¿Por qué tú?

718 41 10
                                    

Los chicos ya estaban de nuevo en la academia, ya tenían el reparto de temas hecho para la novena gala y estaban ensayando. Aún Luis seguía sin creerse que estaba nominado junto a uno de sus mejores amigos aquí dentro. Era Luis o Roi, uno de los dos tenía que irse. 

Aitana tampoco podía dejar de pensar en ello, mientras ensayaba su cabeza no estaba donde debía estar, que era en la letra y el baile, sino en Cepeda, que se encontraba en uno de los boxes cantando con el micro en mano. Se le notaba agotado. -Normal. -pensaba Aitana. Luis había estado desde que le dieron el libreto encerrado en los boxes ensayando. No quería hablar con nadie, ni si quiera comer y eso era algo que preocupaba a sus compañeros y también a Noemí.

Era la hora de la cena y todos los concursantes se fueron a cenar, todos menos Luis. Ana agarró un plato y echó un poco de la cena que les habían traido esta noche. Después, fue a la encimera, abrió el cajón y cogió los cubiertos necesarios. Los puso encima del plato y tras coger un vaso de agua andó hasta donde se encontraba Luis. Hay que añadir que Ana ya había cenado.

Se acercó a la puerta del box donde este se encontraba y dió tres golpecitos. Cepeda levantó la cabeza del libreto por un momento, miró a Ana y después le hizo un gesto para que entrara. -Te traje la cena. -dijo esta.

-No tengo hambre, pero gracias. -dijo Luis agarrando el plato y dejándolo encima de un taburete que había allí.

-Tienes que comer algo Cepeda...

-¿Qué eres ahora, mi madre? -dijo este en tono seco.

-No, pero si hace falta lo seré, tienes que comer, no me iré de aquí hasta que te comas todo lo que hay en el plato. -se cruzó de brazos Ana y se sentó frente a Luis.

Cepeda rodó los ojos y volvió a agarrar el plato que había dejado. Mordió una patata y miró a Ana. -¿Contenta? -dijo mientras masticaba.

-No, come más. -dijo esta cogiéndole la mano y pinchando una patata con el tenedor que esta agarraba.

-Ana...

-Venga. -dijo esta metiéndole el tenedor en la boca.

Pasaron los minutos y Ana seguía obligando a Cepeda a comerse todo lo que aquel plato contenía y gracias a ella, Luis había cenado. Estuvieron manteniendo una charla sobre lo que pasaba por la cabeza de Luis en esos días y Ana siempre es de gran ayuda para él, siempre sabe que palabras usar para hacerlo entrar en razón. 

Al ver el plato vacío, Ana se levantó y lo agarró. -Vamos a ver todos juntos la gala de navidad en el salón, deberías venir. -dijo Ana mientras salía por la puerta. 

-Me lo pensaré. -respondió Luis.

Todos ya reunidos en el salón estaban dispuestos a ver la gala de navidad. Ana estaba acurrucada junto a Roi en una de las esquinas del sofá. Este estaba algo distante, aún no sabía nada de lo ocurrido la noche anterior. ¿Qué habrían hecho Miriam y Ana después del beso? ¿Por qué no le cogía las llamadas? Eran preguntas que recorrían la mente de Roi en algunos momentos. 

Miriam estaba sentada junto a Amaia y Alfred pero no quitaba la vista de Ana y Roi. En algunos momentos Miriam se acurrucaba junto a Amaia, intentando llamar la atención de Ana, pero eso no ocurría. Aitana estaba a los pies de Alfred, este le acariciaba un moflete.

Agoney estaba con Nerea, hablaba con ella sobre la sorpresa que le dió Raoul, no podía estar más feliz hablando de él y de todo lo que hicieron en ese día. Bueno, realmente todo no se lo contó a Nerea, ya que tenían cámaras grabándolos.

Cuándo ya iban por la mitad de la gala, Cepeda apareció. -Anda, mira quien se ha dignado a aparecer. -soltó Roi incorporándose para chocarle la mano a su amigo. Ana se había quedado dormida encima de Roi.

Todos voltearon a mirar a Luis, este les saludó con la mano y se sentó junto a Alfred, detrás de Aitana. Esta, pasados unos minutos y viendo que Alfred se había movido para juntarse con Amaia debajo de una manta, decidió subirse y sentarse en el sofá, junto a Luis.

Este también ocupaba una manta. Cuándo vió que Aitana se había sentado a su lado, le ofreció esta manta, pero ella negó al instante. Prefería que la compartieran. Se pegó aún más a Cepeda, quedando este con un brazo atrapado tras ella que tuvo que subir quedando encima de su hombro apoyado.

-¿Estas bien? -le susurró Aitana mientras le miraba.

-Sí. Ahora sí. -sonrió Luis.

Aitana apoyó su cabeza en el hombro de Luis, mientras este le acariciaba la mano bajo la manta. No podían negarse más el amor que sentían el uno por el otro. No podían seguir ocultandolo, pero debían hacerlo, por su bien dentro de la academia.

Terminaba la gala y muchos de los chicos se habían quedado dormidos en el sofá, entre ellos Ana, Aitana, Alfred y Amaia. No tenían pensando moverse de allí hasta la cama. Las luces de la academia se iban apagando y la hora de dormir llegaba.

Roi decidió coger en brazos a su chica y llevarla hasta su cama, había sido un día muy largo. Cuándo la soltó encima de las sábanas, se tumbó junto a ella, haciendo que Ana se pegara mucho a él. Roi agarró las sábanas y las colocó por encima de ellos.

Agoney ya se había ido a la habitación junto a Nerea y Miriam. Cepeda se levantó con cuidado del sofá, apartando a Aitana lo más cuidadosamente posible, pero antes de que pudiera levantarse del todo, esta le agarró del pantalón. -Luis...¿me llevas? -dijo con voz de dormida.

-Claro. -susurró este.

Agarró en brazos a Aitana con cuidado y la llevó hasta la habitación. La dejó encima de su cama y esta sin abrir los ojos en ningún momento se tapó con las sábanas y se giró para quedar cara a la pared. 

Luis se giró para ir a su cama, pero Aitana volvió a agarrarle el pantalón. Volvió a girarse y vió a Aitana de rodillas en su cama, quedaba a la altura perfecta de su cara. Agarró la cara de Cepeda entre sus manos y después le dió un beso en la mejilla. -Gracias. -le dijo.

Cepeda sonrió y después se fue a su cama. Amaia y Alfred aún no habían decidido levantarse del sofá, parecía que iban a pasar la noche allí.

Ana, notó que Roi se iba, le agarró de su camiseta y le volvió a tirar a su lado. -¿A donde vas? -dijo.

-Quería dejarte tranquila esta noche.

-Quiero estar contigo... -dijo esta mientras acariciaba su cara.

-¿De verdad?

-Claro, te he echado mucho de menos mi amor.

Roi comenzó a besar a Ana apasionadamente. El calor iba subiendo entre aquellas sábanas. Este comenzó a desvestir a su chica y ella, hacía lo mismo. -Shhh, nos van a escuchar... -le susurraba Ana al oído mientras besaba su cuello.

-Sabes que no puedo contenerme. -le dijo Roi.

Ana se colocó encima de Roi, este se quitó los calzoncillos quedando desnudo debajo de ella. Este, también le desabrochó el sujetador. Comenzó a acariciar y besar sus pechos. Ana le agarraba del pelo fuertemente, sentía un enorme placer. Pero, ¿realmente estaba pensando en Roi en ese momento?¿O recorría su mente la imagen de otra persona? -Borra, borrala. -se repetía así misma mientras dejaba que Roi entrara dentro de ella. 

Los dedos de Roi ocupaban la boca de Ana, para que esta ejerciera presión en ellos y no hiciera gritara y despertara a los demás. Roi agarraba a Ana por la cintura, haciendo que esta subiera y bajara proporcionadole más placer. Ana comenzaba  a ponerse nerviosa, esa otra persona no se borraba de su mente. Quería estar con Roi, quería darselo todo, pero no podía. -Para Roi, no puedo. -le susurró esta mientras ejercía fuerza en su torso hacia abajo para que parara.

Roi asustado creyendo que le había causado algún daño a su novia, paró. -¿Qué pasa, estas bien? -le contestó.

-Sí... bueno, no sé, me encuentro algo mal.

-Bueno, no pasa nada, paramos y nos vamos a dormir, mañana estarás mejor, ya verás. -dijo Roi subiéndose los calzoncillos y ayudando a Ana a tumbarse a su lado. -A ver, venga, ¿estas mejor? -dijo este acariciándole la cara.

Ana no le contestó y se dió la vuelta, quedando frente a la litera de aquella persona. -Miriam, ¿por qué tú? -pensó.

-Buenas noches Ana.-dijo este dándose también la vuelta.

QueriendOTNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ