QueriendOT

Siempre vas a ser la primera

*P.O.V Cepeda*

Me levanté del sillón, con el billete recién comprado y fui a mi habitación. Esta era pequeña, así que la maleta era fácil de encontrar. Estaba junto a la cama, la cogí y la tiré encima para después empezar a meter ropa de manera desordenada. Me daba igual todo, solo quería verla a ella.

Roi volvió a mandarme un mensaje, repitiéndome si quería ir con ellos esta noche. Volví a negar pero él no paraba de insistir.

No quería contarle nada sobre el viaje. No quería que nadie lo supiera porque sabía que iban a contárselo a Aitana y quería que fuera una sorpresa. Iba a ser difícil encontrarme allí con ella pero, gracias a su prima, lo tendríamos mucho más fácil.

A Olga siempre le caí bien y seguro que me ayudará a encontrarme con Aitana cuando llegue a los Ángeles.

Cerré la maleta y me senté encima. No había hecho nada de esfuerzo pero estaba cansado.

Miré el reloj. Aún quedaban 3 horas para ir al aeropuerto.

- "Oye Roi, ¿puedes venir a mi casa?" -le escribí.

- "¿A tu casa? ¿Ahora? ¿Quieres que me teletransporte o qué? Estoy en la otra punta tío."

- "Por favor, tengo que contarte algo importante y de paso darte algo." - respondí añadiendo un emoji triste.

- "Joder Cepeda, vale, voy."

Solté el teléfono y fui a preparar las cosas para Roi. Le iba a dejar las llaves de mi casa, para que la cuidara. Tampoco tenía mucho que hacer, mi piso es enano pero no quería que me robaran nada y Roi era la mejor opción, siempre ha sido de confianza.

*P.O.V Aitana*

Llegué a los Ángeles, mareada de tanto avión. Mi prima me agarraba el brazo para que no me cayera al suelo.

Cuándo recogimos las maletas, nos metimos en un taxi y nos pusimos de camino al hotel.

- Tengo sueño... - dije apoyándome en el hombro de Olga.

- ¿No has dormido en el avión? Yo estoy como nueva. - rió.

- Ya, si has dormido todo el viaje, ni un poquito de conversación me has dado, vaya vuelo más aburrido. - inflé los mofletes y giré la cabeza hacia la ventana.

- Perdone señorita, no volverá a pasar.

- Sabes que si.

Mi prima rió y yo con ella. Me alegro un montón de tenerla aquí conmigo, de estar con ella en cada viaje, ella sabe como llevarme, como mantenerme con los pies en la tierra...
Muchas de las cosas que han pasado no serían posibles sin ella.

Tras unos 20 minutos llegamos al hotel. Bajamos del taxi, pagamos y tras recoger las maleta entramos.

Mi habitación era preciosa, tenía las paredes blancas y una cama enorme. Un escritorio gigante junto a un ventanal con vistas de la ciudad.
Sin dudarlo solté la maleta y me tiré en la cama de un saltó.

Quedé mirando al techo nostálgica. Acababa de llegar y ya quería irme. Suspiré y coloqué una de mis manos sobre mi barriga.

Los ojos se me cerraban pero no podía dormirme. En los Ángeles apenas eran las 15 de la tarde.

La habitación era enorme. Me giré en la cama y quedé mirando a la pared. Mi móvil cayó de mi bolsillo sobre la cama. Lo miré y recordé que no había conectado aún el internet. Después de unos segundos así lo hice y comenzaron a llegarme mensajes, entre ellos uno de Amaia.

"Aiti, ¿qué tal por Los Ángeles? Ya te echo de menos :(("

Sonreí un poco al leerlo y le contesté. No sabía que hora sería en España pero Amaia me contestó al instante.

Mantuvimos una larga conversación hasta que el sueño me pudo y me quedé dormida sin más.

*P.O.V Ana*

Colgué el teléfono. Miré a Mimi y esta no dejaba de sonreir.

- ¿Qué quería? - soltó cruzándose de piernas.

- Que vaya a hablar con ella.

- ¿Ahora? Ya es tarde...

- Si, ahora... - me levanté.

- ¿Y a dónde tienes que ir? ¿ Te acompaño? - dije levantándose y agarrándome el brazo.

- No, no, da igual, voy sola. - sonreí y después la besé.

Mimi me siguió el beso, primero suave, algo lento y después el beso se volvió más apasionado. Se notaba que llevábamos tiempo esperando poder besarnos.

Me agarró el culo y ahí fue cuando decidí separarme. Notaba el calor subiendo por todo mi cuerpo y no era un momento demasiado acertado para que eso ocurriera.

- ¿Pasa algo? - me susurró mientras besaba mi cuello.

- N-no... - dije acariciando su pelo y sintiendo sus mechones entre mis dedos.

No quería separarme de ella, no quería apartarla de mi cuello, quería hacer todo lo contrario. Mimi me ponía mucho.

- M-mimi, para, tengo que irme... - solté apretando la mano en su cabeza debido a que me mordió el cuello.

Ella se separó. - Bueno, vale, pero ya he dejado mi marca. - sonrió.

Nerviosa me aparté y agarré mi teléfono para mirarme. - Joder Mimi.

- ¿Qué pasa?

La volví a besar y tras unos segundos me separé. - ¿Me vas a esperar?

- Vamos a salir... - soltó enganchando los brazos a mi cadera.

- Es verdad... pero, ¿por qué no vuelves después? - sonreí mirándola.

- ¿Tú quieres que vuelva? - inclinó un poco la cabeza.

Asentí. - Pues volveré. - río y se separó de mi para salir al salón agarrando mi mano.

Yo me solté tras salir y ver que Roi nos estaba mirando. - Chicos, tengo que irme, siento fastidiaros la fiesta.

- No importa Ana. - dijo Raoul levantándose.

- ¿De verdad? Es que...

- Nada, nada, ya quedaremos otra vez... - dijo Agoney tras darme un beso en la mejilla.

Roi también se acercó a despedirse. - Ya...ya hablaremos... supongo, ¿no?

- Sí, ya hablaremos. - sonreí y después le di un abrazo.

Apretó sus manos en mi espalda. No quería soltarle. Suspiré apenada. - No pasa nada Anita... - soltó.

Me separé y lo miré. - ¿Qué?

- Tranquila. Sabía que lo nuestro no... no iba a seguir. Eres libre para querer a quién quieras. - sonrió y después agarró mi cabeza para darme un beso en la frente.

Volví a abrazarlo. Esta vez la que apretaba las manos era yo. Joder Roi. No podía hacerme esto. - Sabes que te voy a querer siempre Ana. Tu siempre vas a ser la primera.

- Te quiero, mucho. - respondí.

Tras esto, Roi salió por la puerta junto a los demás.

Antes de irse, Mimi se acercó a mí y me dijo que la llamara cuando saliera de casa de Miriam, yo acepté.

Después, agarré todo y salí a coger un taxi. Estaba a unos minutos de saber que era lo que Miriam quería decirme.