarle la cabeza, ya que esta estaba mirando hacia abajo evitando mirarlas para no llorar.

-Sí...le dije...le dije que necesitaba tiempo... para...aclararme, pero... no me lo dió y decidí...decidí hacerle caso a mi corazón. -respondió Aitana acordándose de las palabras de su padre.

Ana y Amaia se acercaron a Aitana y la abrazaron. -Has tomado la decisión correcta Aiti. -dijo Ana.

Miriam se quedó pensando. -Entonces, ¿Luis, no? -dijo tras unos segundos.

-Sí, me gusta Luis pero me da vergüenza decirselo...

-Aitana por favor, ya no eres una niña pequeña... -dijo Miriam cruzandose de brazos.

-¿Y si se va mañana, qué?

-No digas eso. -dijo Aitana inflando los mofletes.

-Es una opción Aiti, ¿te vas a quedar con las ganas de decirle lo que sientes? -dijo Amaia.

-Pero, ¿y si no siente lo mismo? ¿Y si solo me ve como una amiga? -dijo Aitana escondiéndose en los brazos de Miriam.

QueriendOTWhere stories live. Discover now